Bogdan
Dora Bogdan: su vida, su familia, su función pública
“Mi forma de trabajar es con toda la gente, porque el resultado es el de un trabajo en equipo”
Conversamos con la intendenta electa Dora Bogdan, primera mujer que accede al cargo por elecciones. En la extensa conversación estuvo presente su familia, sus compañeros de tareas, sus estudios superiores, su función pública, el potencial de trabajo de los jóvenes, el legado de Federico.
-Cuando adolescente, tenía pensado seguir estudiando; aunque mi problema era irme de mi casa, de al lado de mi papá y de mi mamá. No sé si tenía tantas ganas de irme, pero me daban la libertad de poder elegir. Es así que empecé a estudiar acá, en la Escuela Normal, porque mi papá, después de cuatro varones, cuando nacimos yo y Anita, mi papá dijo: “Qué lindo, dos mujeres; porque van a ser las dos maestras”. Y a mí me quedó lo de mi papá; era la docencia. Pero mi vida se fue apresurando, hubo cosas que tal vez el destino decide por uno. Me casé muy joven, trabajaba en Obras Sanitarias, cuando era de la Provincia. Mi trabajo en Obras Sanitarias era en el Registro de la Propiedad para actualizar los titulares registrables. Es así que empecé a conocer lo que era el Registro; se produjo un cargo vacante y en el año 1980 ingreso en el Registro de la Propiedad, en la parte administrativa, en la categoría más baja.
Un trabajo que marcó su futuro
-La verdad que descubrí mi pasión porque me encantó el trabajo que hacía. Ahí estaba Susana Meda, quien fue mi gran docente porque me enseñaba y me explicaba. Mi trabajo fue en la parte de dominio, que era lo que estaba atrasado en ese momento. Primero estuve por un contrato del Colegio de Escribanos, después por uno de la Provincia, para luego sr parte de la planta permanente. Con el paso del tiempo fui designada jefa de división, por concurso, segunda jefa no profesional.
Mientras tanto, la familia…
-Mis hijos ya estaban un poco más grandes, tenía que acompañarlos en su crecimiento y generar los recursos económicos necesarios para lo eligieran qué estudiar. Era un trabajo compartido, yo, en lo económico y ellos, en la responsabilidad del estudio. Es así que me anoté en la carrera de Abogacía, en una extensión de la Universidad de Lomas de Zamora, en Zárate. Viajé durante cinco años; me costaba mucho dejar mis chicos. La ayuda incondicional y siempre presente de mi mamá y mi hermana, quienes eran las que se hacían cargo de ellos desde el viernes hasta el sábado. La solidaridad de Mónica y de Jorge Miguez Iñarra me ayudó mucho porque iba y venía con ellos. Y si no, había que salir a la ruta a “hacer dedo”. Viajaba con chicas más jóvenes que yo; era la adulta mayor responsable de chicas de veintiuno, veintidós años.
-El doctor Ángel Guercovich tuvo una función muy importante en aquel momento, cuando le dije que empezaría a estudiar Abogacía, pues me orientaba en todo. Él decía que era un desafío inmenso, pero que si yo estaba totalmente convencida lo tenía que hacer. Fue un ángel de la guarda inmenso y muy importante para mí. Además, fue el médico que trajo mi primera nieta, Victoria. Un reconocimiento especial para él.
-Fue una satisfacción inmensa mostrar que yo era segunda escolta de la bandera por mi promedio. Además, quiero hacer notar que trabajábamos todos en equipo y fue en la época de los bonos. El gran problema era que no nos aceptaban los federales para pagar la facultad, pero gracias a la buena disposición, amistad y solidaridad de mis compañeros, podíamos solucionar el problema. A mi carrera la disfruté mucho, no sólo por la satisfacción personal, sino porque les aseguraba el futuro a mis hijos; no para regalarles las cosas, pero sí para acompañarlos y apoyarlos.
Sus madre, sus hermanos…
-Tuve la mala suerte de perder tres hermanos y tengo mi mamá de ciento dos años, hace quince años que está en cama. En el año 2006, mi hermano Humberto tenía cuarenta y nueve años cuando falleció. Algo totalmente terrible, impensado. Mi mamá quedó devastada. En el año 2008, ocurrió el fallecimiento de otro hermano, Horacio; fue un accidente. Así que, de nuevo, fue un golpe terrible para mi mamá. Fue la primera vez que le escuché decir que ¡qué familia desgraciada que éramos! Nunca lo olvidaré porque fue la primera vez que le escuché una palabra de tristeza y de un dolor tan grande. Ella decía que no podía darse el lujo de morirse porque demasiado era el dolor que teníamos nosotros como para causarnos un dolor mayor. Mi mamá siempre pensó en nosotros ante todo. En cuanto a lo de Federico, fue algo también impensado, inesperado; ¿cómo pensar en la muerte de tres hermanos?
