Bautista Tibaldi
Bauti: el niño artista que sueña con hacer sus propias carrozas
Se llama Bautista Tibaldi y tiene 8 años. Su habilidad en la plástica le valió la atención de su familia. Quiere ser profe de arte y carrocero. Respira Corso “desde mi viente”, anuncia su mamá. por Santiago Joaquín García
Los alcances de la imaginación y la creatividad son parte de los misterios de la humanidad. Lo que sí sabemos es que para que alguien encuentre su vocación tiene que haber un estímulo. Puede ser fortuito o no, pero debe existir. Así comienza la historia de este niño artista de Gualeguay: “A Bauti le regalan, no sé si fue para un cumpleaños o un día del niño, un kit de esos de plastilina que tienen el palito para amasar y los cortantes. Y desde ahí comenzó a pedir solamente para Navidad que Papá Noel le trajera plastilina. Para Reyes también lo mismo. Sólo quería plastilina. Y como a los cuatro añitos empezó a hacer dinosaurios, muñequitos. Empezó a crear despacito, veía en vídeos, por ejemplo, cómo se modelaban. Después empezó a usar aztecas porque una Navidad pidió que le regaláramos esas herramientas que se utilizan cuando se trabaja en porcelana o en masilla. Y desde ahí comenzó”, dice su mamá, Any, con el orgullo y el amor que se asoma en cada palabra. Ya entraremos en las vertientes de su inclinación artística, pero por lo pronto diremos que se trata de un interés personal: “Solamente es ingenio de él porque en el jardín no le enseñaron a trabajar con lo que es la masa. Sólo es iniciativa de él con el apoyo obviamente de nosotros. Y mi mamá que es repostera y trabajaba en el pastillaje y esas cosas. Y ella le decía: ‘Así se hace un choricito’ y desde ahí digamos no paró hasta el día de hoy”, comenta.
Del Corso desde la cuna
Además de ser Capital de la Cultura de Entre Ríos, tiene que haber alguna otra razón por la cual haya tantos artistas en este pueblo. Y entre todas las que hay, algunas de ellas igual de misteriosas que la pregunta del principio, está el hecho de que tengamos uno de los eventos más importantes de la provincia: el Corso de Gualeguay: “Se puede decir que el interés de Bauti por el carnaval comenzó ya desde mi vientre”, dice Any, y continúa: “Salí en Batucadas desde el año 2013, luego él nace en el año 2015 y unos añitos más tarde, cuando tenía tres años, salió en la pasarela junto a Batería Inmortal de la comparsa Si-SI y ya desde ese momento ama el carnaval”, reafirma. Entre las fotos lo podemos ver portando un pequeño tambor acorde a su tamaño. Esa fue su puerta de entrada al carnaval.
Los sueños de Bauti
En tiempos en los cuales la educación está tan bastardeada desde diversos organismos, Bauti quiere ser docente. Reproducimos un diálogo con su mamá:
-Bauti, ¿qué otras cosas te gusta hacer y qué querés ser cuando seas grande vos?
- Yo quiero ser Profesor de arte, así después voy avanzando y voy haciendo las carrozas -contesta.
Ocho años. Lo recordamos por si usted se distrajo. Volvemos a sus inicios: “A los cuatro añitos comenzó a hacer lo que es esculturas de todo tipo en plastilina. La verdad que nosotros nos admirábamos todos en mi casa por el detalle. Siempre buscándole la perfección y que salga igual a la imagen que él veía en YouTube o en el celular. Se la pasaba buscando imágenes y siempre le salían parecidísimos” recuerda Any.
Toda la vida tiene arte
Se sabe que los materiales que se utilizan para las esculturas son costosos. Por eso la familia de Bauti y él mismo se las fue ingeniando con lo que tenía a mano: “En el año 2020 cuando surge esto de la pandemia, él comienza a reutilizar, a reciclar los barbijos descartables. Pedía que le compráramos solamente para sacar el alambrecito que tenían porque era finito y él lo podía manejar lo más bien. Y con eso comenzó a hacer lo que sería la estructura de la escultura para luego forrarla en plastilina. Y ya con cinco añitos comenzó a hacer lo que serían carrozas. Empezó a usar sus autitos de juguete para hacer la base de la carroza, para que tenga movimiento. Y de ahí se fue perfeccionando. Comenzó a usar alambre y distintos tipos de materiales”, explica. Su capacidad para reutilizar materiales es otro motivo de asombro: “También lo que hacía era trabajar con el aluminio de los huevos kínder. Forrar el alambre y empezar a armar para forrarlo más tarde con plastilina. La verdad que nosotros como familia admiradísimos de que con tan corta edad haya logrado tanto”, se enorgullece y sigue en la misma línea: “Uno que es grande no puede hacer ni la mitad de lo que está haciendo él”.
Futuro carrocero
Claro que, si bien el talento es natural e impredecible, uno de los secretos de esta historia está en el amor de su familia: “Siempre tratamos de incentivarlo, de decirle que él puede siempre más. También tratamos todo el tiempo de decirle que pruebe distintos materiales y acompañarlo lo más que se puede”, resume. Bauti ya pudo entrar en contacto con algunos de sus referentes: “A fines del año pasado, gracias a su abuela Estela que lo llevó a los galpones de SI-SI, cumplió su sueño de conocer a los chicos de Aunidas y ver cómo trabajaban, cómo realizaban las carrozas”, indica. Aunidias es un grupo que se encarga de diseñar y realizar carrozas para distintas comparsas. El encuentro tuvo que ver con ese bichito que le picaba a Bauti: “Cada vez que íbamos al carnaval decía que él quiere ser carrocero, que quiere confeccionar cada una de las carrozas cuando sea grande. Y yo no tengo duda, y no tenemos dudas como familia de que lo va a cumplir”, indicó y continuó. “Los chicos de Aunidias los recibieron de mil amores, le regalaron un dibujo, un boceto. Y Bauti se guió por ese boceto y realizó la carroza de la bicicleta. Luego de finalizar con esa maqueta se la regaló a los chicos de Aunidias y ellos lo invitaron a trabajar y a compartir con ellos. La verdad estamos súper agradecidos porque Bauti ama el carnaval, no se pierde una noche”, resalta.
“Su camino es el arte”
Su talento no se agota en las carrozas: “Otra de las cosas que le gusta hacer es dibujar. Con tan cortita edad hace unos dibujos impresionantes. Bauti también ha hecho adornitos para torta de regalo para sus primitos y su amiga Eloísa. Venimos de familia carnavalera, y con su papá tratamos de apoyarlo lo más que podemos, y no tenemos duda de que va a llegar bien lejos con su arte y sus esculturas y sus carrozas. No tenemos dudas de que su camino es el arte en alguna de sus formas, pero es el arte en fin, y estamos orgullosísimos y siempre vamos a tratar de apoyarlo para que cumpla sus sueños y ser lo que él quiere, que es ser profesor de arte y carrocero”, finaliza.
Agradecemos a Silvina Godoy por el contacto, a su madre por la predisposición, y acompañamos el sueño de Bauti. Dejamos espacio suficiente para poder apreciar en imágenes su trabajo.