Nicolás Fiorotto: Viaje a Islas Galápagos, un acercamiento a la evolución de la vida 1ª parte
Nicolás Fiorotto y su amigo Adrián Saracco, vivieron una experiencia única en un lugar podríamos llamar exótico, porque no es común ir de vacaciones a las Islas Galápagos por más que de ellas, de su fauna y de flora se hable. Y no quise perder la oportunidad de pedirle a Nico que nos contara acerca de lo que vieron y vivieron. Y aquí comenzamos a disfrutar de Galápagos en dos entregas.
"Decir Galápagos suena muy lejano y exótico para los que vivimos en esta parte del mundo. Pero con mi compañero de aventuras Adrián, siempre tuvimos ganas de viajar a un destino donde uno no iría normalmente de vacaciones. Lugares que en principio suenan exóticos, y Galápagos era uno de esos lugares.Emprendimos entonces camino el 14 de junio y, luego de un viaje de casi veinte horas con dos escalas de avión, llegamos a Puerto Baquerizo Moreno, capital de la isla San Cristóbal (isla más cercana a Ecuador continental, país al cual pertenecen). Es que Galápagos es un archipiélago, un conjunto de islas a 1000 kilómetros de distancia del continente, y sobre la línea del Ecuador. Es aquí donde Charles Darwin en 1835 comenzó a vislumbrar la idea de la Teoría de la Evolución, visualizando adaptaciones genéticas diferentes en cada isla, de acuerdo con la posibilidad que cada animal tenía para su alimentación.Es verdad que la vedette de Galápagos es la tortuga gigante, pero hay además un sinfín de fauna y flora que hacen de las islas un lugar único en el mundo.Es imposible no empezar a sorprenderse desde el minuto uno: lobos marinos y pelícanos en plena costanera de la ciudad, iguanas amarillas de tierra, gaviotas de cola bífida (llamadas tijeretas), pájaros pinzones de color amarillo (similares a los gorriones), forman parte del paisaje y del comienzo de la aventura.Siendo declarado Parque Natural Nacional en 1959, por la Unesco como Patrimonio Natural de la Humanidad en 1979, toda el área del archipiélago se encuentra dentro de un programa de preservación y difusión de la biodiversidad, en manos del "Centro de Interpretación Charles Darwin", un verdadero museo natural. En este espacio invitan al turista a entender la importancia del cuidado y preservación de la naturaleza.Las excursiones acuáticas son el fuerte de Galápagos: hay más de una treintena de opciones para todos los gustos. Nosotros optamos por dar la vuelta a la isla San Cristóbal en el "Tour 360" y pasear por isla Santa Cruz y Daphne. Pudimos realizar Snorkel y ver bajo el agua a especies marinas como tortugas, manta rayas, tiburones de punta blanca, miles de peces de colores y disfrutar de la compañía de las iguanas de mar, únicas en el mundo. Son reptiles de piel negra, que al tener sangre fría necesitan de la luz del sol. Las ves salir del agua como el mejor ejemplo de la evolución de la vida, y simplemente caminan delante del turista hacia la arena y en pleno rayo de sol se quedan quietas por horas regulando su temperatura corporal.Las playas tienen una arena blanca y que no quema los pies, rodeada de rocas de lava negra, ya que las islas fueron geológicamente creadas por erupciones volcánicas. Sin embargo el agua del mar en Galápagos no es templada como uno se imaginaría en una latitud de esas características: en más de una excursión tuvimos que usar trajes de neoprene porque las corrientes del Océano Pacífico le imprimen al mar temperaturas por debajo de lo aceptable para el torso desnudo de una persona.Es imposible no quedarse deslumbrado también con los piqueros o boobies, pájaros que caen en picada en el mar atrapando con su largo pico a su presa. Existen tres tipos de piqueros, pero indudablemente el que llama más la atención es el de picos y patas celestes, una rareza casi de ciencia ficción".(continuará)
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios