Horst Hnos.: una vida con el servicio urbano de pasajeros
El 24 de septiembre se celebró en Argentina el Día del Colectivero porque esa fecha, es considerada como el día en que por primera vez circulaba una unidad.
Todos los 24 de septiembre se celebra en Argentina el Día del Colectivero porque esa fecha del año 1928, es considerada como el día en que por primera vez en la Ciudad de Buenos Aires circulaba un transporte colectivo de pasajeros. No era un colectivo propiamente dicho, sino que eran taxistas que, agobiados por la crisis económica mundial de la época, comenzaron a ofrecer viajes más baratos haciendo que varios clientes compartan el vehículo durante un recorrido determinado. Para conmemorar ese día conversamos con el señor Beto Horst quien es, propietario de la empresa que cubre servicio en nuestra ciudad, ahora suspendido por la pandemia.
"Hemos recibido varios saluditos en este día. Acá estamos parados, aburridos, extrañando el trabajo de todos los días. Volver a cubrir el servicio depende exclusivamente de las autoridades y del protocolo. Está todo en condiciones para arrancar, en estos momentos falta sólo la decisión política. La gente espera y me mucha pregunta, pero no depende de nosotros", comienza diciendo el señor Horst, para continuar. "hemos pasado épocas malas, pero como ésta no. Trabajamos para mantener este servicio, nos lleva mucho dinero tenerlo bien, pero aparte es un verdadero orgullo porque lo creó mi padre. Yo ya estoy jubilado, pero quiero seguir porque es parte de mi vida. A mis hijos no les interesa, así que Empresa Horst seguirá mientras estemos nosotros. Para seguir con un servicio a la calle hay que tener experiencia, `espalda´ y confianza de la gente. Tenemos dos coches en servicio, tuvimos varios, algunos ya los vendimos y los usan con otros fines comerciales"
Le preguntamos acerca de otras épocas, años atrás: "Si habremos renegado cuando nos quedábamos empantanados para llegar al Cementerio o al Hospital cuando todavía no había asfalto. Eran épocas difíciles, pero nada se le parece a lo que estamos viviendo ahora; va a costar mucho salir. Hemos llevado tres generaciones a la escuela y hay muchos que lo extrañan. Aparte es un servicio social, hemos llevado al Hogar de Niñas, Hogar San Juan Bosco, Lucecitas, y siempre a modo de colaboración, no se les cobró nada. Igual que a la gente que no podía pagar y nunca nos negamos a transportarla y muchos lo recuerdan. Teníamos clientes buenos que viajaban y cuando cobraban, pagaban, igual que a los chicos de las escuelas. Por eso se mantuvo tantos años porque se manejaba bien, buen trato con la gente, se toleraba esperando a los que venían corriendo a tomarlo, se ayudaba a bajar a quienes tenían dificultades. Lo principal para quien maneja servicio público es ser muy responsable; se llevan personas, se llevan chicos, y no todos están capacitados para este trabajo. Nosotros hacíamos cursos en el Automóvil Club de Gualeguaychú".
Más adelante conversamos acerca de la posibilidad de una línea a Puerto Ruiz: "Todo está en ponerse de acuerdo con la Municipalidad, depende de la decisión política. A los políticos no les interesa este servicio; tengo que remontarme a varias intendencias atrás para decir que lo valoraban, por ejemplo a Campaña y otros intendentes de antes que hacían refugios, ponían paradas, subían ellos y se fijaban adónde podíamos parar. Ahora ya no, van tres gestiones que demuestran desinterés. Antes el servicio era cada media hora, ahora es cada una hora. Había cuatro líneas y ahora quedó una sola y eso nunca le llamó la atención a las autoridades, nunca llamaron para preguntar qué nos pasaba".
Para finalizar recuerda su relación con la empresa Enrique: "Éramos muy amigos, seguimos siéndolo con los dueños de antes; hasta nos prestábamos unidades cuando alguna tenía dificultades, nunca hubo rivalidad. Nos juntábamos para trasladar pasajeros cuando había una fiesta, un baile en algún lugar alejado. Ahora hemos quedado solos y esperando que nos autoricen a salir. Nosotros estamos preparados".