Es Médico Veterinario, desde Base Carlini en la Antártida Argentina
Dr. Maximiliano Perier: “Estoy feliz y orgulloso de estar cumpliendo tareas científicas en la Antártida”
Me comuniqué con Maximiliano Perier, quien desde principios de diciembre está cumpliendo tareas inherentes a su formación en la Base Carlini de la Antártida Argentina. La nota nos llevó varios días porque la comunicación no es fluida debido a las interrupciones de internet; las preguntas y respuestas se entrecortaban, pero logramos armar esta nota interesante que se las entrego de corrido para que conozcan y disfruten de la tarea de este joven gualeyo.
“Mi nombre es Maximiliano Perier, egresado de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata. Empecé a venir aquí a partir de 2015, como invitado del Grupo Mamíferos, que pertenece al Grupo Predadores Tope, del Instituto Antártico Argentino, que depende de la Dirección Nacional del Antártico. Y desde entonces siempre, hasta 2019 cuando fui invernante, me quedé a lo largo de todo el año, contratado por Cancillería. Ahora estoy como invitado del Grupo Predadores Tope, dentro del cual hay varios grupos; estoy dentro de Mamíferos. Trabajo con elefantes marinos. Somos nueve los científicos que vinimos ahora; el día 16/12, estaría viajando el avión Hércules con el resto de técnicos y científicos. Dependemos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Instituto Antártico Argentino (Dirección Nacional del Antártico). Está la idea de hacer difusión, que se conozca lo que se hace.
El viaje comienza siempre en El Palomar. Este año viajamos en un avión Fokker-F28. Partimos el 4 de diciembre, hicimos escala en Comodoro Rivadavia y desde ahí hacia Río Gallegos. El día 5 salimos en otro avión, un Saab 340, de mediano porte; era la primera vez que se utilizaba. Hicimos escala en Ushuaia y de allí hasta la Base Frei, chilena. Nos esperaban unos semirrígidos en la playa que nos llevaron hasta un barco de patrulla, el Aviso Puerto Argentino, el que nos trajo, en unos 40, 50 minutos, hasta la Base Carlini que está en la Isla 25 de Mayo (en zona cercana a la Península Antártica), en la caleta Potter, frente a un glaciar, el Fourcade.
Mientras permanecemos en la base tenemos internet, pero cuando nos vamos al refugio perdemos toda comunicación. El refugio está ubicado a cuatro kilómetros y medio de la base, cerca de estos animales que se encuentran en esa zona.
En este momento hay un montón de técnicos y científicos. Estamos con unas veinte, veintidós personas de más en la base, a quienes dejó aquí el Almirante Irízar (buque antártico), porque iba a Base Esperanza y luego venía a buscarlos.
Vine por primera vez cuando viajó un amigo, por el cual me invitaron a venir, Ignacio Torcaso, cuñado del doctor Javier Negrete, nuestro jefe, quien trabajó con Alejandro Carlini. Estuve en 2015, 2016, 2017, 2018; en 2019 vine como veterinario invernante y llevé adelante el monitoreo de todos los demás proyectos, es la función del invernante, cuando se van todos los técnicos científicos de la base, a mediados, fines de marzo, abril. Se trabaja con todo, en laboratorios, en toma de muestras, en el mar, en playa.
Éste ha sido un año atípico porque yo tendría que haber venido en la PRECAV (Precampaña Antártica de Verano), que inicia en septiembre y no se pudo por un montón de motivos. Pero sí iniciamos la Campaña de Verano, así que así que el trabajo grueso, súper importante, no lo pudimos hacer este año, aunque en la Campaña de Verano tenemos otro tipo de protocolo, otro tipo de trabajo.
Dentro del Grupo Mamíferos, trabajamos dentro del refugio, en una zona protegida llamada ZAEP 132 (Zona Antártica Especialmente Protegida). Para eso, necesitamos un permiso especial que nos lo brinda la Cancillería y otros países. En el permiso consta qué trabajo vamos a hacer, el protocolo, los objetivos. El refugio está como a cinco kilómetros de la base. Ayer salimos a trabajar para hacer el primer censo completo y nos quedamos trabajando en playa, cerca del refugio. Ahí está la mayoría de la fauna, de los animales. Hace años que se lleva a cabo esta tarea; lo comenzó Alejandro Carlini, un biólogo que comenzó a trabajar sobre estos pinnípedos. Ya es fallecido y en honor a él se le cambió el nombre a la base (antes era Base Jubany).
Nos dedicamos a trabajar con estos pinnípedos-latín “pinna”, (“aleta”) y “pes” (“pie”); algo así como “aletas que también son pies”- los elefantes marinos, aquí en la Base Carlini. Hay varias ZAEP en la Antártida; nos otorgan un permiso especial a quienes trabajamos con estos animales o a los que trabajan con pingüinos. Aquí sólo estamos quienes tenemos el permiso especial de Argentina y de los países socios del Tratado Antártico. Si bien venían siempre biólogos, desde que había que pesar, trabajar con elefantes adultos vinieron también veterinarios por el manejo de las drogas, de los anestésicos.