Seguir el camino trazado por Federico…
-Siempre trato de rescatar lo bueno, porque es la manera de seguir adelante. La política no estaba en mi proyecto de vida, no me sentía movilizada por ella. Trataba de crecer profesionalmente; me había recibido de escribana, en Rosario. Mi trabajo en el Registro me ayudó a definir mi vocación, yo me siento escribana. El contacto con un trabajo ayuda a definir la vocación. Por eso, es una tarea difícil para un chico de dieciocho años encontrar su vocación, no tienen la madurez suficiente. A los chicos, en la escuela, les decía que administrar la libertad, decidir qué estudiar, qué se quiere ser para toda la vida no es tan fácil, pero es parte del crecimiento. Todos mis hijos, con esfuerzo y sacrificio, se han recibido; por eso estoy agradecida a la vida y por eso estoy en política también. Descubrí la herramienta que es la política bien utilizada, con honestidad, con trabajo, con compromiso. Mi proyecto de vida era acompañar a mi hermano Federico, quien ha plantado en Gualeguay una filosofía política; tenemos un antes y un después que la gente en Gualeguay, gracias a Dios, valora y ve lo que es la honestidad, el compromiso de trabajo. Es el camino que Federico nos marcó, el que seguimos Verónica y yo. Además, el equipo de gente es determinante, por eso hemos podido gobernar ocho años. Somos tolerantes y buena gente; como todos los seres humanos, tenemos defectos y virtudes, pero saber escuchar al otro es lo que nos ha permitido convivir, lo que no es tan fácil; la función pública tomada con responsabilidad implica mucho tiempo. La gente pide todo en el municipio; no distingue entre el estado nacional o provincial. Tampoco hay horarios, cuando la cuestión lo amerita, como la salud, cualquier hora es válida. Uno tiene que entender la urgencia del vecino, la cual no siempre se puede resolver, pero sí, al menos, tener los canales para poder concretar y satisfacer las necesidades vecinales.
-Ordenar la Municipalidad no fue tan fácil, pero no ha sido el trabajo de una sola persona, ni siquiera del gabinete, sino de todos los empleados municipales y de todo el compromiso de la gente porque hay tanto valor humano dentro del Municipio y tanto compromiso que es una maravilla y ellos sí están cobrando por seis horas. Es imposible no tener afecto con ellos y hasta con sus familias.
Sus funciones en la Municipalidad:
-Estuve en la Secretaría de Gobierno y en la Secretaría de Desarrollo Humano. Los últimos seis meses de 2019 estuve a cargo de las dos Secretarías. Trabajos totalmente distintos, pero me sentí con total comodidad. La Secretaría de Desarrollo Humano implica estar más en contacto con la gente, con otro tipo de eventos. La Secretaría de Gobierno me gustó muchísimo, era un desafío inmenso. Por ejemplo, la cuestión de las cámaras, su funcionamiento, su monitoreo, el traspaso a la policía. También el tránsito o el programa de regularización dominial para reconocer el derecho a tanta gente que no tenía el título de propiedad; tenemos alrededor de cuatrocientas escrituras regularizadas. Ahora, dentro del presupuesto, voy a tener el programa de regularización dominial con recursos municipales. Vamos a hacer un plan de pago, accesible. Tenemos que recuperar los fondos porque tenemos que llegar a otros vecinos. No puede ser que los gualeyos sean rehenes del Estado Municipal; si se les da la casa, que se les dé de verdad, no con un papelito que diga “adjudicación precaria”. Se les da la casa porque les corresponde. En el caso nuestro, todo es sorteado ante escribano público. Es decir que nosotros no hemos puesto una sola persona por amiguismo o por devolver una atención política. No creo en eso; creo en gobernar para todos los ciudadanos y no me interesan sus ideologías políticas. A partir de que yo esté de intendente, como fue en la Secretaría que estuve, mi responsabilidad será para todos los gualeyos por igual. La política es una cuestión necesaria y es buena, pero lo que no tenemos que hacer es desvirtuar la política. Cuando la gente dice que los políticos somos todos iguales, es porque no hemos usado las herramientas de la política como debemos. La misma debe ser sin favoritismos, sino sobre la base de la igualdad, hay que respetar a todos los ciudadanos. Uno tiene la obligación de cumplir lo que se ha comprometido a hacer.
-Con respecto a los planes de vivienda, uno debe ser claro y decir si alguien calificó y si no lo hizo, decir por qué. Hay un sector social que todavía no ha sido atendido desde el Municipio; hay que pensar que es muy difícil pagar un alquiler y, a la vez, la cuota de un plan.
Hacia el final de la nota, Dora Bogdan expresa:
-Para mí ha sido un honor haber sido elegida como intendente. No es fácil estar en la política, que es un mundo de hombres, aunque las mujeres nos hemos empezado a involucrar y a mí me encantaría que, dentro de cuatro años, haya muchas más mujeres. Nosotras estamos capacitadas para hacerlo, para plantear nuestros proyectos del Gualeguay que queremos hacer. Tenemos todas las condiciones y ningún tipo de impedimento. No tenemos que estar diciendo soy mujer, soy mujer y por eso tengo que ocupar algún lugar. Como mujeres tenemos que venir con el proyecto que queremos y no tenemos necesidad de decir que es porque somos mujeres. Las primeras que tenemos que considerarnos y hacernos valer somos nosotras mismas; tenemos que estar convencidas. Además, tenemos que apostar a la gente joven; estoy rodeada de todas las edades, pero la juventud me encanta porque está llena de energía, llena de ideas. Hay que tener en cuenta la era de la informática; todos los chicos han crecido con esto, lo tienen totalmente internalizado, lo explotan y les abre el mundo entero. Tenemos que apostar a eso, incluir a la gente joven, sumarla, sin egoísmo. Todo lo que se sabe y se tiene debe tener las puertas abiertas no sólo para la intendente, sino para toda la gente que la acompaña porque lo que quiero es que Gualeguay crezca, traer todo para Gualeguay, lograr lo mejor para Gualeguay y mi manera de lograrlo es con toda esa gente, porque es el resultado del trabajo en equipo.