Espectáculos
Nito Mestre celebra 50 años de trayectoria: “Me sigo viendo como un adolescente”
En una entrevista con Teleshow, el músico adelanta el show que dará el 19 de noviembre en el Teatro Opera, en el que recreará el primer álbum de Sui Generis con una orquesta sinfónica
En octubre de 1972 vio la luz Vida, el primer disco de Sui Generis, que incluía temas como “Canción para mi muerte”, “Necesito”, “Natalio Ruiz”, “Mariel y el capitán” y “Quizás porque”, las cuales se convirtieron en clásicos dorados del rock argentino con el correr de los años. Aquel fue el punto de partida de las carreras de Charlie García -tal como se hacía llamar por aquellos días, faltaba un poco para que fuera Charly- y Nito Mestre.
En línea con la efeméride, Nito dará un show al que nombró 50 años de Vida, el cual será sinfónico y rockero, ya que se presentará con su banda pero también con la Orquesta Sinfónica del Neuquén. La cita es el próximo sábado 19 de noviembre en el Teatro Opera.
“Era una idea que tenía hace bastante tiempo, porque nunca había hecho sinfónicos en Buenos Aires. Y justo se da que este año se cumplen 50 años del comienzo de mi carrera. Por eso el juego de palabras: 50 años de Vida y de vida artística”, cuenta Mestre desde Miami, en conversación telefónica con Teleshow.
La banda de Nito está compuesta por Ernesto Salgueiro (guitarra y dirección musical), Julia Horton (guitarra y voces), Fernando Pugliese (teclados), Juan Pablo Maicas (bajo) y una sorpresa venida directamente desde 1972. “Regresa a tocar Francisco Prati, quien fue el baterista de Vida. Lo llamé y le pregunté: ‘¿Seguís tocando?’. Porque se dedicó a la arquitectura, pero siguió tocando toda la vida. Así que va a estar y va a hacerlo con la misma batería que tocó cuando empezó con Sui Generis”, cuenta.
“Cuando firmamos el contrato para el disco y comenzamos a grabarlo, fue cuando dejaron de preguntarme: ‘¿Seguís con la guitarrita?’. Porque ahí ya pasé a ser profesional. Son 50 años de carrera y los festejo tocando ese primer disco, entero, con la orquesta. Y después sigo tocando con toda mi banda e invitados, lo mejor -que yo supongo- de mi carrera. Habrá temas de PorSuiGuieco, algo de Los Desconocidos de Siempre, algo de mi carrera solista... Y cerramos con unas sorpresas, que son los bises”, adelanta.
El Teatro Opera también es especial en la biografía musical de Nito, ya que ese fue el primer teatro importante al que llegó a tocar con Sui Generis. “Y casualmente la primera vez que tocamos con orquesta, también fue en el Opera. Entonces se dan una serie de circunstancias, amorosas o emotivas, que dan la vuelta”, dice. Además del show, Nito también está preparando un documental sobre su trayectoria (”Pero también estará mezclado con mi vida personal”) y el ejercicio lo obliga a mirarse así mismo y para atrás.
—¿Y qué ves cuando te ves?
—Me sorprende porque recorrí mucho más de lo que yo suponía. ¿Me imaginaba a los 18 años si iba a pasar todo esto? Y no, no me lo imaginaba. Me conformaba con sacar un disco, dos, tres, alguna gira por el país... Hace poco en Bogotá me encontré con una abuela, una madre y una hija. Y la nieta era mas fanática que la abuela. Entonces, haber llegado a tres generaciones es un logro al que poca gente llega. Y otra satisfacción es convertirse en un clásico, me gusta que me llamen así, me gustar estar en el mundo de todas las personas. Muchos te dicen: ‘Me salvaste la vida’, ‘Me acompañaste cuando estaba solo’, ‘Me casé', ‘A mi hijo le puse tal nombre por tal tema’... Cosas inimaginables cuando sos pibe. La retrospectiva rápida es esa. Pero yo, te digo la verdad, no me siento mucho a mirar para atrás. En esta edad y en este momento, prefiero mirar hacia lo que viene. Cuando uno ve que hay colegas que se van, como lamentablemente le pasó a Marciano Cantero, uno dice: ‘Le tenés que meter a la vida ahora, porque lo hecho, hecho está'. No está en mi cabeza sentarme a mirar para atrás y decir: ‘Mirá lo que hice’. Me gusta más hablar de lo que voy a hacer.
—No son tantos los artistas de tu edad que le dan esa importancia a mirar para adelante.
—Es que te ponés viejo si no hacés eso (se ríe). La cosa es seguir adelante, seguir moviéndote. Me gusta seguir viajando, seguir tocando. Lo que pasó, fue: que lo disfruten los demás.
—¿Qué cosas del Nito de 1972 hay en el Nito de 2022?
—Mucho, mucho. Uno tiene todas las edades adentro: la edad cronológica, que es la que tengo. Pero también tengo al pibe de 20, al chifladín de los 25, 30, el de los 30-40 años que era un poco más maduro... Tengo un poco de todos. Pero la cosa de adolescente de disfrutar, de seguir con el mismo humor, eso me lo reconozco. Me sigo viendo como un adolescente. En agosto cumplí 70 años, pero me miro al espejo y digo: ‘¿70 tengo? Pero si me siento como un pibe’. Es muy raro... Cuando tenía 18, 20 años, veíamos a los tipos de 70 como alguien muy grande. Y ahora no. Lo más importante es seguir dando vueltas por ahí, cuidarse la salud, mantenerse súper activo. Lo mejor es viajar y moverse, no ser un tipo sedentario porque eso te aplasta. Y tener un propósito en la vida, que yo creo que es hacer feliz a cuanta más cantidad de gente se pueda. Porque esto es un dar y recibir. Ahora uno se da cuenta que recibió porque dio. Si no das, no recibís. No hay que quedarse con el ego, encerrado y diciendo: ‘Soy el más grande, el más conocido’. Me parece una pavada enorme. Soy un tipo agradecido, con un muy lindo oficio que me tocó en la vida. El oficio este se trata de hacer felices a las personas. Esa es la meta, ahí me voy a dormir tranquilo.