Principalmente, el trabajo con los elefantes es el monitoreo de la población, mediante objetivos a cumplir según un protocolo. Se controla aquellos animales que vienen acá, si la población crece o disminuye. Hacemos censos; en la época de la PRECAV, vienen los animales y se forman los harenes en la playa. Empiezan a parir; somos los encargados de trabajar con los elefantitos, con las crías. Los tomamos un par de minutos para obtener muestras, los medimos, los pesamos, los marcamos. Tomamos muestras de algún bigote. Las muestras se envían a otros lugares para estudiarlas. Los veterinarios y los biólogos hacemos todos lo mismo; aprendemos las maniobras para trabajar. Nos vamos turnando en cuanto a la medición, a la sujeción del animal. Todos hacemos de todo.
La PRECAV (Precampaña Antártica de Verano) siempre se inicia en septiembre y finaliza los primeros días de diciembre, que es cuando comienza la Campaña Antártica de Verano hasta marzo. En mi caso, permaneceré hasta finales de marzo, primeros días de abril, siempre dependiendo del clima y de la logística para ser replegado al continente.
La Base Carlini es cien por ciento científica; ahora está en una transición porque la manejaba la Dirección Nacional del Antártico y parece que formaría parte del Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR), formado por las tres fuerzas armadas. La dotación de personal militar se queda a lo largo de todo el año, haciendo el mantenimiento de la base y nos brinda el apoyo logístico en la época en que llegamos, en todos los diferentes proyectos. En cuanto al Grupo Mamíferos o de Pingüinos, a menos que tengamos que ir a una isla, que es cuando nos llevan en bote, ellos no andan con nosotros porque contamos con el permiso especial ya mencionado y no pueden estar con nosotros ahí, en ese territorio. También la gente del Grupo Pingüinos tiene los permisos especiales. En cuanto a los grupos, está el Grupo Escúas, encargado de trabajar con unas aves voladoras de la zona que así se llaman. Hay, además, otros grupos: el de Fisiología, Macroalgas, Glaciología, Oceanografía, Peces, etc. Los grupos que trabajan en el agua tienen el apoyo logístico de los buzos antárticos.
El día a día en la base es lindo, no es nada fuera de lo común dentro de la dinámica de la base. Siempre se da una mano y se ayuda al prójimo en lo que sea necesario.
En lo referente a la alimentación, tenemos de lunes a viernes desayuno, almuerzo y cena. Los diferentes grupos, día a día, nos vamos turnando como ayudantes de cocina, en el armado y puesta de mesas. Se lava y se limpia todo, usando la menor cantidad de agua posible. Otra tarea, una vez a la semana o cada diez días, es la limpieza de los lugares en común de la casa nueva donde vivimos los científicos. Se ayuda en hacer agua, en la limpieza entre otras actividades. Hay separación de la basura; allí se clasifica y se paletiza para ser replegada al continente. Las mujeres y hacen lo mismo que todos nosotros.
Me gusta todo, todo en su conjunto, desde la primera vez que vine, en 2015, con el Grupo Mamíferos, en una PRECAV. Estuve unos cien días la primera vez. Todas las provisiones y víveres son suministradas por el Estado. Como ya comenté hay una transición en este momento, pero no nos hace falta nada. Siempre estamos provistos de todo; algunas cosas hay más, otras menos, por lo que hay que racionar un poco; pero siempre hemos estado muy bien, se come muy bien, muy variado. Los sábados es día de pizza, a la noche; compartimos todo, es como “obligatorio” que estemos todos en la cena. Al igual el domingo al mediodía cuando, generalmente, hay asado, cordero, lechón, chorizos, ensaladas (enlatadas o congeladas), algo de puré, papas fritas. Al pan lo hacen los cocineros, siempre casero.
En cuanto al esparcimiento, los sábados luego de las pizzas, nos quedamos compartiendo una lata de cerveza, que se entrega una por persona; se pone música, luz más suave, de colores; jugamos al truco y otros juegos, conversamos. No faltan quienes se pongan a bailar, sobre todo las chicas. Los domingos al mediodía hay una botella de vino por mesa; cada mesa está ocupada por 6 o 7 personas.
En 2016, 2017, 2018 hice PRECAV y CAV, unos 6 meses y pico. En 2019, fui invitado para ser el “invernante” en la CAI 2019 (Campaña Antártica Invernal 2019). En febrero de 2020, comenzó la pandemia y no regresé más, me quedé viviendo en Gualeguay, donde me desenvolvía laboralmente. Estuve dando clases en una capacitación en Avicultura para jóvenes y adultos, a la espera de que saliera una nueva campaña, como la que estoy cumpliendo ahora.
En esta campaña de verano, estoy compartiendo las tareas con un chico de nombre Pablo Jusín, de Ushuaia, que está haciendo el pos doctorado. Este sábado se da un nuevo integrante que es Martín Durante, un chico de La Plata, con quien ya hemos compartido otras campañas. Estos somos los tres integrantes del Grupo Mamíferos. En febrero, llegarían dos españoles, un biólogo y una veterinaria, quienes vienen a realizar sus trabajos en los que los vamos a ayudar. Y en marzo, al parecer, llegarían dos coreanos.
Graciela, con esta nota espero que todos los gualeyos se interioricen de algunas de las tareas que se realizan en la Antártida. Yo estoy orgulloso, feliz de formar parte de los grupos que día a día nos dedicamos, en nuestro caso, a los animales.
Desde aquí, les deseo ¡Felices Fiestas para todos!
Y nosotros estamos orgullosos de la tarea que realiza Maximiliano Perier
Nota realizada por la Prof. Graciela Saavedra