Comunicado enviado a nuestra redacción
APDH rechazó y repudió la instalación de un tanque de guerra en la ciudad
A través de un comunicado que hicieron llegar a la redacción de El Debate Pregón, se manifestaron con preocupación por lo que puede significar y se preguntaron por las prioridades.
COMUNICADO DE REPUDIO Y RECHAZO
Gualeguay, abril del 2025
Desde la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos Gualeguay (APDH), queremos
manifestar nuestra preocupación por la decisión que ha tomado la Intendenta Municipal de
aceptar la entrega de un tanque de guerra por parte de las Fuerzas Armadas, con el objetivo
de instalarlo como elemento decorativo en nuestra ciudad.
En un país con una historia como la del nuestro, en donde las fuerzas armadas se
impusieron como personaje principal en un plan basado en la desaparición, la tortura y el
exterminio de quienes no pensaban como ellos, es indignante que se naturalice y fomente
de esta manera la presencia de símbolos de guerra y violencia en espacios públicos. Salvo
que claro, el plan sea usarlo como un puntapié para educar a las nuevas generaciones acerca
del origen de este elemento, y resignificarlo para traer a la agenda política recorridos y
charlas, para educar sobre la última dictadura militar, para recordar a los desaparecidos del
país y más incluso de nuestra ciudad y poder decir NUNCA MÁS. Sin embargo, este
pensamiento pareciera, en principio, querer reflejar la mirada con deliberada ingenuidad.
Sabemos muy bien que las Fuerzas Armadas de hoy, es decir que integran el Ejército en la
actualidad, se han formado durante la democracia, y tienen otra impronta. Esto no es en
contra del Ejército que cumple una labor fundamental, en especial, en la actuación ante
desastres naturales (en la pandemia, o como sucedió en las inundaciones en nuestra ciudad),
y a la hora de resolver cuestiones logísticas y de defensa de la Patria. No estamos ante una
hipótesis de conflicto, y esperamos no tener que estar en un futuro reciente. En ese
sentido, no queda claro cuáles serán las circunstancias de 'ayuda mutua' que ha
comunicado escuetamente la Municipalidad en su comunicado. Si se firmó algún tipo de
acuerdo tiene que ser público.
La elección de instalar un tanque de guerra como "elemento decorativo", es un acto político
que está completamente cargado de significado al contrastarlo con nuestra historia, es un
acto que banaliza el uso de la fuerza y se aleja completamente de la democracia que tanto nos costó restablecer. No hay que olvidar eso, vivimos en un país democrático desde hace
apenas 45 años, y conseguir eso costó sangre, muertos, desaparecidos y exiliados.
Asimismo, esta decisión nos hace pensar en las prioridades de nuestro ejecutivo municipal,
¿qué balance hacen al momento de destinar recursos para exhibir un tanque de guerra?
¿Será que no recorren las calles que se encuentran completamente deterioradas? ¿No
observan las condiciones habitacionales de quienes viven en nuestros barrios? ¿Se
preocupan por las condiciones laborales que existen en la ciudad? Entonces nuevamente,
nos lleva a pensar en qué mensaje quiere dar este acto, a quienes está destinado. La decisión
adoptada cuenta con una liviandad que preocupa, pareciera la de un niño con juguete nuevo
al que nadie le ha contado nuestra historia.
No debemos olvidarnos de que el Estado argentino tiene la obligación de promover la paz,
la memoria, la no violencia, y no es un capricho de esta asamblea, sino que son
compromisos asumidos en nuestra Constitución Nacional (art. 14 y 75 inc. 22), por lo tanto,
en los Tratados Internacionales de Derechos Humanos con jerarquía constitucional, como la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos. Estos instrumentos exigen políticas públicas que fortalezcan la
democracia y garanticen la no repetición de las graves violaciones del pasado.
Asimismo, la Ley Nacional 26.206 de Educación Nacional establece en su artículo 3° que
uno de los fines de la educación es "formar ciudadanos libres, responsables y
comprometidos con los valores democráticos, respetuosos de los derechos humanos y las
libertades fundamentales", mientras que la Ley 26.691 declara de interés nacional la
preservación, señalización y difusión de los sitios donde funcionaron centros clandestinos
de detención, como parte de las políticas de memoria impulsadas desde el Estado. Ante
estas normativas nacionales e internacionales concluimos que la exhibición de un tanque
militar como símbolo decorativo contradice flagrantemente el espíritu de estas leyes.
¿Qué ciudad queremos construir y dejar a nuestras futuras generaciones?
Creemos que la mejor respuesta es una ciudad que recuerde, que promueva el diálogo, que
escuche a su pueblo, y no que lo intente silenciar con símbolos de un pasado oscuro. Es por
esto que exigimos que esta medida sea reconsiderada.
Gualeguay es Capital de la Cultura de Entre Ríos, es una pena que el paseo de lectura sea
un lugar sin libros, sin luz, sin las condiciones elementales para disfrutar de nuestra propia
historia. Un tanque de guerra no tiene nada que ver con este pueblo. Muchas ciudades de
nuestra provincia ya han rechazado iniciativas similares, por lo que consideramos que
desentona con los hechos que pusieron el nombre de Gualeguay en la agenda grande de este
país.
Desde la APDH reafirmamos nuestro compromiso con la defensa irrestricta de los
Derechos Humanos, con la Memoria, la Verdad y la Justicia. Rechazamos toda forma de
militarización simbólica o material, y seguiremos trabajando por una ciudad que apueste a
la vida, a la democracia, y al respeto por su historia.
APDH - Gualeguay