Miriam Campbell
Escucha Activa, Escucha Empática
Desde hace un tiempo quedó inaugurado, en éste matutino, un nuevo espacio tendiente al autoconocimiento y al crecimiento personal. El mismo está en manos de Miriam Campbell, Profesora de Educación Física, capacitada en Inteligencia Emocional, PNL, Neurociencias, Mindfulness, Coaching Educativo, Profesional, Deportivo y Ontológico.
Hoy Miriam nos trae la primera parte de una enseñanza basada en la escucha activa y la escucha empática. La compartimos:
Diferencia entre Oír y Escuchar: Oír es percibir las vibraciones del sonido, Oír es pasivo, oímos voces, sonidos del ambiente, etc. Mientras que escuchar es la capacidad de captar, entender e interpretar la totalidad del mensaje del interlocutor.
“Escuchar es oír + interpretar”
Escucha Activa, Escucha Empática: se trata de escuchar con la intención de comprender lo que siente la otra persona.
Para escuchar activa y empáticamente es necesario suspender temporalmente nuestra perspectiva para ver el mundo a través de los ojos de nuestro interlocutor, se trata de estar “presentes, conectados” con la otra persona.
Muchas veces nos cuesta escuchar porque andamos con prisa, cuando nos detenemos y escuchamos activamente a nuestros hijos, padres, amigos, pareja, alumnos, clientes, etc, implica que quien nos habla se siente valorado, comprendido e importante.
Es importante lograr la conexión emocional necesaria con nuestro emisor al igual que un contacto visual constante “escuchar con los oídos y con la vista”, de esta manera obtendremos más información respecto de la coherencia entre las palabras y el lenguaje corporal (gestos, posturas, movimientos).
A continuación te doy algunas recomendaciones para que tengas en cuenta a la hora de escuchar y saber si realmente tu escucha es activa y empática.
- Evita escuchar para dar soluciones, Ej: deberías hacer tal cosa.
- Evita escuchar para argumentar, Ej: responder instantáneamente.
- Evita escuchar adelantándote a lo que supones que el otro va a decir, Ej: sacar conclusiones previas sin escuchar la totalidad del mensaje, prejuicios.
- Evita sugerir, aconsejar e interrumpir para dar nuestro punto de vista.
- Incorpora luego de tu escucha el parafraseo (significa expresar con nuestras palabras lo que escuchamos), de este modo nuestro emisor validará o no lo que nosotros entendimos de su mensaje, Ej: de lo que me acabas de contar entiendo que no te quieres comprar ese vehículo por lo costoso del mantenimiento, es así?
- Luego de escuchar activamente podemos hacer preguntas de apoyo, Ej: necesitas ayuda para eso?, como se te ocurre que puedes solucionarlo?
Como última sugerencia, considero importante evitar responder con frases que inicien con “Yo…” o “A mí…” ya que si lo hacemos estaremos quitándole importancia a lo que nos están diciendo. Ej: nos dicen “el miércoles voy a ir a la peluquería”, nosotros respondemos “yo salgo a correr los miércoles” o “a mí me gusta ir a la peluquería los sábados”.
En este último ejemplo, una escucha activa y empática se logra con alguna de estas respuestas: “te vas a hacer cambio de color del pelo” “te vas a cortar el cabello”, “cuál es tu estilista”.
De este modo nuestro interlocutor gozará de nuestra total presencia y atención sobre lo que nos está compartiendo.