Brian Corradi y Karen Vignola: su experiencia en Europa

- Hace dos años atrás nos encontrábamos ejerciendo la docencia en instituciones educativas de nuestra querida ciudad de Gualeguay sin saber que en unas pocas semanas recibiríamos una propuesta laboral, la cual cambiaría nuestras vidas. 

Por medio de conocidos, fuimos recomendados para cubrir los puestos laborales que hasta ese momento se encontraban vacantes. El trabajo que nos proponían no tenía ningún tipo de relación con nuestra formación académica. 

Luego de hablarlo entre nosotros e interiorizarnos en las futuras tareas que cada uno debía realizar, aceptamos y comenzamos el duro proceso de informarlo a nuestras familias y amigos. Tomar la decisión de abandonar nuestros trabajos, de guardar el portafolio, la chaqueta y los libros por un tiempo, fue muy difícil. La docencia es una profesión que amamos y la cual volveríamos a elegir sin dudarlo. 

Este fue un gran desafío y una enorme oportunidad que no podíamos dejar pasar. Uno de nuestros sueños siempre fue conocer el Viejo Continente. 

El sitio en el cual íbamos a trabajar, era Formentera, una de las islas más pequeñas de  Baleares, en el mar Mediterráneo, perteneciente a España. Se puede cruzar en Ferri desde su isla vecina, Ibiza. Formentera presenta una superficie de 84km2, con doce mil habitantes y el idioma oficial es el catalán. 

Desde mayo a octubre la isla desborda de turistas, en su mayoría italianos o habitantes de la península. Todos vienen a disfrutar de las playas con sus aguas cristalinas y puestas de sol imponentes. 

Cabe destacar algo que nos llamó muchísimo la atención de las playas de Formentera: todas son nudistas. La gente, si quiere, puede andar libremente sin traje de baño. Fue algo que nos resultó muy llamativo, ya que las personas que nos acompañaron no nos habían advertido antes de ingresar a las playas. 

Con respecto a nuestro trabajo, consiste en el mantenimiento y atención de una casa de verano, en la cual recibimos huéspedes durante todos esos meses. Son muy variadas las tareas que realizamos. 

Somos muchos los gualeyos que nos encontramos en Formentera. Algunos vienen únicamente a hacer temporada y otros se quedan durante todo el año como es nuestro caso. 

Hemos tenido la oportunidad de recorrer algunos lugares de Europa. Cada sitio tiene su encanto y su magia:

Visitar Verona es como entrar en un libro de cuentos. Verona es arte, es poesía. La hermosa ciudad que ha acogido la historia de dos enamorados, Romeo y Julieta. Donde Shakespeare encontró la inspiración para esta obra tan conocida en todo el mundo. 

Roma fue la ciudad que nos enamoró. Es una invitación a la historia antigua: el Coliseo, el Panteón, el Foro Romano, la Fontana di Trevi. La Ciudad del Vaticano, la Plaza y la Basílica de San Pedro. Tuvimos la gracia de poder participar de una de las audiencias generales del Papa Francisco. Visitar la sede de nuestra religión, rezar frente a la tumba de San Juan Pablo II y Benedicto XVI. Fue una experiencia única. 

(continuará)