Política
Juntos, pero no revueltos
Las primeras definiciones de cara a las elecciones de 2023 comenzaron a darse en Entre Ríos por estos días.
Ya se sabía, y así lo habían manifestado los propios candidatos, que Rogelio Frigerio y Pedro Galimberti iban a disputar la candidatura a la gobernación dentro de Juntos por Entre Ríos en una virtual “segunda vuelta” tras los resultados arrojados por las generales legislativas del año pasado, aunque la definición de Galimberti faltaba concretarse.
Finalmente esto se dio el sábado de la semana pasada al cabo del encuentro provincial de Entre Ríos Cambia que tuvo lugar en Villaguay. Allí Galimberti fue proclamado precandidato a gobernador por ese espacio.
Ese mismo sábado, en la Ciudad de La Paz, Evolución Radical reunió a militantes y dirigentes de todos los departamentos de la provincia con la presencia del senador nacional Martín Lousteau y el diputado Rogelio Frigerio. Estuvieron presentes legisladores nacionales, intendentes, militantes y simpatizantes.
De nuestra ciudad participaron la diputada nacional Marcela Antola, la Secretaria de Desarrollo Humano, Dora Bogdan, y el jefe del bloque de concejales de Juntos por el Cambio, Efraín Martínez Epele, entre otros, enrolados en Evolución. También se dieron cita la intendente Verónica Berisso y el coordinador de gabinete Casiano Otaegui, del lado de Frigerio.
En ese marco, Lousteau habló sobre la importancia del radicalismo dentro de Juntos por el Cambio y afirmó que apoyará al actual diputado nacional Rogelio Frigerio como pre candidato a gobernador de Entre Ríos.
Lousteau, quien ya en su paso por Gualeguay antes de las legislativas nacionales había señalado que no se iba a meter en la interna de Juntos por Entre Ríos metió, sin embargo, la cuchara y de esas negociaciones derivó la candidatura de Marcela Antola quien terminó finalmente ocupado la banca nacional. Previamente a eso se había barajado la posibilidad de que Dora Bogdan fuera la candidata, que finalmente no prosperó.
Ahora Lousteau nuevamente interviene en la interna de Juntos por Entre Ríos brindando su apoyo a Frigerio. El radical tiene tropa propia, pero no le alcanza. No busca disputarle la precandidatura a Frigerio, sino hacer crecer su espacio.
Del otro lado, Galimberti alinea detrás a una serie de referentes radicales que, si bien respetan las definiciones de mantenerse al interior del frente, no están dispuestos a ceder esta vez los lugares de mayor relevancia ejecutiva en favor de un no radical.
“El radicalismo debe ser la columna vertebral de Junto por el Cambio”, vienen diciendo desde hace años, tras el poco protagonismo que el centenario partido logró tener durante la era Macri y que, en Entre Ríos, al entender de algunos, se vio en gran parte relegado debido a las gestiones del entonces Ministro del Interior, Rogelio Frigerio .
Tras el apoyo de Lousteau a la candidatura de Frigerio, Galimberti salió a cruzar al líder de Evolución por decir que “la UCR debía tener candidatos propios” y luego apoyar la candidatura del ex ministro nacional.
Otra cosa es el peronismo que no gana para disgustos.
La complicada situación económica y social, que impacta de lleno en la imagen de sus principales referentes y que, lamentablemente, parece no tener piso, amenaza a los caudillos provinciales y locales a ser arrastrados por esa marea. Nadie olvida el duro traspié electoral que sufrió el oficialismo en las legislativas nacionales pasadas, que a duras penas logró salvar la ropa en las generales.
Y, si bien la situación ya era grave, actualmente es mucho peor aún. Nadie realista podría sacar un buen pronóstico de eso, salvo que el chamuscado gobierno nacional logre reencauzar el rumbo lo cual a esta altura, faltando tan poco tiempo para las elecciones y con el desgaste en su capital político debido más al fuego amigo que a la oposición, parece lejano.
Frente a eso, desde el gobierno provincial cuentan todavía con una posibilidad de despegarse un poco de ese panorama desolador: desdoblar las elecciones. Esa carta, que parecía seguro que se iba a jugar hasta los primeros meses de este año, comenzó a ponerse en tela de juicio debido al crecimiento del ala liberal, con Milei a la cabeza, que podría allanarle el camino al oficialismo para dividir a la oposición. La fuga de votos de Juntos por el Cambio hacia esas fuerzas le daría alguna chance al gobierno nacional y provincial de disputar más holgadamente el resultado electoral.
Sin embargo, esta semana Bordet sorprendió al anticipar que consultará con todas las fuerzas políticas si los comicios provinciales se realizarán en simultáneo con los nacionales o se desdoblarán, pese a que la constitución le permite decidir con su firma.
Lo cierto es que el mal de “puertas cerradas” parece asolar al PJ en todos lados. A nivel local la tragicómica escena de la puerta con candado y los ¿dos? virtuales presidentes no dista mucho de lo que, al menos algunos, perciben de la realidad provincial.
En ese sentido, con la presencia del secretario general de la CGT Gualeguay, Aníbal Brugna, la Corriente Político Sindical de Entre Ríos mantuvo una reunión días atrás en la que debatieron a situación económica y social del país.
En ese marco, deslizaron críticas a la CGT nacional y al PJ. A la primera le exigieron que “se ponga al frente para resolver los problemas de los trabajadores y no se dedique a especulaciones politiqueras”.
Mientras, al PJ le endilgaron que “no debe tener un `patrón de estancia´, sino que debe garantizar la plena participación de los militantes tanto para dar respuesta en la calle como para conformar las candidaturas en los momentos electorales”.
“En los últimos años, sobre todo en el periodo del nefasto neoliberalismo las instituciones del partido justicialista de Entre Ríos estuvieron y están cerradas bajo siete llaves, se tomaron decisiones dentro de `un ascensor´ obstruyendo cualquier forma de opinión”, reclamaron.
En el oficialismo provincial ya hay varios anotados para la gobernación pero prefieren ser cautos. Con la grave crisis económica y social prefieren no agitar las aguas de cara a la sociedad.
Habrá que ver cómo se define el escenario electoral para el próximo año, pero algo es seguro: Al final de las internas y discusiones la boleta los encontrará juntos, pero no revueltos.
Rodrigo Cassella