Agustina Cantero
Agustina Cantero: Una historia de vida con momentos muy complejos, pero con un final feliz
Agustina Cantero es una joven integrante de la comparsa “Sambá Verá” que en la edición 2023 fue elegida Reina de nuestro Carnaval. En el año 2024 fue embajadora de su comparsa y compitió por el reinado provincial. Finalizado el carnaval viajó con su novio a Italia…, luego la pesadilla, y después de una ardua lucha la recuperación y el regreso a su familia, a sus amigos, a su comparsa como premio a sus ansias de volver a lo que ama, y agradecer, agradecer mucho.
Agustina nos relata: -Hace exactamente un año estábamos con mi pareja pasando nuestros primeros días en Italia; habíamos viajado por su ciudadanía y cuando eso ya estuviera completo íbamos a seguir conociendo; ese era nuestro plan. Yo sabía que iba a volver a la Argentina, pero la realidad es que no sabía cuando.
-Habían pasado solo 2 semanas cuando tuvimos el accidente; fue un fin de semana que salimos del pueblo para conocer un poco más; andábamos en un auto alquilado. El accidente ocurrió entrando a Colorno, al norte de Italia, a sólo 200mts de llegar al hotel, pero nos llevaron al hospital de Parma ya que nos dijeron que era el mejor de esa zona.
Más adelante agrega:- Si puedo recordar todo porque en ningún momento perdimos la consciencia ninguno de los dos. El accidente fue el 27 de marzo. Ocurrió que veníamos de dos días que no parábamos de viajar, ya era de noche y estábamos llegando a Colorno, y no sabemos qué fue…, pero increíblemente nos quedamos dormidos los dos, digo increíblemente porque yo no me duermo en los viajes, menos si voy de copiloto; me gusta ir cebando mates y atenta a todo. Mi novio ya había viajado muchas veces en auto también, tanto cuando él vivía en Buenos Aires, como cuando yo estuve viviendo en Concepción del Uruguay, y nunca le pasó nada; fue raro como los dos nos dormimos, pero pasó. Y no sé qué, pero algo hizo que yo abriera los ojos y cuando lo hice vi que Juan estaba dormido y lo desperté; cuando él reaccionó hizo lo posible para que no pase algo peor, impactamos contra un árbol enorme, y el auto pegó con la parte de adelante del lado de Juan. Inmediatamente después de chocar nos miramos, vimos que estábamos bien y salimos del auto porque largaba humo. Cuando bajamos empezaron a aparecer personas de la zona para socorrernos, y llamaron al hospital. Minutos después empecé a sentir un dolor fuerte en la panza y me sentía cada vez peor, me llevaron a la parte de atrás del auto de uno de los hombres que pararon que fue muy amable y estuvo ahí con nosotros acompañándonos y tratando de mantenernos calmos dentro de lo posible. Ahí me quedé acostada hasta que llegó la ambulancia. Me acuerdo de todo; agradezco que ninguno de los dos nos vimos lastimados en ese momento.
-Estuve al tanto de todo una vez que empecé a estar mejor, y me pudieron empezar a contar cosas de a poquito; todo era muy movilizante, y yo tenía que estar lo más tranquila posible. Luego de la primera operación me despertaron un ratito, de eso no tengo recuerdo, pero me lo contó Juan y me mostró una foto donde yo había escrito en un papel, porque no podía hablar ya que estaba intubada, y le escribía, entre otras, cosas “familia”, porque yo quería que él esté en contacto con mi familia para que estén tranquilos de que yo estaba bien. Después de eso no volví a despertarme hasta tres días después. Hay detalles de las operaciones que me voy a guardar, por un lado para no extenderme demasiado y por otro lado porque son detalles muy sensibles. Una vez que me desperté estuve 8 días en terapia intensiva y luego 7 días más en habitación común del pabellón de cirugía. La realidad es que en el momento, si bien estaba sensible, yo estaba muy segura de que iba a estar bien. Pasé por muchos momentos difíciles pero nunca perdí esa tranquilidad que me decía que todo iba a pasar y yo iba a estar bien de nuevo.
