En Aquel Paisaje Donde Vivo
El arbolado urbano de Gualeguay
Desde hace unos 20 años o más, vengo observando al arbolado urbano en el ejido del pueblo viendo cómo éste fue modificándose a lo largo de los años.
Muchos saben la importancia de tener árboles en la vereda, pero pocos entienden las consecuencias que se generan por la falta.
Estamos en momentos críticos respecto al medio ambiente, los calores se están incrementando, la línea de los trópicos avanza hacia los polos cada vez más y las lluvias no parecen alcanzar aunque inunden campos enteros.
El caso más concreto lo estoy viendo con las consultas que me realizan clientes y amigos, todos por lo mismo, árboles ya establecidos con más de 15 años se secan, algunos con posibilidades de rebrote.
Me consultan si es por falta de agua y la respuesta es que no. Un árbol antes de morir por falta de agua presenta una defoliación en su copa. Este mecanismo de defensa es para evitar traspirar en exceso y así no deshidratarse. Elimina la mayoría de sus hojas y así regula el balance entre lo que toma y lo que evapora.
Lo que estoy viendo es que los árboles conservan sus hojas pero quemadas por el sol. Eso no se evita regándolo más seguido, eso se evita creando micro ecosistemas en las veredas, donde los árboles entre si se protegen unos con los otros.
Observen que en las mayorías de las calles del pueblo con suerte hay de 3 a 4 árboles por vereda cuando tendría que haber no menos de 2 por frentista para poder asegurar un descenso de la temperatura en las veredas, calles y frentes de las casas. Es más, muy pocas veredas tienen césped, la mayoría tienen solados desde la línea municipal hasta el cordón.
Todo indica que estamos en un muy mal camino y si no se toman las medidas necesarias, los próximos veranos vamos a sufrir más el calor y la pérdida de más árboles.
Tiene que quedar claro que la solución no está en que el municipio se apoye en entidades intermedias y pedirles que se hagan cargo de un problema, la solución está en una seria y meticulosa planificación del arbolado. No sirve plantar por plantar, hay especies determinadas para cada caso, soluciones para cada tipo de vereda y reglamentaciones que hagan que el manejo del arbolado sea sostenible en el tiempo. No matemos árboles con el afán de tirar la pelota para adelante. Tenemos que realmente ser conscientes que esto no se resuelve con voluntarismo, esto se resuelve con conocimientos y experiencias fundamentadas que aseguren que en 10 años podamos tener un pueblo techado con verde.
El otro tema está radicado en la falta de cultura del ciudadano. He visto cómo niños rompen árboles en presencia de los padres y estos no dicen nada. He visto cómo atropellan árboles recién plantados al estacionar y ni se bajan a arreglarlos, he visto cómo los tutoran y terminan ceñidos por los alambres que les ponen. Está a la vista que no sólo es una problemática política sino también social.
Nos estamos quedando sin árboles y eso si es un problema.
Diego Berardi-Técnico en jardinería, UBA