El bombardeo de noticias, la "info-toxicidad" ¡Me cansaron de ver y oír...! 4ª Entrega
Para implementar prevenciones de "infosaturación", "infotoxicidad", conductas emocionales y alteración del funcionamiento cerebral, hemos analizado en las entregas precedentes como se producen; éste es el momento de reconocer los aspectos positivos de la información y mantenerla en un saludable equilibrio.
Debido a que no sabemos cuánto va a durar el estilo de vida COVID, protegerse adecuadamente contra la pandemia informacional es tan recomendable como protegerse contra el virus. En este caso no valen el tapaboca ni el alcohol, pero sí un cierto distanciamiento de las pantallas, manejo de los tiempos e intensidades del consumo informativo; el eliminar informaciones cuya calidad sea incierta, también reconocer las manipulaciones "partido-cráticas" sobre salud-enfermedad y conductas sanitarias, protegería de las conductas persecutorias que promueven los grupos "fanáticos". Todo se alcanza con la utilización adecuada de tecnologías, lo que previene las adicciones. Es conveniente desarrollar al máximo ciertas habilidades "cibernéticas", como la atención selectiva, ágil, flexible y múltiple, adaptada a las tecnologías ("ciberprosexia") y la habilidad técnica e intelectual, para sacarles el máximo beneficio (ticopraxia). Una forma de lograr estas habilidades sería aprendiendo de nuestro jóvenes "ciberdotados" y a la vez enseñarles a prevenir las adicciones 2.0 y 3.0. La relación entre jóvenes y adultos, cuando se logra, en cualquiera de los temas, tiene el atractivo de los cambios en las miradas desde donde se flexibilizan las vidas mutuas.
El pensamiento crítico forma parte de un selecto grupo de cinco habilidades: 1) autoestima o concepto positivo de uno mismo, 2) el autocontrol, 3) la comunicación empática, 4) las habilidades sociales, y 5) el pensamiento complejo que incluye la resolución de problemas, pensamiento crítico y toma de decisiones. Con esto habrán recordado, los estimados lectores, las dimensiones de la inteligencia emocional y social. A ello, se le puede añadir, creativamente, la actitud para evitar largos tiempos de inactividad física frente a la radio, al televisor y a las pantallas en general; con eso empezaríamos a ocuparnos del sobrepeso-obesidad, favoreceríamos el trabajo de músculos y articulaciones, contribuyendo, además, a la relajación y administración de la ansiedad. ¿De qué manera se puede lograr esto? Informándose mientras se pedalea en una bicicleta fija o se camina en una cinta con ejercicio de brazos. Es una muy buena opción para manejar, también, la dependencia de series en Netflix. Esto les ayudará a regular y equilibrar los hábitos, ya que a lo negativo de la inmovilidad se le asocia lo positivo de los movimientos.
El pensamiento crítico puede aplicarse a todos los ámbitos de nuestra vida. Permite que las personas en general, estudiantes, y profesionales desarrollen competencias que favorezcan el análisis crítico de los problemas de la cotidianeidad y del quehacer profesional, pudiendo brindar soluciones prácticas y efectivas. Este pensamiento nos evitará "ahogarnos en un vaso de agua", como gráficamente se decía antes.
Dr. Bernardo "Cacho" Gandini
"La imaginación aumenta, la razón subestima y el sentido común modera".