Cuando me dieron el alta viajamos desde Parma hasta Avigliano (donde estábamos viviendo, al sur) y ahí estuve u día y medio, si mal no recuerdo, y me volvieron a internar, pero esta vez en Potenza. La razón fue porque tenía líquido en el abdomen, y ahí estuve un poco más de una semana. Por suerte con los antibióticos y una bolsita de agua caliente en la panza, se resolvió y no hizo falta nada más. Una vez que empecé a estar mejor, en Parma, cuando ya estaba en la habitación común de cirugía, mi familia empezó a contarme todo lo que estaba pasando acá, obvio con mucha tranquilidad y dándome información de a poquito. Me acuerdo y me vuelve a movilizar porque creo que hasta el día de hoy me cuesta dimensionar todo lo que pasó.
-En los dos hospitales me trataron súper bien, entendían perfectamente la situación y me hacían sentir contenida y acompañada, permitían que Juan se quede más tiempo conmigo, eran muy comprensivos y atentos, y más allá de las dificultades para comunicarme por el idioma, siempre me tuvieron mucha paciencia. Me guardo ese trato, sus caras e incluso algunas voces, en mi corazón para siempre. No se dan idea de lo esas personas marcaron en mi vida; estoy muy agradecida de los cuidados que me brindaron, porque más allá de la medicina, fue lo humano que me ayudó mucho. Mis papás también pudieron hablar con el hospital en su momento y también les transmitieron tranquilidad, les explicaron todo con detalles lo que me había pasado y como habían procedido.
El agradecimiento de Agustina por toda la ayuda que recibió:
-Quiero aprovechar este espacio para dar gracias, las gracias que he dado a través de las redes y de las formas que he podido, pero este medio puede tener llegada a más gente que quizás no ha visto mis publicaciones en redes y quiero que sepan que tanto yo, como mi familia estamos eternamente agradecidos; toda la energía, el apoyo, el acompañamiento, también las colaboraciones, todo me llegó, y todo fue de tantísima ayuda, que estaré agradecida siempre.
-Con respecto a las recaudaciones, en su momento se buscaba llegar a juntar el dinero para que mis papás pudieran viajar para estar conmigo; no se pudo llegar a juntar lo que se necesitaba para eso, pero se destinó a parte de mi recuperación, y fue de gran ayuda. Aún al día de hoy, a casi un año del accidente, sigo con tratamientos, y sigo recuperándome en todo sentido, y agradecida de estar bien, cerca de mi gente y en casa.
El regreso a Gualeguay.
-Volví a Argentina el 29 de mayo, porque era cuando teníamos pasaje de vuelta y yo no había estado lista para viajar antes, así que decidí esperar a esa fecha para volver.
-No me hicieron más operaciones, acá continué mi recuperación con los profesionales que comencé a distancia, psicóloga Lucrecia Kablan, nutricionista Florencia Benedetti, kinesióloga Micaela Cevasco y a hacerme controles con el Dr. Besimsky, la Dra. Sabrina Escobar, y hoy en día estoy en tratamiento con la Dra. Mariana Astuto. Espero no olvidarme de nadie. La realidad es que desde lo que me pasó, he visitado más lugares médicos que nunca en toda mi vida, así que algo se me puede olvidar y pido disculpas, pero todos los profesionales que me han atendido me han tratado muy bien y con mucha comprensión también.
