Valentín Cosso, un músico con un gran presente y con mayor futuro
“Desde que abracé la guitarra, no la pude soltar”
Conversamos con Valentín Cosso, un apasionado de la música desde su adolescencia, amor que ha ido acrecentando y cultivando con estudio desde la EMMIM, hasta la universidad en Rosario, y la licenciatura en la UNSAM, en Buenos Aires, sin dejar de lado su proximidad a intérpretes de nuestra ciudad y del país. La creatividad es una constante en V. Cosso y su cercanía con músicos que va conociendo en su andar, le dan la posibilidad de nuevas creaciones.
Cómo surge tu pasión por la música?
V.C.: -De chico, como a cualquiera creo, que era una de las cosas que me atrapaba. Si bien en mi casa no se escuchaba mucha música en el sentido de sentarse a escuchar detenidamente un disco, si recuerdo canciones de la infancia que cada tanto vuelven como ecos de esa época. Luego me dio curiosidad aprender a tocar un instrumento, que en un principio fueron clases de piano con mi abuela, pero al tiempo me pasé a la guitarra y desde entonces no la pude soltar.
¿Qué estudios has realizado desde que comenzaste hasta ahora?
V.C.: comencé con la guitarra a los 11 años, en un taller de música folklórica que daban Juan Martín Caraballo y Laura Balzer, dos músicos queridísimos y hoy compañeros del camino, en la Escuela Nº 5 “Rudecindo Alvarado” donde comencé a hacer mis primeros acordes. Al tiempo me anoté en la Escuela Municipal de Música “Isidro Maiztegui”, la EMMIM, cuando estuvo dirigida por Ricardo “Cary” Pico, en donde fue un boom de música, y creo que en ese entonces ya empecé a formarme y a delinear lo que sería mi carrera a futuro como músico. Esos años de estudio en la escuela me aportaron muchísimo de la formación que acarreo hasta hoy. Luego, como muchos jóvenes gualeyos, tuve la posibilidad de estudiar fuera de nuestra ciudad, me fui a Rosario y estudié la Licenciatura en Guitarra de la UNR; eso fue desde el 2014 al 2019, y desde el 2020 al 2022 cursé la Licenciatura en Música Argentina de la UNSAM en BuenosAires, carrera muy hermosa bajo la dirección del músico Juan Falú y un plantel docente excepcional.
¿Aparte de la guitarra, interpretas con otros instrumentos?
V.C.: He tenido acercamiento a otros instrumentos, incluso cuando uno empieza a tomarse la música como una forma de vida y una actividad laboral, cultural y artística, aparece la posibilidad de experimentar con otros sonidos. He realizado algunas producciones tocando otros instrumentos como el Bajo, Percusión, Sintetizadores y, por supuesto, la voz y el canto, pero mi identidad sonora está en la guitarra, en la estética de nuestra música popular y trabajo todo desde ese lugar.
¿Qué te dejó la gira por España y Francia?
V.C.: La música te regala experiencias muy hermosas, los viajes son una parte de eso y sin dudas que haber tenido la posibilidad de viajar a Europa con un proyecto musical es importante para alimentar el deseo de seguir transitando este camino. Ese viaje lo hicimos con “Las Guitarras Gualeyas” en el 2022, proyecto que integramos junto a Nadia Ojeda y Juan Martín Caraballo. Lo más valioso fue haber llevado a distintas ciudades de España y Francia nuestra música folklórica, nuestra cultura popular, y por supuesto nuestros autores y compositores entrerrianos y de Gualeguay. De repente nos vimos interpretando chamarritas y chamamés de artistas que apreciamos mucho como Hugo Duraczek, Julio Faggiana o Raúl Ponce a pasitos del Río Sena o de la Torre Eiffel.
¿Qué otras actuaciones te han traído alegría?
V.C.: Toda presentación musical es una experiencia en sí misma, siempre uno se lleva algo de ese momento y cada concierto tiene sus particularidades, por el lugar, el clima con la gente, la organización, la producción, entre otras cosas. Sí recuerdo algunos momentos recientes, quizás sean en escenarios grandes, como festivales, por ejemplo, este año estuvimos muy activos con Las Guitarras Gualeyas, en la Fiesta Nacional del Chamamé en enero en Corrientes; en febrero acompañé al acordeonista paranaense Juan Manuel Bilat en el Festival del Chamamé en Federal y, a mitad de año, también estuvimos en Buenos Aires tocando en el Auditorio del Congreso de la Nación y en el 29º Festival Guitarras del Mundo. Si Dios quiere los años que vengan traerán más experiencias similares.
¿Cuáles son tus grandes referentes y el género musical predilecto?
V.C.: Como guitarrista admiro mucho a músicos como Juan Falú y Rudi Flores; son dos estilos bien distintos y con mucha identidad que me encanta; podría escuchar un día entero sus discos y no me cansaría. Creo que responden al patrón de la música popular argentina, que es un poco estructurada y otro poco improvisada y en esa simbiosis uno se siente representado, y esto se complementa con muchos géneros, el Tango, el Folklore Norteño y de otras regiones, el Litoral, Cuyo, el Norte. Nuestro país es muy amplio y eso se corresponde con la música que se crea en cada región. Escucho además algunos grupos y músicos de la provincia y la región, a los que tengo la suerte de conocer y compartir con ellos, además de que admiro muchísimo a los colegas.
