Por Diego Larrosa De Zan - Divulgador Científico
Entrevista Científica: Nicolás Chimento
La Astronomía, de alguna u otra manera, se la relaciona con los dinosaurios porque existe una teoría que nos dice que un meteorito pudo terminar con estos grandiosos animales. Así que tuve el agrado de poder hacerle algunas preguntas al Dr. Nicolás Chimento, conozcamos un poco de él y de su ciencia.
D.L: Nicolás, haznos una reseña de tu persona
N.C: Soy nativo de Dolores (provincia de Buenos Aires). Estoy viviendo en Gualeguay desde el 2012 por cuestiones familiares. Estudié Licenciatura en Biología (con orientación en Paleontología) en la Universidad Nacional de La Plata, donde egresé y luego comencé a trabajar a través de una beca doctoral del CONICET, en el Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados (LACEV), en el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN), que es una unidad ejecutora del CONICET, y que se ubica en el Parque Centenario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Al cabo del año 2018 defendí mi tesis doctoral, donde obtuve el título de Doctor en Ciencias Naturales, también expedido por la Universidad Nacional de La Plata. Luego transité tres años trabajando en el mismo lugar, pero con una beca posdoctoral del CONICET, y actualmente estoy comenzando la Carrera de Investigador Científico, para este mismo organismo. Desde el año 2008 he publicado más de 50 artículos científicos en revistas científicas nacionales e internacionales, además de presentar varios trabajos en congresos científicos.
D.L: ¿Qué métodos utiliza para determinar la edad de los fósiles encontrados? ¿Se utiliza alguna tecnología? ¿Cuál?
N.C: Bueno, en general se utilizan dos metodologías: la datación relativa y la datación absoluta. En la primera, podemos determinar la edad de un fósil, a través de otros indicadores de la capa donde fue encontrado. Por ejemplo, existen fósiles que son encontrados en una región muy amplia, y en capas de la misma edad. A esos fósiles les decimos fósiles guía, y sirven justamente para guiarnos acerca de la edad de otro fósil o de una capa geológica determinada. En la datación absoluta se calcula la edad directamente sobre el fósil encontrado. Esto se realiza calculando el tiempo de vida media de un determinado isótopo inestable. En el caso de fósiles no tan viejos (como los grandes mamíferos de la Era de Hielo), se puede utilizar datación por Carbono 14, la cual se realiza con un pequeño fragmento del mismo hueso encontrado. En el caso de dinosaurios u otros seres muy antiguos, lo más utilizado es la datación de isótopos inestables que se encuentran en rocas con contenido volcánico, como por ejemplo las tobas. En estas rocas se realizan dataciones a través de la desintegración de Potasio en Argón, o de Uranio en Plomo.
D.L: Una vez encontrados los fósiles ¿A dónde da aviso un paleontólogo del hallazgo?
N.C: en Argentina existe la Ley 23.743 de protección del patrimonio arqueológico y paleontológico. A través de esa ley, en cada provincia existe un organismo que se encarga de regularla. Cada paleontólogo debe realizar una serie de trámites con ese ente, para pedir permiso y poder extraer los fósiles del lugar donde los vaya a encontrar. Estos trámites se hacen antes de hacer una expedición, entonces el paleontólogo ya va a buscar fósiles con el permiso correspondiente. Además de este permiso, debe solicitar permiso a los dueños de los campos donde va a explorar.
Una vez que el paleontólogo encontró y sacó los fósiles de las rocas, puede llevárselos a su laboratorio para estudiarlos durante un tiempo, pero luego deberán volver a la provincia de donde salieron, y quedarán guardados en el museo más cercano al lugar donde fueron sacados. En el caso de la provincia de Entre Ríos, ante un hallazgo, una persona puede comunicarse con el museo más cercano, con algún paleontólogo, o directamente con el Museo Antonio Serrano, de Paraná, que es el ente regulador provincial.
D.L: ¿Cuál fue el descubrimiento que más te gustó hacer? ¿Podrías contarnos, brevemente, como sucedió? Actualmente ¿Estas llevando adelante alguna investigación?
N.C: En el 2014, realizamos una expedición al Departamento El Cuy, en la provincia de Río Negro, al sur de Cipolletti. Allí encontramos varios bichos nuevos, entre ellos dos dinosaurios grandes que nombramos Taurovenator violantei (que significa Taurovenator “cazador con cuernos” y violantei “dedicado a Violante”, ya ese es el apellido del dueño del campo), y Aoniraptor libertatem (que significa Aoniraptor “ladrón del sur”, porque era un pequeño carnívoro, y libertatem del latín “independencia” ya que fue publicado científicamente en 2016, en el bicentenario de la independencia de nuestro país). En esa misma expedición yo encontré dos dinosaurios, uno es un dinosaurio nuevo que aun no tiene nombre, pero es de la misma familia que el Giganotosaurio, es decir, carnívoros más grandes que los Tyrannosaurios del hemisferio norte. El otro dinosaurio que encontré fue el Overoraptor chimentoi, que mis colegas lo publicaron en 2020 y me lo dedicaron. Es decir, que esa expedición realmente fue muy fructífera, ya que encontramos muchos dinosaurios, incluso algunos que aun hoy todavía estamos trabajando para publicarlos.
En la actualidad, estoy trabajando con algunos fósiles que hallamos en una estancia llamada La Anita, al sur del departamento Lago Argentino, en la provincia de Santa Cruz. Allí subimos a unas montañas en donde exploramos capas de aproximadamente 70 millones de años. Ya hemos ido varias veces, pero en la última expedición de marzo de 2022, encontré varios restos de mamíferos fósiles. Los mamíferos de la era de los dinosaurios son muy difíciles de encontrar. Por lo tanto, cada hallazgo es más significativo que un dinosaurio nuevo. Así que ahora estoy investigando a que grupo de mamíferos corresponden los restos que encontré.
D.L: Cuéntanos acerca de GEN gualeyo, ¿tienen proyectos para la ciudad?
N.C: este grupo surgió de la necesidad que vimos los integrantes de integrar las ciencias naturales en un espacio común. Es decir, el objetivo principal en un principio fue la creación de un lugar físico destinado a las ciencias naturales, ya se llame museo, centro de interpretación, o como sea. Esta necesidad se ve reflejada en la sociedad gualeya. Para explicarme, pensemos que hoy en día en Gualeguay hay varios espacios destinados a cuestiones que tienen que ver con el ser humano: hay un museo histórico (el Museo Ambrosetti), hay un museo cultural (el Museo Quirós), hay un Museo del Ferrocarril, un futuro Museo de las Malvinas, y además hay varios espacios culturales importantísimos, como la Biblioteca Popular, el Teatro Italia, Espacios, etc. En ningún sector hay un espacio destinado a ninguna de las ciencias naturales.
Sin embargo, en Gualeguay tenemos una alta riqueza para producir un espacio así. Por ejemplo, tenemos un Profesorado de Biología, hay una Secretaría de Medio Ambiente, hay varios profesionales egresados de universidad nacionales, como Licenciados en Biología y Geología, que residen en Gualeguay, y a pesar de todo esto, no hay un espacio para las ciencias naturales. Más allá de este espacio, cuando conformamos el grupo GEN gualeyo, comenzamos también a trabajar en otros proyectos, como constituir una reserva ecológica, proponer el arbolado urbano con árboles nativos, estuvimos trabajando en un proyecto de renombrar algunos barrios con nombres de especies de árboles nativos, y también hicimos varias salidas de campo, en búsqueda de ambientes con alta abundancia de biota nativa.