Política
Alivio para algunos y preocupaciones para otros
Finalmente se despejó la incógnita: durante el año los entrerrianos votaremos dos veces, o tres en caso de ballotage, pero no cuatro veces como mínimo.
Así, en la provincia se votará para presidente, diputados nacionales, gobernador, legisladores, intendentes y concejales el 13 de agosto (PASO) y el 22 de octubre (generales). En caso de ballotage se recurrirá a las urnas el 12 de noviembre.
Así lo definió el gobernador Gustavo Bordet, quien dio a conocer su decisión la semana pasada, el último día de plazo.
Fue un alivio para algunos y otra preocupación para otros.
Entre estos últimos se encuentra el ex ministro y pre candidato a gobernador de nuestra provincia Rogelio Frigerio para el cual la decisión del primer mandatario provincial supone nuevos retos…y la clave por la que Bordet tomó esa decisión, tan en contra de lo que a simple vista pareciera ser el sentido común.
Ese sentido común supone que en el marco de una aguda crisis económica como la que está viviendo el país, que deriva en fuertes críticas al gobierno nacional con una alicaída imagen pública, realizar las elecciones provinciales en simultaneo con las nacionales supone al PJ provincial tener que cargar con el “efecto arrastre” negativo del gobierno nacional ya que ahora la boleta será encabezada por el candidato o candidata a presidente del gobierno nacional y no provincial.
Desdoblar las elecciones le hubiera permitido al PJ Entre Ríos, por un lado, tomar una mayor distancia respecto a la hecatombe nacional evitando tener que ponerse ese verdadero salvavidas de plomo que, a juicio de las encuestas, hoy supone el pegado de boletas con un desarticulado gobierno nacional que no le encuentra la vuelta a una de las principales problemáticas de la gente: la inflación.
Pero también le hubiera permitido jerarquizar la elección. Esto deriva de que cuando una elección provincial se hace en conjunto con las nacionales el comicio provincial suele perder fuerza ante el efecto de nacionalización que tiende a producirse a partir de la cobertura de los medios de comunicación.
Además, sabido es que en el caso de este tipo de elecciones conjuntas el electorado suele priorizar los dos extremos de la boleta: el nacional, por su propia jerarquía e implicancias en la calidad de vida general (más en casos de regulación de variables macroeconómicas como la inflación) y el local, que hace a la realidad cotidiana de cada vecino.
En otras palabras, el electorado prioriza la solución de problemas comunes a su día a día que son competencia de los municipios, como por ejemplo, un simple asfaltado de calles, hasta la solución de grandes problemas macroeconómicos de competencia nacional que encabeza hoy la inflación que destruye el poder adquisitivo de los vecinos.
Y busca candidatos a resolver esos problemas.
En ese contexto, las elecciones provinciales pierden un poco de relevancia, lo cual no hubiera sido así si se hubiera desdoblado y el mayor cargo que hubiera habido que votar en esa oportunidad hubiera sido el de gobernador. Sabido es que el corte de boleta es una práctica marginal de poco peso en los resultados.
Visto esto… ¿por qué entonces se tomó la decisión de unificar las elecciones? Desde el terruño provincial tiene su lógica y apunta, sobre todo, a perjudicar al principal adversario provincial del PJ entrerriano: Rogelio Frigerio.
Las encuestas señalan un fuerte crecimiento del espacio que encabeza Javier Milei al punto de plantear un escenario de tres grande frentes: el que encabeza éste último, el que aglutina el Frente de Todos y el conjuga Juntos por el Cambio.
Pero para que ese escenario tenga lugar en Entre Ríos resultaba necesario que Milei encabezara la boleta, lo cual no era posible si se desdoblaban las elecciones. Así, el PJ entrerriano apuesta a la división del voto no peronista lo cual, entienden, les daría una chance de conservar la gobernación y más de una intendencia que de otra forma perderían.
No es más que el viejo axioma de “Divide y reinarás”.
Pero, además, al pegar boleta con la nacional, lo obliga a Frigerio a participar en mayor medida de la interna nacional de Juntos por el Cambio que protagonizan, sobre todo, Patricia Bullrich y Larreta. Esto supone nuevos problemas para el ex ministro y tiene también su correlato en los municipios, de cuyo apoyo necesita en gran medida el ex ministro del interior.
Rogelio Frigerio respalda a Horacio Rodríguez Larreta. Esa buena sintonía con el jefe de gobierno porteño es compartida también por la intendenta Verónica Berisso.
Basta para eso con ver la importante publicidad del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que se encontraba en la pista del corsódromo y los varios eventos organizados por el gobierno de CABA en el que participaron varios funcionarios municipales, entre ellos, la Cumbre Mundial de Alcaldes de C40 que tuvo como anfitrión al jefe comunal de la Capital Federal y en cuyo marco Berisso expresó: “Tuve la posibilidad de encontrarme con Larreta con quien comparto la idea de superar las grietas y construir amplias mayorías para salir del largo proceso de decadencia en que nos encontramos”.
El 21 de febrero de este año, en Concordia, la intendenta acompañó a Horacio Rodríguez Larreta y Rogelio Frigerio en un encuentro con dirigentes de toda la Provincia: “Tenemos muchos desafíos por delante y la transformación es integral”, mencionó.
En ese mismo encuentro participó Dora Bogdan, que suena como candidata a intendente, y Marcelo Meda, presidente del PRO local y pre candidato a intendente. Dora Bogdan no se ha pronunciado sobre su posible candidatura a diferencia de Meda.
Este último, sin embargo, es cauto con las definiciones nacionales que pueda tomar Frigerio: “Gracias a Dios nosotros tenemos varias opciones” expresó en una entrevista y aunque Frigerio apoye a Larreta consideró que: “nosotros no tenemos ninguna obligación de jugarnos para un lado o para el otro. Nuestro techo es la provincia y es Frigerio”.
Claro que todas estas definiciones se daban cuando en Juntos por el Cambio daban casi por descontado que Bordet desdoblaría las elecciones. Pero, ahora que serán unificadas… ¿qué pasaría si en la interna nacional de Juntos por el Cambio se impusiera Patricia Bullrich y no Rodríguez Larreta?
En esas aguas navega hoy Frigerio y, por arrastre, quienes lo apoyan a la gobernación.
Rodrigo Cassella