Darío Alessandri en Italia en busca de sus antepasados 3ª parte
Recordemos que en las entregas anteriores Darío Alessandri nos habló de su visita a Milán, a Génova, a Roboaro, ciudad donde nació su tatarabuelo, a Pareto, a Pisa, Florencia y Roma. En esta última parte nos comenta sobre Venecia, su deseo de volver a Roboaro, el trance de la tormenta de nieve y sus consecuencias a sólo pocas horas del vuelo que lo trajo de vuelta a la Argentina.
"Para terminar mi viaje por Italia me fui hasta la famosa ciudad flotante de Venecia donde estuve dos días, pero se necesita por lo menos una semana para recorrerla de forma peatonal. Sólo se llega en auto, en tren o bus desde la ciudad de Mestre, pasando el Puente de la Libertad que conecta la parte continental con la parte inundada, hasta una megaterminal donde confluyen todos los medios de transporte. Luego, sólo peatonal o en lancha. Es una ciudad con arquitectura del siglo pasado que se conecta por medio de puentes peatonales. Hay muchos negocios de platería y puestos callejeros de máscaras y disfraces relacionados con el carnaval.Me quedaba el último día con reserva en la ciudad de Bérgamo, a 50 km del aeropuerto donde salía el avión de regreso, pero decidí cambiar de planes y no venirme de Italia sin visitar mi nuevo pariente. Entonces crucé todo el norte de Italia, recorrí 400 km desde Venecia hasta Frascaro, donde pasé la noche. Es un poblado cercano a 30 km de Roboaro, el lugar donde vivía PIER GIUSSEPE ALESSANDRI. Al otro día salí a las 9 hs., calculando volver al mediodía, pero comenzó a caer nieve y cada minuto que pasaba se ponía más densa, hasta que comenzó un temporal. De caprichoso decidí continuar y sin poner cadenas para no perder tiempo, así podía investigar más sobre mis antepasados. Todo eso sabiendo que el avión despegaba a la 18 hs desde Milán, que se encontraba a más de 150 km de distancia. Pero el destino me jugó una mala pasada a 5 km. de llegar Roboaro. Para evitar caer en un precipicio, porque ya la camioneta resbalaba, ya no tenía tracción por la gran cantidad de nieve, pegue un volantazo y quedé empantanado contra la ladera de la montaña. Intente poner las cadenas, pero fue imposible, así que me fui caminando en medio de la tormenta a pedir auxilio a mi pariente. Giussepe muy amable me dijo "¿tú me contratare?", a lo que respondí afirmativamente y fuimos en busca del tractor. Todo esto me llevo un par de horas y terminé llegando al registro civil cuando estaba cerrando y no pude obtener la información que buscaba, pero quizás sea la excusa perfecta para volver algún día a Italia."
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