Prof. Aldo Riquelme. Nuevamente la ciencia en feria

Se realizó la Feria 2022; ¿se puede definir?

-Venimos hablando hace mucho de ferias de ciencias  y ahora ferias de educación en ciencias, como una propuesta que constituye una parte del trabajo dentro del aula, o, mejor dicho, dentro de los procesos de enseñanza y aprendizaje, así que no es nada nuevo a priori; pero si es nuevo o innovador lo que muestra cada trabajo de feria. Siempre hay temas que son de coyuntura, que se reiteran, pero se abordan desde diferentes formas y eso es lo que más interesa: ver cómo un aprendizaje se vuelve genuino y legítimo porque surge de una problemática que los estudiantes quieren conocer. Todos los años nos encontramos con nuevas formas de enseñanza y más inquietudes de las gurisas y gurises de nuestro departamento, lo que nos motiva a pensar en una continuidad que no empieza y termina en feria, sino que es parte de un proceso que se construye desde diferentes acompañamientos y el sostén de la Departamental, de la escuela y sus equipos, de los docentes, de las familias. Es así como los verdaderos protagonistas que son alumnas y alumnos de todos los niveles del sistema, llevan a cabo sus investigaciones en temas muy variados, que trascienden la idea de enseñanza y aprendizaje tradicional, acartonado, estructurado.

-La novedad, una buenísima novedad, este año es la presencia de Agustina Brutti, delegada de educación en ciencias, quien llevó a cabo una tarea realmente fuerte y comprometida, trasmitiendo la propuesta en cada escuela, a cada docente, persuadiendo a veces de participar en estas ferias. Además, logró un enorme acompañamiento de muchos sectores, desde la presencia del presidente del CGE, Martín Muller, el vocal del CGE, Exequiel Coronoffo, el equipo de la coordinación provincial de Ciencia, Tecnología e Innovación Pedagógica (CTIP) hasta sectores  públicos y privados que aportaron algo para una organización que realmente fue excelente. Hay que destacar que distintos sectores pusieron algo para acompañar ferias, lo que se vio en la jornada del jueves 15 pasado.

¿La Feria queda en una mera exteriorización o gana espacios para ver otras escuelas?

-Pensar lo que el CGE propone como “nueva escuela” es no dejar en una jornada la puesta en práctica de procesos que puedan dar mayor calidad a nuestra educación provincial y local. Ya estamos pensando en el año que viene, pensamos en lo que faltó, pensamos en todo lo que se hizo bien y proyectamos cómo llevar a cabo el año que viene. Por eso digo que es un continuo. En octubre será la feria provincial, aun a confirmar la sede y vamos con la expectativa de ser protagonistas como departamento; no como una competencia en sí, sino como una forma de ver dónde estamos parados, diagnosticar qué tenemos y qué nos hace falta, para trabajar en fortalecer las buenas prácticas y en mejorar nuestras debilidades.

-Además, esta semana se lanzó el programa Oportunidades, desde la Dirección de Educación deJóvenes y Adultos, en la que más de cincuenta adultos, que por diferentes razones no terminaron su escolaridad, pueden tomar esta propuesta mixta (virtual y presencial) para continuar sus estudios y egresar en tres años, con la posibilidad de seguir una propuesta laboral o de formación superior o universitaria. Esto es realmente valioso, porque sabemos que no todos tenemos la posibilidad de una trayectoria educativa completa por distintas razones personales o sociales, pero sí es el Estado quien garantiza el cumplimiento de un derecho a la educación escolar, que no es menor. 

Una hora más por día, fijan en breve calendario 2023 con 190 días… ¿Permanecerá así la discusión sobre la educación o no?

-Consideramos que la escuela es un lugar necesario, y acá rescato las palabras del presidente del CGE en el discurso de la feria, en donde destaca que si bien hoy existe al alcance de la mano el acceso a la información, hay una transformación cualitativa, un acompañamiento y un tiempo distinto dentro de la escuela; por eso, sigue siendo en el mundo, irremplazable. Sabemos que no venimos del mejor contexto, pero en esto creo que estamos en proceso de recuperación. Llevará tiempo, pero hay mucho compromiso docente y esto que Carlos Skliar, entre otros, llama “amorosidad”, que no es otra cosa que eso que nos impulsa como educadores a tomar la mano de nuestros estudiantes y acompañarlos de la mejor manera. Este vínculo afectivo y el compromiso político institucional y laboral de cada persona que conforma el sistema educativo es la puerta abierta a seguir construyendo una escuela mejor, una ciudad mejor y aportar a una cultura que siempre está en movimiento.

Podemos observar al actual ciclo lectivo en busca del último tramo; ¿cómo definirlo?

-La discusión sobre nuestras debilidades y fortalezas la estamos llevando a cabo cada día con los equipos supervisivos, las coordinaciones y delegaciones, los equipos directivos de las escuelas y los docentes. Ha sido un año difícil, pero no por ello dejamos la convicción de un trabajo articulado. Que nos falta, es cierto, pero que está la predisposición y que nos hemos puesto a trabajar sobre los aspectos que decía antes, también es un hecho. Desde reuniones hasta la generación de espacios de capacitación son parte de este trabajo. Sabemos además que se está desarrollando un proceso formativo para directivos que culminará en un concurso de oposición con evaluación para el acceso a los cargos, lo cual es realmente una verdadera apuesta del CGE, junto a otras como la titularización que aseguró trabajo estable a muchas y muchos docentes.

-Sólo como cierre, repito esto que no es menor, pedimos paciencia a quienes le demandan a la escuela más de lo que puede. La nueva escuela está, es una caja de resonancia de lo que sucede en nuestra sociedad, todo repercute en ella y no ha sido fácil recuperar la confianza, la autoestima, salir de los miedos que generó la pandemia; pero se trabaja en ello, con lo que es dable considerar que, a pesar de los vaivenes, estamos con la confianza de salir  adelante en un corto y mediano plazo.