Julieta Rodríguez
Julieta Rodríguez recupera favorablemente su estado de salud
La docente Julieta Rodríguez, quien a mediados de este año se le detectó leucemia de tipo agudo, actualmente se encuentra en tratamiento periódico en Paraná, aunque alterna con altas, que las realiza en su vivienda de Gualeguay.
En este sentido, pudimos entrevistarla en su hogar, junto a sus familiares, y nos brindó detalles sobre su estado de salud y el proceso de recuperación.
En el comienzo, Julieta, relata: “Lo que me pasó, al principio, fue que empecé a sentirme muy cansada. Pensé que era algo normal, por el trabajo, por una serie de cuestiones, hasta que llegué a un momento en que me sentía muy agitada, necesitaba dormir todo el tiempo. Y nunca imaginé que lo que padecía podía tratarse de una importante anemia. Hasta que en un momento empecé a tener desmayos, que fueron dos, y ahí fue cuando me preocupé. Hice una consulta a un médico y me dijo que concurriera al hospital que ahí te van a saber decir bien lo que padecía porque él no es especialista. Eso hice y lo que pasó fue que me dejaron internada, en observación. Después, debido a que los análisis no habían tenido buenos resultados, me dijeron estaba muy anémica y que iban a realizarme dos transfusiones de sangre. Y, al otro día me dijeron, que mi estado de salud no estaba bien, y que era necesario que me derivaran a otro nosocomio. No sabía lo que me estaba pasando, tampoco el diagnóstico. Creo que los médicos se daban una idea de lo que podía ser, pero no me lo dijeron en el momento. Me trasladaron al sanatorio ‘La Entrerriana’ en la ciudad de Paraná”.
En este sentido, agregó: “Allí recibí tres transfusiones más, es decir, que en total fueron cinco en 24 horas. A la noche, la médica que me estaba atendiendo se acerca a nosotras, a mi madre y a mi, con toda la preparación que ellos tienen y nos dice el diagnóstico que era leucemia aguda. Eso fue un golpe emocional importante para nosotros, porque nos tomó de sorpresa. Yo me imaginaba que sólo era una anemia, pero nunca una leucemia. Fue un proceso aceptarlo, pero lo tomo como un aprendizaje. Para mí la leucemia no es una enfermedad, sino que es un aprendizaje para la vida porque gracias a eso empecé a valorar muchas cosas que antes no las tenía en cuenta y, a la vez, me hacía problemas por otros asuntos que no tenía ningún sentido tenerlos. Es decir, me estaba por morir, en poco tiempo, y tomé conciencia de la importancia de muchas cuestiones valiosas de la vida. Y no me quedó otra alternativa que hacerme fuerte y empezar este camino de recuperación, que es día a día, como un camino de hormiguita, a empezar con la medicación y la quimioterapia”.
“Quienes estamos enfermos de leucemia nos podemos recuperar, existen muchas opciones para ello, de acuerdo al grado que la enfermedad”, destacó Julieta. “Por suerte todavía no he llegado al trasplante de médula ósea, pero existe esa posibilidad. Por ahora estamos haciendo el tratamiento de quimio”.
Acerca de los costos económicos que debe afrontar en esta instancia de recuperación, Rodríguez, señaló: “Si bien mi obra social cubre una parte importante del tratamiento, muchos otros gastos extras hay que tenerlos en cuenta y lógicamente hay que tener el dinero para poder sobrellevar todo. Mi mamá me acompaña en mi recuperación, en la cual ella tiene que movilizarse en Paraná, alimentarse y estar fuerte emocionalmente también para estar conmigo y todo eso conlleva un montón de gastos. También hay servicios de especialistas que la obra social no cubre y necesitamos realizar algunos estudios y eso tiene un costo importante”.
La docente destacó el agradecimiento “infinito, es hacia quienes se comunicaron conmigo, a mis compañeras, amigas. No podía tener dimensión o ser consciente de la repercusión que tuvo mi caso en Gualeguay. No podía creer que gente que ni me conocía colaboró conmigo. Estoy infinitamente agradecida con cada una de esas personas que estuvieron conmigo de una u otra manera”.
“El tratamiento consta dos años, aproximadamente, aunque con internación, mínimamente, me demanda seis meses”, precisó. “Ahora tengo que internarme nuevamente por cinco días; después me otorgan otros días de descanso. Luego vuelvo para internarme. Ahora todo es un poquito más aliviado pero al principio fue algo muy cansador porque estuve casi un mes y medio internada sin poder salir, sin poder ver a nadie, más que a mis cuidadores”.
Finalmente, Julieta Rodríguez, manifestó: “Tengo dos hijos varones: Augusto de 11 años y Fausto de 6 años. Para ellos también fue un proceso entender, comprender la situación. Igualmente siempre se les habló con la verdad, nunca les escondimos nada; les conté lo que podía pasar y ellos a su manera lo entendieron”.