Internas políticas e incertidumbre
"Certidumbre. Gestionar crisis es aportar certidumbre. Esto trae una exigencia fundamental para el sistema político y también para el sistema de medios.
La gestión de crisis y la gestión de comunicación de crisis es la capacidad de una organización de reducir o prever los factores de riesgo e incertidumbre respecto del futuro, de forma que se capacite para asumir de manera rápida y eficaz las operaciones de comunicación que contribuyan a reducir o eliminar los efectos negativos que una crisis desencadena". En esta columna, desde los comienzos de la vigente pandemia, se insiste con este concepto de Mario Riorda (académico, politólogo, especialista en comunicación política y asesor argentino). La razón es que uno de los elementos que necesita la ciudadanía para poder desenvolverse y tolerar este contexto tan adverso es la certidumbre. La misma debe configurarse y comunicarse desde las autoridades administrativas del Estado como un faro en el horizonte, como un mapa a seguir y como un modelo de acción. En la medida en que la sociedad civil no cuente con las certezas necesarias para poder actuar, se le hará cada vez más difícil a las autoridades gestionar una situación que de por sí ya es sumamente compleja.
Durante esta semana se conoció la supuesta interna entre el Ministro de Economía, Martín Guzmán, y el Subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo. Según cuenta el periodista Fernando Krakowiak para el medio EconoJournal, el titular de Economía y el funcionario de Energía vienen manteniendo un duro enfrentamiento desde hace meses por la manera en que debe avanzarse con el descongelamiento tarifario. Guzmán explicitó en varias ocasiones que, debido a la delicada situación fiscal, este año los subsidios energéticos deberán permanecer sin cambios con relación al Producto Interno Bruto, tal como está previsto en la ley de Presupuesto. Para lograr ese objetivo, el aumento debería acompañar a la inflación. Por su parte, Basualdo, en una entrevista con EconoJournal publicada el 7 de abril, desafió abiertamente al ministro al asegurar que "las tarifas de Edenor y Edesur pueden subir un 7%, un 9% o directamente pueden no aumentar".
Trátese de una operación mediático-política o de una verdadera interna dentro de la coalición oficialista, lo cierto es, a mi entender, que el Gobierno debería evitar que este tipo de situaciones lleguen a la agenda pública nacional. En este entorno complicado, las disputas tendrían que resolverse puertas para adentro. La ciudadanía necesita un gabinete sólido y que se muestre como tal para dirigir al país en la peor crisis sanitaria del siglo XXI. La situación empeora si consideramos que muchas de las versiones circulantes al respecto (como la que comenta Krakowiak: que el Ministro Guzmán fue el gestor de la jugada al comunicarle el jueves al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que no puede trabajar junto a un subordinado que no solo no obedece sus directivas sino que las boicotea) se filtraron a los medios desde las mismas instituciones gubernamentales. La mesura es fundamental. El Gobierno y los funcionarios implicados deberían desactivar a futuro estos tipos de contingencias mediante, por ejemplo, conferencias públicas. No debe haber lugar para la incertidumbre, menos aún en un campo tan sensible para la sociedad como el energético.
Vale decir que en un contexto de crisis, la certidumbre es legitimidad. Es decir, en un ambiente social difícil de pandemia y dificultades económicas, la legitimidad que les otorgan las urnas a las autoridades democráticas debe ser reafirmada continuamente para tomar las decisiones adecuadas en pos del bienestar de las personas. En la medida en que reine la incertidumbre, la gestión de crisis se hace cada vez más complicada. Lo cual repercute negativamente en toda la sociedad.
Julián Lazo Stegeman