Razón Crítica
Inflación, democracia y república
Más allá de la insólita alegría del legislador perteneciente al Frente de Todos, Carlos Heller, por una inflación acumulada en 2022 del 94,8% y el hecho de haberle ganado una apuesta por un lechón al economista y Diputado de JxC Luciano Laspina, dado que el índice inflacionario no llegó a las tres cifras como este último había proyectado, estamos presenciando como ciudadanos la alienación constante de la clase política con respecto a la situación económica de la calle, de los barrios y del cotidiano social de la ciudadanía.
Esta abstracción con respecto a la realidad de parte de muchísimos funcionarios públicos exhibe, a su vez, la enorme ignorancia que mantienen en relación a las consecuencias que sus actos generan.
Repasemos: la tasa de variación anual del IPC en Argentina en diciembre de 2022 ha sido del 94,8%, 2,4 puntos superior a la del mes anterior. La variación mensual del IPC (Índice de Precios al Consumo) ha sido del 5,1%, de forma que la inflación acumulada en 2022 es del 94,8la tasa de variación anual del IPC en Argentina en diciembre de 2022 ha sido del 94,8%, 2,4 puntos superior a la del mes anterior. La variación mensual del IPC (Índice de Precios al Consumo) ha sido del 5,1%, de forma que la inflación acumulada en 2022 es del 94,8% (Fuente: www.datosmacro.com). Nada que festejar.
La inflación de este calibre rompe cualquier tipo de proyección positiva y vuelve el día a día para muchos sectores de la ciudadanía, sobre todo los más vulnerables, una tarea constante de supervivencia. ¿Qué tipo de expectativas piensa la clase política que le está brindando, con estos números inflacionarios, a estas personas para progresar? ¿Es factible sostener los puntos más importantes del acuerdo democrático en estos términos cuando cada vez es más duro para diversos segmentos sociales el hecho de cumplimentar cuatro comidas diarias? ¿Cómo explicarle a esta parte de la ciudadanía la importancia del deber republicano cuando la dirigencia de turno no hace más que dificultarle un objetivo tan básico como conseguir alimentarse?.
En los interrogantes del párrafo anterior están algunas de las cuestiones más importantes a considerar. Una de ellas es el hecho de dejar de reflexionar a propósito de la inflación en términos únicamente económicos. Debería quedar en claro que mantener los índices macro estables es una meta indispensable para consolidar el régimen republicano. Es inviable pensar en un estilo de vida democrático con beneficios para todos si la macroeconomía lo único que hace es acrecentar la brecha entre los diferentes sectores que componen la sociedad en Argentina.
La responsabilidad de los políticos para llevar adelante las cuentas nacionales va más allá de una mera cuestión burocrática o de gestión estrictamente numérica. Es fundamental que las cúpulas del poder estatal reflexionen sobre sus compromisos cívicos y comprendan que la administración de la cosa pública en el contexto del régimen republicano es una acción clave en el mantenimiento y fortalecimiento de este último.
En fin, ante estos números inflacionarios no hay nada que festejar ni para “chicanear”, la realidad golpea de forma dura a muchos ciudadanos y es parte de la función de los políticos el objetivo de transformar la realidad para mejorar el cotidiano de las personas, tema que con una inflación en estos términos es imposible.