Néstor Padilla recibió el Ministerio del Acolitado
“Dios se vale de distintas y múltiples formas para el llamado vocacional”
El lunes 5 de junio a las 20 horas, en la celebración de la Misa en la Catedral de la ciudad de Gualeguaychú, el Sr. Obispo de esta diócesis, Monseñor Héctor Zordán, instituyó en el ministerio del Acolitado en el camino al diaconado permanente, a 2 integrantes de parroquias de la ciudad de Gualeguaychú juntamente con Néstor Padilla perteneciente a la Parroquia San Antonio de esta ciudad. Previo a esto habían recibido el ministerio del lectorado.
Acerca de lo que es el Ministerio del Acolitado nos habla N. Padilla:
N. P.: - Algunas de las funciones del ministro Acolitado es el servicio al altar, esto es acompañar y asistir, primordialmente en la Santa Misa, al Sacerdote u Obispo celebrante; es así que prepara el altar con el pan y el vino para que el celebrante lo presente a Dios, ofrenda que en la Consagración, por medio del Espíritu Santo, se convertirá en el Cuerpo y Sangre de Cristo. También cuando es necesario, en forma extraordinaria, puede ayudar al celebrante en la distribución de la Santa Comunión. Asimismo ante la ausencia del Sacerdote u Obispo puede hacer Celebración de la Palabra con distribución de la Comunión. Además de participar en la celebración de la Misa de la manera expresada, puede llevar la comunión a los enfermos y ancianos, exponer el Ssmo. Sacramento de la Eucaristía para la adoración de los fieles.
Más adelante agrega Néstor Padilla: -El ministerio del Acolitado no sólo consiste en hacer algunas de las actividades que antes enumeré, sino que es una forma de ser. Ministro significa servir; justamente el Acólito, al estar instituido como tal participa activamente no sólo en las celebraciones, sino en todo momento y de forma estable es Acólito, es decir servidor de Dios, pan partido como Cristo, para los hermanos. También debe vivir una espiritualidad centrada en la Eucaristía, debido a la cercanía con la misma.
-En cuanto al Ministerio del Lectorado, como el de acolitado son ministerios no ordenados que pueden recibir los laicos, por el hecho de estar bautizados. En cambio los diáconos y diáconos permanente, los sacerdotes y los obispos son ministros ordenados, porque reciben el sacramento del Orden Sagrado, dejando de ser laicos para convertirse en clérigos.
Le preguntamos al Acólito Néstor Padilla acerca de los requisitos para acceder a estos ministerios; -Reciben primeramente el llamado vocacional de parte de Dios, llamado que deben descubrir, discernir y madurar con la ayuda del Espíritu Santo, la formación humana y cristiana brindada por la Iglesia para asumir la misión que implica cada ministerio; llamado que finalmente es confirmado por el Obispo y la Iglesia. Dios se vale de distintas y múltiples formas para llamar, a veces se puede dar en el marco de una familia cristiana, en la participación en los grupos parroquiales, en medio de obras apostólicas, por medio de la amistad con personas de fe, pero también en circunstancias incluso adversas, etc. Dios llama a quien quiere, cuando quiere y como quiere. Nadie es digno de ese llamado, somos simples instrumentos para mostrar el amor de Dios a la humanidad y enseñar el camino del encuentro con Dios y con los hermanos. Dios tiene destinado un llamado, una vocación general para todos: el llamado a la vida y a la vida cristiana, mediante el Bautismo y también a vocaciones específicas, como el matrimonio, la vida consagrada, sacerdotal (estados de vida), otras particulares como los ministerios que dijimos, incluso a las distintas profesiones humanas. Vocaciones todas que implican una misión en servicio a los demás.
Hacia el final, N. Padilla manifiesta: -Con este espíritu vocacional, el Obispo nos ha invitado a celebrar un año vocacional en nuestra diócesis, que comenzó el miércoles santo de este año y se extenderá hasta igual oportunidad del 2024, para que reavivemos y despertemos nuestra vocación y puedan descubrirla los que la andan buscando y para que recemos por todas las vocaciones.