Gualeyos por el Mundo
Analía Chesini comparte su estadía en Seúl, Corea del Sur
Hace poco tiempo Analía Chesini compartía fotos desde Corea del Sur y por supuesto que nos interesamos en esa experiencia, y aquí está su respuesta en varias entregas.
“Me llamo Analía Chesini, soy hija de Raquel Ronconi y Omar, “el relojero”. Nací y viví en Gualeguay hasta los 19 años, donde crecí y me formé con grandes maestros. Soy orgullosamente ex alumna del “Colegio San José” (cuando todavía la secundaria era sólo para mujeres). Después me recibí de Profesora para Enseñanza Primaria (en la “Escuela Normal”) y 5 años más tarde obtuve el título de odontóloga en la Universidad Nacional de Córdoba. Actualmente resido en Chajarí, ciudad natal de mi esposo con quien estoy casada hace 29 años. Tenemos tres hijos de 26, 22 y 16 años.
Además de ejercer mi profesión en mi consultorio particular, desarrollo actividades académicas como docente de Posgrado en la Pontificia Universidad Católica Argentina y en la Sociedad Argentina de Ortodoncia (en Buenos Aires y en Salta). He tenido el honor de ser invitada a disertar en congresos nacionales e internacionales (Chile, Costa Rica, Guatemala, Perú, Bolivia, Emiratos Árabes Unidos, República Oriental del Uruguay, entre otros)
A través de este espacio deseo compartir con Uds. la experiencia que estuve viviendo en Corea del Sur, donde fui a hacer una residencia de corto plazo en la “Universidad de Yonsei” en Seúl.
Corea del Sur, país tan admirable como diferente al nuestro, tiene en su historia un conflicto bélico desatado hace 60 años con Corea del Norte, y que aún no ha sido resuelto, nunca se ha firmado el “alto al fuego”. La frontera entre ambos países actualmente es la zona más desmilitarizada del mundo, llamada DMZ (por sus siglas en inglés), es considerada la última frontera de la guerra fría, es una franja de seguridad, de 4 km de ancho por 238 km de largo, minada y fuertemente custodiada. Dicen que es desmilitarizada, es todo, menos eso. Esta zona, donde se palpa la tensión, está rodeada por grandes grupos militares de ambos lados, que no permiten que ninguna persona pueda pasar, porque nadie puede entrar ni salir de Corea del Norte. Muchas familias coreanas han quedado divididas en ambos lados después de ese conflicto y no se pudieron ver nunca más. Si bien se construyó un puente que une ambas Coreas, nunca se inauguró, dicen que está listo para ser usado el día que se firme la paz.
Y por otro lado con un avance tecnológico impactante, rascacielos y pantallas gigantes a lo largo y ancho de todo su territorio. También, tienen un sistema de transporte público muy eficiente, con colectivos y 25 líneas de metro en Seúl, además de trenes de alta velocidad que conectan todo el país (300km/h)”.