¿La música te está dando posibilidades laborales? ¿Dónde?
V.C.: No es tan fácil, trabajar con la música, depende del producto que ofrezcas; si lo pensamos como una actividad económica debería haber consumo, inversión y un circuito de actividad que sea rentable. Lamentablemente esto es posible para grupos comerciales que arman sus propuestas para ser vendidas en festivales cargados de marketing y publicidad que escapan al mero hecho artístico que es hacer música. Uno se mueve en un circuito independiente, lo que llamamos “under” que a su vez está subdividido según la música que hacés y el lugar en donde estás. En mi caso hemos podido consolidar un proyecto como Las Guitarras Gualeyas, que llevamos aproximadamente 7 años trabajando y con el que estamos activos a fuerza de mucha dedicación y sacrificio donde la mayoría de las veces, lejos está de ser redituable. Sin embargo, ese círculo independiente y autogestivo va creciendo a fuerza de pulmón y redes que se van tejiendo; ahí es donde uno puede mantenerse en actividad aunque termina poniendo mucho de sí para que un proyecto marche como quien dice, y el goce está cuando el público, los amigos, la familia y alguien que no te conoce te agradece por lo que le regalas en ese momento, que va en contraposición al consumo masivo de música al que estamos acostumbrados en la actualidad, donde todos es ruidoso, pegadizo, hecho para que dure un instante y al tiempo se esfume.
Hay un nuevo trabajo en trío; ¿quiénes lo forman?
V.C.: En este caso, este proyecto fue forjar un formato que se dio a partir de juntarnos con dos amigos muy queridos de la zona de Rosario, Gonzalo Miranda en guitarra y Fernando Brunotti en voz. Para una fecha que salió para tocar tango armamos un repertorio de temas clásicos del género y a medida que le dábamos forma dijimos “che, esto está bueno tenemos que grabarlo” y así fue como hace un año concretamos un encuentro para grabar un EP, que es un disco corto de 6 temas en este caso donde dejamos nuestras versiones de clásicos criollos.
¿Qué géneros interpretan?
V.C.: En un principio el concepto era música ciudadana y tangos específicamente, pero luego de una charla coincidimos en que la música que interpretamos y en el formato que lo hacemos, 2 guitarras y voz, responde a un formato criollo más amplio que el tango, tal es así que incluimos también una zamba, un vals instrumental y un poema recitado por Fernando.
Está muy presente la voz en las interpretaciones…
V.C.: Un oyente está acostumbrado a que la voz sea el instrumento que más se destaque, esto está bien porque es el encargado de llevar el mensaje también. En el EP, Fernando Brunotti, de Roldán es quien tiene ese papel; él es un cantor muy reconocido en su ciudad que es cercana a Rosario, tiene mucha trayectoria, más de 30 años cantando y una voz fenomenal, y con Gonzalo nos dimos el gusto de armar arreglos que instrumentalmente sean acordes al nivel del cantor, tratando de aportar ideas nuevas a temas que son conocidos.
¿Qué temas interpretan?
V.C.: El EP consiste en 6 temas; el primero es “Sobre el Pucho”, un tango viejo de Sebastián Piana y José González Castillo quien casualmente está cumpliendo 100 años; fue compuesto en 1923. El segundo tema es “Déjame estar", una zamba muy linda de Oscar Valles. En tercer lugar hicimos el vals “Sin esperanza”, de Joaquín Mora y Contursi, donde Gonzalo hizo su parte con el Guitarrón. En cuarto lugar un poema recitado por Fernando titulado “A mi barrio sur” de Nacho Wisky, luego “Casita de Belgrano”, un vals instrumental de mi autoría que quisimos dejar registrado, y, por último “Tarde” otro clásico de la música ciudadana. “Universo Criollo” es el nombre de este trabajo, lo estrenamos el 1 de noviembre en todas las plataformas por lo que cualquiera puede acceder desde su celular o la computadora si pone el título del álbum en su dispositivo. Más allá de eso, estamos proyectando hacer algunas presentaciones en vivo en ciudades cercanas; todo esto para 2024.
¿Qué proyectos tenés para el año que viene?
V.C.: Por suerte venimos cerrando el año con mucha actividad, con Las Guitarras Gualeyas estuvimos hace poco en Venado Tuerto para los festejos del Día de la Tradición que organizó la Municipalidad; realizamos un taller y concierto. Tenemos previsto realizar un concierto despedida de año y estamos hablando con algunos festivales para el verano, además de otros proyectos que tenemos en carpeta como producciones audiovisuales, grabaciones y publicaciones. Por otra parte estoy proyectando para el 2024 la grabación de mi segundo disco solista de guitarra; es algo que lleva tiempo por eso ya estoy trabajando en eso.
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