Jardín “Bichitos”, 10 años viendo crecer, jugar y aprender a los más pequeños

-La idea del Bichitos jardín maternal surgió de un grupo de compañeras que ya habíamos trabajado juntas y nos planteamos la posibilidad de tener un horario más amplio. Así comenzamos en calle Islas Malvinas, a media cuadra de Banco Entre Ríos, un 1º de febrero de 2012, con un horario de corrido de 8 a 20 hs. Con mucha ilusión pusimos en marcha el proyecto y no recuerdo bien hasta qué año estuvimos ahí, pero luego nos mudamos a calle J. J. Parachú, frente a Escuela Normal, donde extendimos el horario de 7 a 20 hs. Ya ahí surgió la idea de hacer contraturno con preescolar, más que nada por el tema de los horarios laborales de los padres. Hoy muchas familias trabajan horario de comercio, entonces algunos niños iban con nosotras en otro turno o completaban el horario a la salida de la escuela. La mayoría de nuestros alumnos son hermanos de niños que van a la Escuela Normal, entonces esto le facilita a la familia. Dejan a los hijos en la misma zona.

Más adelante expresó: -En estos años hemos recibido niños a partir de un año; verlos crecer con nosotras es un regalo inmenso. Nuestra enseñanza va siempre desde el juego. Los niños van a jugar y en el juego van aprendiendo a compartir, a respetar a sus pares, sus primeras palabras, sus primeros pasos. Siempre acompañándolos y en comunicación constante con las familias que nos han confiado en nosotros durante tantos años, 10 años no es poco, pero aún queda camino por recorrer.

Sin lugar a dudas, el COVID afectó a todos los sectores de la sociedad, de una u otra forma. Agostina nos comentó cómo salieron adelante: -En éste último tiempo, cómo a todos, nos afectó esta pandemia interminable que nos hizo muy difícil sostenernos, ya que fuimos los primeros en cerrar y casi los últimos en volver a trabajar. Sabiendo que los niños fueron los que más estuvieron encerrados cumpliendo el protocolo, con la angustia de no saber qué estaba pasando, no bajamos los brazos y luchamos por la apertura de los jardines. En ese entonces fue Federico Bogdan quién nos recibió y escuchó lo que nos estaba pasando. Ya era insostenible seguir esperando sin tener ingresos y a los chicos sin poder interactuar con sus pares y aprender. Y acá es cuando yo personalmente debo agradecer con el corazón a quién fue nuestro intendente que supo ponerse en nuestro lugar y hacer lo posible para que pudiéramos volver. Regresamos a mediados de agosto de 2020 como talleres, ya que en la provincia, como en muchos otros lugares no se permitía volver a ser jardines. Ya para octubre nos volvieron a cerrar por que la situación era complicada por el COVID. Y en medio de eso nuestro intendente que nos dejaba. Una gran pérdida. Un gran ser humano.

Luego agregó: -Un tiempo después pudimos volver con horario reducido y con pocos niños, haciendo malabares para poder cubrir gastos. En 2021 arrancamos con mucha ilusión, pero con miedo. Todavía lo peor no había pasado. Tuvimos otro cierre en junio, pero luego pudimos seguir trabajando hasta finalizar el año, siempre aplicando los protocolos, tapabocas, alcohol y mucha higiene. Así logramos tener un mínimo de contagios.

Con la mirada en este 2022: -Para éste 2022 tenemos la esperanza de que con las vacunas y refuerzos logremos superar ésta pandemia que nos ha llevado amigos, familiares, conocidos. Y que no salgamos de ella sin haber aprendido mucho. Que debemos cuidarnos, que debemos estar unidos, que debemos respetarnos.

Agostina Telias finalizó diciendo: -Tenemos mucho por agradecer en estos 10 años y sobre todo en éste último tiempo que ha resultado tan difícil para todos. ¡Gracias a nuestras familias, a nuestros alumnos, a mis queridas seños, de todas he aprendido tanto! ¡Gracias a todas esas personas que no nos dejaron bajar los brazos! ¡Gracias, gracias...! Y quisiera finalizar con una frase sobre lo importante que son los jardines maternales en el crecimiento de los niños: “El jugar no es un descanso del aprendizaje. Es un aprendizaje interminable, encantador, profundo, atractivo y práctico. Es la puerta al corazón de un niño”.