Retratos Íntimos
¡Bienvenidos a un nuevo episodio de Retratos Íntimos!. Un viaje para contemplar nuestras historias
El próximo viernes 28 de junio a las 21 hs llega por Canal 2, el canal de Youtube de El Debate Pregón y el canal de Youtube de Plataforma Remance un nuevo episodio de la segunda temporada de nuestro programa de entrevistas al cual hemos denominado Retratos Íntimos, con el objetivo de conocer y profundizar en aquellas historias de vida que conforman una parte de la trama de nuestra ciudad. El mismo está producido por El Debate Pregón y Plataforma Remance, auspiciado por el Gobierno de Entre Ríos y su locación será en esta oportunidad la Biblioteca Popular Carlos Mastronardi. El ciclo estará dirigido y realizado por Mariano Beresiartu, las entrevistas estarán a cargo de Julián Lazo Stegeman y la fotografía fija en manos de Vanina Arellano.
En el sur de Entre Ríos, a orillas del río homónimo, se encuentra una ciudad que respira historia y carnaval: Gualeguay. Fundada en 1783 por Tomás de Rocamora, ha sido testigo de un devenir histórico que la ha transformado en un símbolo de tradición y festejo. Sus calles y plazas centenarias susurran historias de antaño, mientras cada verano las comparsas y batucadas retumban con un vigor autóctono, celebrando la vida y la memoria de su gente. ¡Este episodio, de la mano de nuestra invitada, versará sobre nuestra fiesta popular más importante!.
La historia de nuestra ciudad es una tapeza de encuentros y desencuentros, de luchas y conquistas. Desde sus primeros días como asentamiento, la ciudad fue un crisol de arrieros y comerciantes que atravesaban la región. Las casonas coloniales y los vestigios de tiempos pasados se mantienen como testigos de una época en la que la vida transcurría al compás lento de carros y carretas, mientras los relatos de coraje y esperanza se entretejían en el alma de sus habitantes.
En el siglo XIX, Gualeguay floreció como un centro agrícola y ganadero, cuya economía atrajo a inmigrantes de diversas partes del mundo. Italianos, españoles y otros europeos llegaron con sus costumbres y sueños, enriqueciendo la identidad de la ciudad con una diversidad cultural que hoy palpita en cada esquina. En estos años de crecimiento, las festividades locales comenzaron a cobrar mayor importancia, sentando las bases del célebre carnaval de nuestra ciudad.
El corso en Gualeguay tiene raíces profundas. Lo que hoy es una explosión de alegría y color comenzó con modestos festejos populares. Con el tiempo, estas celebraciones tomaron forma y se impregnaron de influencias culturales, hasta convertirse en la manifestación vibrante y masiva que conocemos hoy.
Cada verano, Gualeguay se transforma en un escenario deslumbrante, donde la memoria histórica y la celebración se entrelazan en un baile de colores y ritmos. Las comparsas, con sus trajes exuberantes y coreografías deslumbrantes, son una manifestación viva de la alegría y la resistencia cultural. Los preparativos comienzan meses antes, con vecinos y amigos trabajando juntos en la confección de los trajes, el diseño de las carrozas, la práctica incansable de las coreografías y el ritmo de las batucadas.
El carnaval de Gualeguay es mucho más que una fiesta; es un legado histórico que se renueva cada año, una herencia que los gualeyos portan con orgullo y devoción. Es la representación de un espíritu comunitario forjado a lo largo de los años, donde cada vecino es un protagonista y cada calle se convierte en un escenario de sueños y esperanzas. Las noches de carnaval, con su atmósfera de magia y celebración, son el punto culminante de meses de trabajo y colaboración.
En estas noches, la ciudad resplandece con una luz especial. Las plumas y lentejuelas reflejan la pasión de un pueblo que, a través del tiempo, ha sabido mantener vivo el fuego de la tradición. La música de las batucadas, con su ritmo frenético, evoca los latidos de un corazón que no se detiene, que late al unísono con el de sus ancestros, con el de aquellos que, siglos atrás, dieron forma a esta tierra de historias y carnavales. Cada comparsa que desfila es un tributo a la memoria colectiva y una declaración de identidad, donde lo antiguo y lo nuevo se funden en una danza sin fin.
El carnaval de Gualeguay no solo es una celebración de la vida y la cultura, sino también una oportunidad para reflexionar sobre la historia y el legado de la ciudad. A medida que las comparsas avanzan por la avenida, iluminadas por luces y flashes de cámaras, podemos vislumbrar un puente entre el pasado y el presente. Los ritmos africanos, los colores indígenas, las tradiciones europeas, todo converge en un mosaico cultural que refleja la rica herencia de Gualeguay.
Así, Gualeguay se presenta como un puente entre el pasado y el presente, donde la historia y el carnaval se funden en un abrazo eterno. Es un lugar donde la memoria se celebra y la alegría se comparte, donde cada generación aporta su voz al coro de una ciudad que nunca deja de cantar y bailar. Gualeguay, con su carnaval, nos invita a recordar y a soñar, a reconocer en cada paso de baile, en cada compás de tambor, la huella imborrable de aquellos que hicieron posible este presente.
En la esencia de nuestra ciudad, la historia no es solo un relato del pasado, sino una danza constante que nos impulsa hacia el futuro, con el vibrante ritmo del carnaval como guía y compañera. Es una ciudad que vive y respira a través de sus tradiciones, que celebra su identidad con cada estallido de alegría en las noches de verano, donde el legado histórico se entrelaza con la vida cotidiana, creando un tapiz único de cultura y comunidad. De esta manera, en cada corso, Gualeguay renace y se reafirma, recordándonos la importancia de celebrar nuestras raíces mientras danzamos hacia el porvenir.
De esta forma, entre libros e historias, charlaremos sobre una parte fundamental de la esencia de nuestra ciudad. ¡Prepárense para contemplar y disfrutar!.