Preocupación por la caída del consumo en comercios en Gualeguay

Verónica Manzur, comerciante-emprendedora, 62 años, mamá de tres hijos, nos expresó: -Fui madre y
padre y sin asignaciones. Luché y siempre trabajé mucho, en casas de familia para poder
criar a mis hijos y hacerlos estudiar. Hasta llegué a vender pescado; luego desde hace
ocho años comencé a vender productos de limpieza sueltos en la calle porque no
alcanzaba. Ya cansada de tanto andar, comencé en la ventana de mi casa como
comerciante. Agregaba mercadería como podía. Empecé con 2kg de azúcar, 2 botellas
de aceite, algunos paquetes de fideos, y hoy, de a poco, fui comprando una que otra
cosa más. Sigo con mucho esfuerzo; los alquileres están inalcanzables. La mayoría de
la gente compra para comer en la noche y sólo comen una comida al día.
Más adelante nos comenta Verónica: -Nunca bajé los brazos, hice cursos de repostería y
me especialicé en este rubro, hice cursos de peluquería y cortaba el cabello a domicilio.
La situación está muy difícil, soñaba con vivir de mi jubilación, pero es imposible, no
alcanza. Hoy ya soy abuela de 5 nietos varones que me aman y me hacen feliz. Y como
si fuera poco, estoy al cuidado de mi madre de 80 años. Dios puso un hombre idóneo en
mi camino y luchamos a la par. Y siempre con la misma fuerza que tenía a mis 19 años
cuando Dios me hizo mamá. No me detengo y sigo viendo el fruto de mi trabajo, y le
digo a las mamás que luchar por un ideal tiene sus frutos. Mi negocio se sustenta con lo
mismo qué voy vendiendo, pero es muy poco lo que se vende, y cuando voy a reponer
no alcanza y termino poniendo dinero que gano con el emprendimiento de las tortas, no
quiero hacer caer mi sueño. La gente pone su mejor voluntad, pero no les alcanza y se
comenzó a vender por menudeo, compran una cebolla, dos papas, un poquito de carne
picada, la economía decayó. En estos últimos meses los niños comen en los comedores
escolares, y los padres buscan las viandas en los centros barriales. Esta situación no
dignifica a nadie por cierto; las changas que consiguen no les alcanza para comer.

¿Por qué están subiendo los precios?
Verónica:- Los fabricantes de alimentos y los supermercados se han enfrentado a
mayores costos de productos básicos, mano de obra, transporte y otros gastos durante y
después de la pandemia. Esos costos se han incrementado en los últimos años, lo que ha
llevado a los fabricantes a traspasar algunos de estos costos a sus clientes minoristas,
quienes a su vez han transferido una parte a los consumidores.

“Los clientes de bajos ingresos son los más afectados”

Continúa Verónica: -Si bien los precios más altos de los alimentos están afectando a las
familias de todo el país, los compradores de bajos ingresos son los más afectados
cuando los productos básicos se vuelven más caros. Estos consumidores tienen menos
ingresos disponibles y ya gastan una mayor parte de su billetera en productos básicos
que los consumidores más ricos. Las familias que tienen que gastar una mayor
proporción de sus ingresos en necesidades básicas se ven más afectadas cuando
aumentan los precios de productos elementales.
A pesar de los aumentos de precios, las personas recurren a las ofertas, descuentos en
alimentos y productos esenciales para el hogar, así como guardan las sobras de comidas para recalentar, entre otras opciones. Poner las prioridades en alto puede ayudar a los
compradores de bajos ingresos a manejar las alzas.

Nota exclusiva para: El Diario Debate Pregón 

Por: Montero Valeria