Para compartir sus experiencias
María Elena Ipoutcha desde Cockeysville, Maryland, Estados Unidos 3ª parte
“En la entrega anterior, María Elena nos comentó sobre Cockeysville está en Baltimore County, al norte de Maryland, en especial de Jerusalem Mill Village, su lugar predilecto para el descanso, de Kansas, donde reside Cyro, su hijo, de su gusto por la naturaleza, la navegación y la pesca. En esta última entrega nos habla de sus grandes amores: sus tres hijos.
Lara tiene casi 25 años, graduada en Psicología. Lara, con un espíritu libre y la necesidad de la vida social y en comunidad, al igual que su madre; viaja por el mundo en búsqueda de sí misma y su lugar. Amante del arte, los colores, y las culturas encontró su camino con una compañía canadiense que la ha llevado a vivir en diferentes continentes, diferentes aventuras, disfrutar de esa sociabilidad, sentido de comunidad y compartir, típico de nuestras raíces latinas y carente en la sociedad en la que nosotros vivimos.
Cyro, casi 23 años, “the trouble one”. Después de muchas idas y venidas realizó lo que estaba buscando. En agosto del 2019, con su perra Jazmín, su auto cargado con la ayuda y las lágrimas de la abuela y la mami, emprendió su camino a la universidad de Kansas para estudiar radiodifusión y periodismo. Después de 16 horas de viaje, tres años han pasado, y está a pasos de graduarse. Su pasión por los deportes lo llevaron a un lugar y una universidad que le permitió realizarse y hoy es su vida como lo son su programa de radio, su canal de YouTube, que lo empezó en su escuela media, y dos propuestas en canales de televisión.
Pía, la más pequeña, la niñita que soñaba con el duende Sofía, ya es toda una adolescente, está a días después de su graduación de la secundaria y a meses de su nueva vida en la universidad de Missouri. Es mi compañera en los últimos tres años, su dulzura, compasión me enternecen. Una adolescente con una mente de adulto. Mi compañera de viaje, mi pilar va corriendo por la vida y yo detrás de ella, disfrutando nuestros viajes a Kansas y Missouri, 16 horas de música, conversaciones, risas y llantos. Dejando una huella en cada Estado que pasamos.
Y yo…, a pesar de no querer ser una maestra, la vida me llevo por ese camino dieciséis años atrás en Minnesota, cuando me ofrecieron horas de clases de español en una escuela católica porque no hablaba inglés. Los años pasaron y mi inglés se convirtió en mi cotidianeidad y empecé a enseñarlo a niños extranjeros en la escuela primaria. El arraigo a la raíces y por seguro el Dios que siempre me ha guiado y protegido, me llevó hace seis años a volver a la escuela católica enseñando español de 1º a 8 grado. Soy una enamorada de la lengua y la cultura.
Finalmente, sin pensarlo, tres años atrás había encontrado lo que estaba buscando, sentirme en casa. Pertenecer a un lugar, ser parte de una sociedad y ser aceptada. Lamentablemente no duró mucho y mi vida, todo lo que había creado fue arrebatado en un minuto. Sin pensarlo abandoné todo como lo hice hace 23 años atrás para empezar de nuevo pensando que lo había perdido todo cuando en realidad lo he ganado todo.
El soporte de mi familia, mis hijos, el amor, respeto e increíble soporte de mis hijas. Me di cuenta de los amigos que tenía y que han estado conmigo todos estos años. Finalmente me encontré a mí misma, la felicidad de ser quien soy y de disfrutar la vida, dejar de correr en búsqueda de lo que siempre ha estado conmigo y ser feliz”.
¡Gracias, María Elena, por compartir con nosotros tu experiencia de vida, tus lugares favoritos, tus gustos y vivencias, tus grandes amores: Lara, Ciro, Pía! Desde Gualeguay te recordamos con mucho afecto, en especial quienes tuvimos el gusto de compartir tu adolescencia.
----------------------------------------------------------------------------------