Su vida hoy, sus proyectos y su nuevo emprendimiento:
-Cuando empecé a sentirme mejor y con más fuerzas quise volver a trabajar o hacer algo, pero no podía comprometerme con un trabajo normal todavía porque no sabía si iba a poder cumplir o cómo iba a sentirme, así que decidimos emprender con mi mamá y mi hermana, y hoy Juan también forma parte de este proyecto brindándonos su apoyo y acompañamiento. El 20 de septiembre del año pasado le dimos vida a Ruka Home & deco; fabricamos y vendemos artículos de decoración para el hogar, en macramé, cestería nórdica, aromas, textiles, etc. Así que estoy abocada a eso. También hace unos meses hice un curso a distancia en la UTN de community manager para aprender un poco más de redes sociales ya que hoy en día gran parte de las ventas empiezan por ahí y son muy importantes para un emprendimiento que recién comienza.
Su regreso a la comparsa de sus amores…
-Volver a “Samba Verá” para mí fue algo muy significativo; este año lo viví desde otro lugar, y de todo aprendí. Cada año que he pisado ese corsódromo de la mano de “Sambá Verá” ha sido especial; cada año ha tenido lo suyo, pero este año fue mucho más que eso, era llegar a ese momento que me presentaban y caer en la realidad de decir, “che lo logré, estoy acá, más viva que nunca” y de repente me sentía con el corazón en la mano, con una entrega absoluta. A veces siento que no me alcanza un solo cuerpo para entregar todo lo que quisiera en ese momento; es difícil de explicar, pero es un sentimiento hermoso. Siempre di lo mejor de mí en cada rol que me tocó, y este año tuve noches difíciles, con algunos dolores o molestias, así que a veces no salía con tanta energía, pero di mi 100% cada noche. Siempre agradecida al público que suma tanto que no se deben imaginar. La energía que nosotros manejamos en esa pista no es toda nuestra, el público la potencia de una manera inexplicable; si venís abajo el público te levanta, ya sea con una sonrisa, alguna palabra de aliento, algún gesto, aplausos, todo es recibido con mucho agradecimiento. Y este año en particular sentí más amor de parte del público, un apoyo especial, el cual agradezco y quiero hacerles saber que lo sentí.…
¡Mejor bastonera 2025…!
-El premio fue un mimo al proceso más complejo que he vivido; hubo mucha preparación con tanta paciencia detrás, un trayecto muy largo. Empecé de cero y logré volver a pisar esa pista, ese es un premio enorme. El premio del final lo tomo como el cierre perfecto en cuanto a lo que es el contexto comparsa, corso, etc., pero en lo personal me llevo premios más importantes y profundos.
Y quiero recalcar algo que me parece importante en el ambiente de carnaval, y es el compañerismo, el respeto. Hasta el momento, en cuanto a la competencia, he tenido excelente experiencia con las chicas con las que me ha tocado competir, y me parece algo lindo de resaltar, porque no se da siempre y es algo tan satisfactorio sentir la competencia desde un lugar sano y compartir el momento con amor y compañerismo. Ojalá nos acostumbremos a eso y nos manejemos siempre con respeto; al fin y al cabo estamos todos para tirar para el mismo lado, es decir, a favor del corso de Gualeguay.
Hacia el final de la nota, Agustina Cantero expresa:
-Y quiero agradecer de corazón a todos los que se preocuparon por mí, a aquellos que acompañaron y apoyaron a mi familia, a todos los que estuvieron rezando y pidiendo por mi salud, a toda mi familia, a mis amigas, a mi novio (Juan), a Liliana Calderón (amiga de mi mamá) que fue la persona que tomó la iniciativa de realizar una colecta a la que se unieron toda la familia del Club Barrio Norte (del que formo parte desde chica y donde se realizó el cuadrangular solidario), comparsa “Samba Verá”, Club Atlético Urquiza, Club Sportivo Larroque y Club Gualeguay Central, y un agradecimiento especial a Mariano Schulz, que acompañó e hizo de traductor para que mi familia pudiera mantener una comunicación con el equipo médico de Italia.
¡Muchísimas gracias por el espacio y la posibilidad de explayarme para compartir un poquito más mi historia y mis agradecimientos, y gracias Graciela Saavedra por estar al pendiente y a disposición!