RAZÓN CRÍTICA - por Julián Lazo
Comunicar desde el ejemplo
En esta semana que pasó se conoció que, luego de que Beliz diera positivo, Alberto Fernández fue hisopado: el test dio negativo.
El secretario de Asuntos Estratégicos estuvo con el mandatario y Evo Morales en una cena sin barbijo y sin distancia social. Otros funcionarios que estaban allí presentes también fueron sometidos a los análisis (Fuente: diario El Litoral).
A propósito, cabe señalar que si el propio Presidente y algunos de sus integrantes de la gestión gubernamental oficialista no cumplen con las medidas sanitarias recomendadas a la población para enfrentar la pandemia del COVID-19, se genera un escenario de enorme incertidumbre. Justamente, en un contexto de crisis, estas son las situaciones que se deben evitar. Al respecto, Mario Riorda (académico, politólogo, asesor y especialista en comunicación política) expresa lo siguiente: "Certidumbre. Gestionar crisis es aportar certidumbre. Esto trae una exigencia fundamental para el sistema político y también para el sistema de medios. La gestión de crisis y la gestión de comunicación de crisis es la capacidad de una organización de reducir o prever los factores de riesgo e incertidumbre respecto del futuro, de forma que se capacite para asumir de manera rápida y eficaz las operaciones de comunicación que contribuyan a reducir o eliminar los efectos negativos que una crisis desencadena".
Si bien este episodio resaltó por sobre el resto dadas sus consecuencias, no es la primera vez que se lo observa al Presidente realizando actividades políticas sin respetar los protocolos sanitarios. Obviamente, estas acciones no pasan inadvertidas en la opinión pública. Así, se configura un ambiente de incertidumbre y discordia innecesario en estos tiempos complejos de pandemia.
A esta altura, es inentendible que el Ejecutivo Nacional no cuide las formas a la hora de hacer política. Son momentos en donde la gestión de crisis se torna importante para administrar los fluctuantes escenarios políticos, económicos y sociales a los cuales el COVID-19 nos expone como sociedad. En esta misma línea, es preciso expresar que son etapas en las cuales los encargados de la administración pública no pueden fallar. Deben comprender que la comunicación se vuelve decisiva y que, a su vez, no sólo se comunica mediante la palabra, sino también a través de las acciones. Si la sociedad de nuestro país observa como Alberto Fernández y algunos de sus funcionarios no respetan los protocolos sanitarios, la incredulidad, la incertidumbre y el fastidio impactan negativamente en la predisposición de la población para cumplir con las medidas necesarias para combatir al coronavirus.
La endeble política comunicacional del Gobierno no se puede dar el lujo de que su principal figura se exponga ante la opinión pública mediante episodios donde no respeta los protocolos sanitarios. En este sentido, es fundamental que el Presidente comunique desde el ejemplo.