Darío Caracciolo: “Fue una experiencia muy linda”

En primer lugar destacó el esfuerzo que supone participar de estas competencias y más en la situación actual: “La inversión es cultural, en esos países aprendés la cultura de ellos, la cultura del trabajo y a hacer las cosas bien. Si aprendiéramos un poquitito de eso, el nuestro sería un país maravilloso. La verdad que fue una experiencia muy linda, un campeonato mundial con muy buenas marcas, muy buenos atletas. He ido a otros mundiales anteriormente, pero este me llamó la atención. Había gente de Estonia, de Bulgaria. Como se imaginarán son gente grande como uno. Después hay divisiones más chicas, porque es de cinco en cinco, y tienen marcas que acá no se repiten en Argentina. Estamos hablando de veteranos, así que una gran experiencia. Y admirables los estadios, gimnasios preparados para hacer actividad física, a los cuales cualquier persona puede ir porque no se les cobra. Tienen unas máquinas que son algo fantástico, las he visto por televisión, pero ellos pueden llegar a eso en el día a día. Se llaman estadios indoor, que son bajo techo, y son una maravilla”, comentó y siguió: “El tartán, por decirte, para que tengan una idea, es un material que se usa en las pistas de alto rendimiento. Acá sale montones de plata, y es difícil hacerlas. Allá nosotros nos cambiamos para ir a la pista, y son metros y metros y metros que ponen en el suelo para que vos puedas pisar sobre esa superficie. Para no romper los clavitos que te ponen. Lo ponen en pos del atleta, entonces es tan avanzado en ese sentido, que nosotros también podríamos hacerlo, pero bueno, pasa que no lo quieren hacer”, lamentó.

“Muy atenta la gente”

Darío también compartió sus impresiones sobre la gente: “Una de las cosas que me llamó la atención, más allá de la parte atlética, es la bicicleta. En las ciudades bicicleta por donde vos veas. Lleno de bicicletas y monopatines por todos lados. En pleno centro, es toda una zona boscosa, y todo bien cuidado, todo ordenado. Vos salís a la calle y no sentís ruido, parece que están durmiendo, pero no, ellos trabajan así, de esa manera. Muy atenta a la gente, lo que pasa es que no podés interactuar, no entendés nada de lo que te dicen”, explicó y continuó en el mismo sentido: “A veces los compañeros que me ayudaban, un chico que es de acá, Leo Tonetti, fue el que nos llevó a todo eso, que hizo notas para que ustedes de Gualeguay vieran. Él sabe sueco, porque su señora es sueca y vive allá. Entonces gracias a él, si no, nosotros no entendemos nada, andaríamos a las señas. No es que les moleste, se sienten mal que vos querés explicar y ellos no saben cómo devolvértela. Como es tan atenta la gente, tan macanuda, tan educada, que te sentís como en tu casa. 

Sobre la adaptación

El atleta gualeyo se refirió también a las diferencias en la preparación: “El clima es un poquito frío, estábamos en verano y nosotros andábamos con camperas, y ellos andan de manga corta. Pero están acostumbrados, dicen que en invierno hay nieve por todos lados, y frío. La pasamos re bien, el problema son los viajes muy largos entre aeropuerto y aeropuerto. Es muy lejos, son catorce horas de avión, donde vos te bajás cansado, tenés que hacer todo el papelero, el check-in, y es lo que te cansa. Y nosotros estábamos lejos, no disponíamos de un dinero para decir ‘me voy veinte días o un mes antes para adaptarme’. Te encontrás con un horario diferente. Después se come bien, no tuvimos ningún problema. Fuimos a un supermercadito que teníamos cerca del departamento, barato. Eso sí, plata, olvidate, todo con tarjeta de débito, no te venden ni en dólar, ni en euro, ni la corona, nada. Lleno de tranvías por toda la ciudad, que te llama la atención. La gente toma el tranvía a tal hora y a tal hora está el tranvía. Como los colectivos, así que es barato para comunicarte dentro de una ciudad grande, tipo como Rosario o más chica, pero muy bien distribuida. Un lugar precioso, así que llevamos una linda experiencia”, resumió. 

“Con esas armas tenemos que salir a competir afuera”

Caracciolo tuvo una destacada participación teniendo en cuenta las condiciones: “Dentro de todo salí décimo tercero entre cincuenta corredores. No me puedo quejar el tiempo que hice. Me hubiera gustado andar un poquito mejor, sé que hubiera podido, pero no fui con un entrenamiento muy adecuado como a mí me gusta. A veces por circunstancias. Corrimos con un día de frío y viento y llovizna, pero bueno, es para todos igual, así que tenés que aguantártela. Me di cuenta que en la última, en las semifinales que no me sentí bien. Si hubiera andado como yo quiero, no sé si no hubiera pasado la final, pero bueno vos te entrenás lo mejor que podés. Nosotros no tenemos pistas como tienen ellos, que tienen cuatro o cinco pistas de alto rendimiento. Tenemos que ir a la tierra, al Parque y nada más. Con esas armas tenemos que salir a competir afuera. No solo a mí, a todos los argentinos les pasa esto. Tenemos que corregir eso, primero, tener pistas adecuadas. Olvidate que no lo vamos a tener”, se lamentó. 

“Viven en un nivel muy superior a nosotros”

Darío se refirió a cómo encara la preparación: “Sigo mi entrenamiento para volver a hacer la pretemporada para el año que viene. A lo mejor no hice adecuadamente lo que tengo que hacer. A ver si me pongo las pilas y acomodo mi horario. Y tengo el negocito este que hay que mantenerlo, y ellos tienen otra manera de vivir. No solo cultural, sino económicamente. Viven mucho mejor, no es que tiren manteca al techo ni nada por el estilo, pero viven mejor. Todos iguales, el trabajador que anda haciendo una pintura en una casa, como el otro ingeniero, todos viven a un nivel muy superior a nosotros, pero es la vida que nos toca a nosotros”, explicó. También destacó la participación de sus colegas de la zona: “Estuve con mi compañero, Sergio Wilhelm, de Galarza, que anduvo bien, fue eliminado en las semifinales. Como Santilli, un chico que fue mi mano derecha en todo, porque si no hubiera sido por ellos, yo no sé qué hubiera hecho allá. Les mando un abrazo grandote, porque fue el que me salvó en un montón de cosas. Un chico que es kinesiólogo, y él también fue eliminado en las semifinales, porque es muy difícil llegar. Estuvimos representando a Entre Ríos y a la Argentina, así que estamos contentos. Lo poco que hicimos, creo que lo hicimos bien, y ustedes vieron las notas que mandábamos desde allá. También para que vea la gente dónde estuvimos nosotros, que no fuimos a perder el tiempo, fuimos a rompernos. Contento por todo y representando a mi Gualeguay. Así que contentos”. Y luego se refirió a lo que viene: “Ahora tenemos el sudamericano en Chile, también acá en Concepción del Uruguay el Grand Prix Sudamericano. y bueno, y tenemos después el Campeonato Mundial de Indoor, que son pistas chicas, bajo techo, en los Estados Unidos. Vamos a ver si este año nos entrenamos y nos preparamos para andar un poquito mejor. El otro mundial se hace en Corea, dentro de dos años. Cuesta mucho, cuesta sacrificio y cuesta dinero. A lo mejor algún día se despiertan y nos dan una mano. Sería fantástico”, cerró.