La Nota Clara
La Escuela en 40 años de democracia
Fuimos en busca de la visión del profesor Aldo Riquelme, quien desarrolla actividad en la D.D.E. Hablamos de la Escuela con todo lo que significa y simboliza.
-¿Cómo observar la Escuela en estos 40 años de democracia?
-Yo creo que es importante resaltar que la escuela juega un rol social, comunitario y cultural esencial dentro del sistema democrático. No me refiero a una situación ideal o potencial, sino a hechos concretos de lo que la escuela representa para la construcción de esta sociedad. Esto se puede visibilizar claramente en la necesidad de una escuela presencial, de la necesidad de encuentro y del rol tan importante en tiempos de pandemia. El lugar de la escuela sigue siendo no solo el de enseñar, sino también transmitir la cultura y habilitar un espacio de encuentro, de sociabilización, de debate, de construcción de la autonomía, pero también del respeto por otras y otros. El estado ha sido siempre y sigue siendo fundamental para sostener esta tarea.
-Y desde 1983 a hoy, ¿que se observa?
-Desde el retorno democrático, se han dado diferentes momentos de discusión pedagógica abierta, plural. Diferentes proyectos conforman la historia de nuestra educación y siempre fue el Estado quién pensó, planifico, proyectó y ejecutó- ejecuta un modelo educativo siempre inclusivo que merece el reconocimiento en otros países del mundo. Por ejemplo, la reforma de 2006 fue el resultado de estos debates profundos multisectoriales, lo que permitió la sanción de esta ley actual siendo un salto importantísimo en la consideración de la educación como derecho. La escuela actual se amplió y permitió romper con una idea de escuela secundaria que segmenta socialmente o que estaba dirigida a un solo sector social. La obligatoriedad del nivel secundario implicó una ampliación de derechos y la llegada de la escuela secundaria a lugares donde no estaba esa posibilidad. Pensemos que esta posibilidad se empezó a construir en el `93 con la Ley Federal, y seguro que recordarás que establecía la obligatoriedad hasta el noveno año de aquel EGB3. Después, la Ley Nacional 26206 reformuló el EGB y estableció el nivel secundario también conocido como nivel medio.
-Transcurrió un tiempo con esas propuestas. ¿Cómo quedó el escenario educativo?
-La discusión no era sólo que más gurises estén dentro de la escuela, sino también que se ponían a jugar otras cuestiones tales pensar en cómo integrar el nivel secundario a un mundo más dinámico, que exigía otros saberes articulados con el mundo laboral. Pero quiero aclarar que es una de las preocupaciones del sistema educativo y que sigue siendo tema de debate, pero también de avances como la instalación ya de las TIC o más actualmente de la robótica, además de que enseñar matemática, lengua, ciencias naturales o ciencias sociales no es sólo repetir cierta información estudiada, sino poder pensar en cómo, dónde, con quiénes y de qué manera vivimos. Es pensar la matemática aplicada, la alfabetización, la lectura y escritura como modo de interpretar el mundo social o ser parte de estudios superiores, vivir en comunidad, habitar un contexto natural y respetar esos modos.
-Hoy, ¿cómo es entonces?
-Vos me preguntás esto y yo te digo, es menuda tarea la de la escuela, pero como dicen algunos autores, la escuela no lo puede todo y mucho menos lo puede sola. En este sentido también operan los medios de comunicación, las redes sociales, los modos de convivencia cotidiana. Nuestros gurises y gurisas no viven aislados y el único lugar que sigue siendo el espacio donde trasmitir la cultura a todas y todos es la escuela, con sus defectos y virtudes. Caer en la nostalgia del “pasado era mejor” puede ser un error de interpretación y también cae en el lugar común de pensar que lo que vivimos era mejor que lo de ahora. Tampoco digo que lo nuevo sea mejor, pero puedo dar ejemplos de cosas que hoy aportan a esa vida común que llamamos el lazo social. Por ejemplo, hoy las escuelas tienen dos normas que se dan a sí mismas, que elaboran poniendo en debate la propia historia, el presente y el futuro deseable, normas que son o suelen ser debatidas por la comunidad educativa y que proponen reglas del juego o planifican la enseñanza. Un de ellas es el Proyecto Político Pedagógico, antes llamado PEI, el que para decirlo de alguna manera aborda la planificación pedagógica de la escuela. Por otro lado lo que madres y padres pueden conocer mejor, que es el Acuerdo Escolar de Convivencia, que antes llamaba código, pero que ahora con la idea de acuerdo, pone el eje justamente en el sentido democrático y cooperativo de las pautas de convivencia.
-Asimismo, decía antes, “la escuela no lo puede todo” y hay un avance en ese sentido a nivel nacional, provincial, pero también a nivel local, cuando hablamos de cómo abordar los problemas sociales que impactan en la escuela. Entonces aparece la noción de redes comunitarias, mesas de acuerdo y corresponsabilidad donde todos los organismos ponen algo en la discusión de cómo acompañar estas niñeces y adolescencias tan diversas, desde la salud, la educación, la seguridad y la convivencia. Obvio que en esa mesa siempre la familia o mejor dicho las familias en todos sus modos, son parte importante de este escenario.
-Volvamos al inicio, el de la Escuela en esta Democracia…
-Hemos avanzado en Democracia, no hay un retroceso. Claro que hay problemas, pero se abordan desde distintos enfoques, desde distintas aristas, con diferentes actores. En democracia se ha dado la posibilidad de tener derecho a la educación a niñas y niños de cuatro años hasta los adultos. La escuela llega a lugares lejanos y allí hay docentes enseñando. La escuela aborda procesos de inclusión y cada vez más trabaja con la heterogeneidad. Los docentes estamos aprendiendo todo el tiempo como incluir de manera amplia, nos capacitamos para enseñar saberes transversales muy necesarios como ESI o derechos humanos, estamos enfocados en favorecer la autonomía de estos sujetos que van a la escuela para que puedan desempeñarse de manera óptima en el mundo actual. Las escuelas tienen las puertas abiertas para dialogar, para construir lazos con la comunidad y no para encerrarse. La escuela sigue siendo el espacio donde desde la niñez se construye solidaridad, socialización, respeto y otros valores que son cada vez más necesarios. Pero sigo diciendo que la escuela no puede sola, entonces a 40 años de democracia, resulta mejor entender que juzgar, acompañar que criticar y nos parece necesario comprometernos todas y todos en la tarea de defender la educación pública, la cual formó a muchas y muchos de las y los mejores representantes de nuestro país.