Gualeyos por el Mundo
Gervasio Pérez Zurdo: Europa en familia
Gervasio Pérez Zurdo, junto a su esposa y los padres de ella, recorrió lugares muy significativos de Europa con una mirada de experto ya que él vivió varios años en el Viejo Continente, a lo que suma su condición de arquitecto para ofrecer una descripción interesante.
“Llegamos a París, post Juegos Olímpicos; los trazos de la historia se encuentran latentes en cada sector de la Ciudad Luz. La intervención urbanística del arquitecto Haussmann en épocas de Napoleón III le dio la impronta de la gran capital europea. Los íconos: el Museo de Louvre, La Ópera Garnier, el Arco del Triunfo, La Iglesia de San Agustín, el Panteón, Les Invalides, etc., se encuentran hilvanados por los grandes boulevares, aperturas realizadas a mediados del siglo XIX con un código urbanístico vigente y respetado hasta el día de hoy, donde el ancho de la vía, es igual a la altura de los frentes limitado a 5 pisos más el techo estilo mansarda, balcón corrido en el segundo y quinto piso, para acentuar los puntos de fuga.
La primera noche fuimos a la Ópera, cuya fachada se encuentra en reparación, problema estético resuelto mediante una imagen en los andamios que ocultan la obra de restauración por detrás. Aspectos a observar son las nuevas tendencias en el paisajismo, especies nativas generan un ecosistema reduciendo la intervención del hombre en los nuevos espacios, contrastando con los grandes lineamientos del jardín francés donde la vegetación adquiere formas geométricas, como en los históricos Jardines de Luxemburgo, donde los jardineros se encontraban trasladando los arbustos a las organgeries, para que no los afecte el invierno. La naturaleza es parte del espacio público y en cada parque hay un vivero, para regenerar especies; hay abejas para polinizar. El tránsito es muy ordenado, los colectivos son eléctricos, al igual que gran parte de los automóviles, esto reduce la contaminación acústica, Paris se ha transformado en una ciudad silenciosa donde se escuchan los pájaros.
Nuestro próximo destino fue Milán, en el aeropuerto retiramos un vehículo para continuar en auto; recorrimos hacia el Lago di Como. De vuelta a la ciudad de la moda, cuya plaza principal es rodeada de recovas y la impronta se la otorga las dimensiones del Duomo y la galería Vittorio Emanuelle, en muchos lugares se destaca la figura de Garibaldi, el héroe de los dos mundos, que por orden de nuestro gobernador Echagüe, se le dio la ciudad de Gualeguay por cárcel y estuvo bajo el poder del capitán Millán.
Partimos hacia San Gimignano por rutas nacionales y autopistas observando la producción de la campiña italiana, desde la óptica del productor local Bartolomé Solari. Avistamos la ciudad medieval amurallada, dimos con el ingreso y un laberinto de calles, cuidadosamente intervenidas nos condujo caminando hacia la plaza principal, la ciudad de las torres, donde se encontraba un caracterizador de Dante Alighieri quien recitaba La Divina Comedia a viva voz. Nos alojamos en un hotel rural, con excepcionales vistas a la ciudad.
Camino a Cinqueterre, pasamos por Lucca, la ciudad de Giacomo Puccini. Ese trayecto, recomendado por nuestra agente de viajes Agustina Solarita que es uno de los más lindos de la Toscana, las colinas, el verde del otoño y los ingresos enmarcado en cipreses dan la sensación de encontrarse en el edén.
Llegamos a Monteresso, nos alojamos en el Hotel Spiaggia, desde donde visitamos en tren: Riomaggioire, Manarola, Corniglia y Vernazza los cinco pueblos de pescadores inmaculados al mar de Liguria.
Camino a Saint Trópez, pasamos inicialmente por las canteras de Carrara. Seguimos el camino costero en San Remo (Italia), Mentón (Francia), Montecarlo (Mónaco), Cap Ferrat y Niza (Francia), un trayecto de ensueño, que convive la montaña con el mar, generando las playas más exclusivas del viejo continente. Luego tomamos la autopista y llegamos al pintoresco y elegante pueblo de pescadores donde siempre se mantiene el espíritu de vacaciones.
Hacia Barcelona, la ciudad de las grandes ochavas, con excelentes obras del máximo exponente del art nouveau, Antonio Gaudí, quien fatalmente fue atropellado por un tranvía mientras dirigía la obra de la Sagrada Familia, de envidiable desarrollo urbanístico, traccionado por los Juegos Olímpicos del 92, es la ciudad catalana más cosmopolita.
Rumbo a Madrid hicimos un alto en Zaragoza, la tierra de Goya, donde nos impactó la Iglesia del Pilar, de monumentales dimensiones, lugar donde en el año 40 el apóstol Santiago vio aparecer la virgen María sobre un pilar de mármol, y una rica historia ligada a la historia de Aragón.
Ingresamos a la capital castellana en automóvil, por la puerta de Alcalá, Cibeles y la Gran Vía, aparcamos y, nos alojamos en el hostal Prada.
Al día siguiente visitamos el Escorial de San Lorenzo, el Valle de los Caídos, la monumental obra homenaje a la Guerra Civil española; llegamos a Segovia, visitamos el Alcázar, donde Isabel recibió la noticia que por la muerte de su hermano heredaba el trono de Castilla. Luego almorzamos en lo de Cándido, el mesero mayor de Segovia, un lugar de antaño frente al acueducto romano. Por la tarde fuimos a la Granja, el lugar de vacaciones de la realeza española, arquitectura y paisajismo francés propio de los Borbones, un lugar de ensueño donde los tonos rojizos de la vegetación le brindan un elegante colorido.”