Día del Panadero: historias locales
Cada 4 de agosto se celebra el Día del Panadero, en este marco dialogamos con los hermanos Giarratana de "Churros Tete" y con Vero Córsico de Panadería Fénix.
Cada 4 de agosto se celebra el Día Nacional del Obrero Panadero, en conmemoración al 18 de julio de 1887, fecha en la que se fundó en Buenos Aires la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos, el primer sindicato de esa profesión del país.
El 4 de agosto fue reconocido oficialmente como Día Nacional del Panadero por el Congreso Nacional argentino en 1957. Desde entonces, la conmemoración de esta fecha es un clásico en la sociedad.
En este marco dialogamos con los hermanos Giarratana de "Churros Tete" y con Verónica Córsico de Panadería Fénix; para que nos comenten sus experiencias y sensaciones.
Churros Tete
"Churros Tete" es una empresa familiar que lleva diez años funcionando en nuestra ciudad. La misma está a cargo de los hermanos Gastón y Alan Giarratana, con quienes dialogamos.
"Hace 10 años que estamos en Gualeguay y venimos haciendo este trabajo todos los días, dándole un gusto a la gente, que pruebe los churros, que la mayoría nos compra siempre, gracias a Dios. Siempre dando lo mejor"
Ésta familia, según nos comentan, vino con un brazo atrás y otro adelante, desde Buenos Aires, provincia de la que son oriundos. "Nos quedamos sin empleo allá y vinimos porque mi tío Claudio vive acá. Vinimos a probar suerte, decidimos cambiar de aire, a probar suerte y el pueblo de Gualeguay nos recibió con mucha fuerza y todos los días salimos a laburar y nos da mucha satisfacción lo que hacemos"
Con lluvia, frio, calor, los hermanos salen a vender churros, recorriendo las calles de Gualeguay en sus famosas bicicletas. "Aprovechas y lo disfrutas porque aparte de vender churros salís a charlar con la gente mayor que tiene mucho más de cultura de acá y te cuenta cosas"
Asimismo, nos comentan que tienen clientes fijos, "lo que más nos compran son los chicos, ven el carro y se desesperan y eso te da una satisfacción enorme, ver a los chicos salir corriendo de las casas, pidiéndole aunque sea 20 pesos a la mama para comprar un churro es una satisfacción"
Los hermanos Giarratana además colaboran con las instituciones locales, ya que cada vez que les sobra mercadería, se acercan a las mismas (Bomberos, Hospital, Hogares), y reparten churros.
Para finalizar nos comentan que "aprendimos a elaborar churros gracias mi papa, quien nos enseñó a hacer todo y a dar todas siempre"
Panadería Fenix
Verónica Córsico, a través de su Panadería Fenix, continúa con un legado familiar, al igual que los hermanos anteriormente mencionados.
Y sobre éste legado dialogamos "llegamos a Gualeguay en el año 1979, primero estuvimos en Panadería Los Aromos en calle San Antonio Norte, y después mi papá compro la Panadería Fénix en la esquina de San Antonio. Y yo, siguiendo la cultura y costumbres de mi familia seguí y me hice cargo de la panadería en la cual estoy desde hace 20 años"
Verónica nos comenta que "Nosotros venimos de Epecuén, Provincia de Buenos Aires, un pueblo que ya no existe porque fue arrasado por la inundación". Y asimismo agregaba "Mis viejos ahí tenían una panadería y cuando pasó lo que pasó, emigramos a Gualeguay, que todo el mundo se pregunta por qué tan lejos, pero fue un negocio que le salió a mi papa"
"El oficio de panadero es un oficio que vengo mamando desde chiquita, yo estoy desde los 12 años en la panadería y la verdad que la amo. La panadería mantiene la calidad y recetas que se trajo mi familia de allá, que eso es muy importante, porque son las recetas de mi papá"