En vísperas del 8 de marzo: “Día Internacional de la Mujer”
La mujer es pasión, dulzura, lucha y fortaleza
El Día Internacional de la Mujer conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona. Como homenaje entregamos diálogos con mujeres de Gualeguay que saben de lucha, de trabajo, de recreaciones, de empatía, de pasión en distintos ámbitos del quehacer social.
Nora Cirigliano, una madre que sabe de lucha y aprendizaje
Para comenzar el diálogo nos dice:
N.C.: -Soy Mecánica Dental, ¡mamá de Gimena (30) y Martín de (25)!!! Ejercí la profesión antes de naciera Martín. Luego, junto con mi esposo decidimos dedicar horario completo a ser ama de casa, dedicarme a que Gimena empezaba la primaria y a las estipulaciones tempranas de Martín, algo que tratábamos de hacerlo en familia, ya que el día de hoy creo que fue muy acertada.
¿Cómo fue la primera etapa con Martín?
N.C.: -La primera etapa fue de aprendizaje familiar para complementar la estimulación de su psicopedagoga en nuestra casa, aprender y conocer sobre el diagnóstico Síndrome de Down. En ese momento, hace 25 años, no era nada fácil, pero tratábamos de aprender nosotros de él, y él de nosotros. Luego nos fuimos abriendo a familias con el mismo diagnóstico de Martín.
Estás muy involucrada en ASDGguay. ¿Cómo fue formándose la institución?
N.C.: Surgió de la inquietud de unas familias que queríamos saber mucho más sobre los derechos de los niños Down, entablar charlas y experiencias con las familias de los más grandes, y así, en conjunto pudimos pensar en formar nuestra querida asociación que este año cumple 23 años. Es así que junto Alicia, Mela, Analía, Emma, Rosa, Dora, se creó la Asociación Síndrome de Down y a la que luego se sumaron las familias de cada chico, entre ellas Mary, Estela y comenzamos la búsqueda de un local para desarrollar las actividades. Así es que se nos dio la posibilidad en el Mercado Modelo donde año a año vamos creciendo lo que significado una tarea muy importante ya que no contamos con ningún subsidio, por lo tanto es el día a día para hacer de el lugar de ELLOS una segunda casa. No todo fue color de rosa, pero si vale mucho la pena seguir cuando los logros lo ves en ellos. Me siento muy participe de cada uno y nos involucramos mucho; los hemos visto crecer y hoy en día ser jóvenes- adultos. Se trabaja mucho para la independencia y la parte laboral que es algo difícil, pero no imposible
Las mamis y colaboradoras son “de fierro”; hemos armado un gran equipo para siempre ir sumando y aportando ideas nuevas; eso nos sirve mucho.
Hablemos de Martín…
N.C.: - A Martín le gusta mucho la parte deportiva, es por eso que desde los 4 años asiste a gimnasia artística; siempre se mostró muy activo en todo lo que hacía su hermana y se sumaba también. Es así que cuando se armó el equipo adaptado él empezó asistir participando de los juegos Evita en atletismo, natación, bala. Hace 9 años que sale en la comparsa K'Rumbay, algo que él disfruta con sus pares y con personas de lujo, dándole siempre un lugar. En este año que pasó fue muy movido en la parte deportiva (fútsal y gimnasia) y ya ahora preparándose para una nueva experiencia , siempre en compañía de su entrenador. Del 20 al 25 de marzo es el Tri21 en CENAR, la fiesta internacional de los deportistas con Síndrome de Down a la cual asistirá con su entrenador.
Para finalizar, Nora Cirigliano expresa: -Estoy muy conforme con todo lo logrado con mi hijo y con todos los chicos que se acercan a la asociación, al igual que muy agradecida a las otras madres, colaboradores y a las personas en general que se acercan a nosotros.
Vanesa Borro, docente, bailarina, tejedora, que ama todo lo que hace
Vanesa Borro es una mujer que ama todo lo que realiza, se entrega con pasión a cada tarea, ya sea al trabajo, como a la recreación. Todo hace a la esencia de una rica personalidad. De eso nos habla.
V. B.: -Soy docente de nivel secundario, profesora en Historia. Me desempeño desde hace casi diez años en Escuela Normal, un lugar que ya es un poquito como mi segunda casa. Además trabajo con los chicos más grandes del turno nocturno en el ex Bapa, secundaria N°2 “Roberto Epele”. Ambos espacios tienen sus particularidades y sus exigencias… ¡y en ambos amo estar! Trabajar con adolescentes puede ser sumamente enriquecedor para la mente y el espíritu. Los chicos te interpelan, te empujan a ver las cosas desde múltiples perspectivas, son inquietos, creativos. Y ¡divertidos! Lo digo desde lo profundo de mi pecho, que no me visualizo a mi misma haciendo otra cosa que no sea esto. Me considero afortunada.
¿Por qué profesora de historia?
V. B.: -El cariño por la Historia estuvo presente desde muy pequeña, vengo de una familia en la que siempre tuvo muchísimo valor el recurso de la palabra hablada y del relato. Esas vivencias, recuerdos y anécdotas familiares que llegaban a mis oídos en cada reunión me fascinaban, las imaginaba, las guardaba en mi memoria… aunque se tratara de personas que jamás había conocido y que habían vivido muy lejos de mi (familia italiana). Luego, ya en la escuela secundaria, descubrí que sentía el mismo interés por la Historia toda. Probablemente jugaron un rol importante las docentes que me acompañaron en ese tramo de la vida, recuerdo a Marta Moret, a Mónica Dorregaray o a María del Carmen Giglioni. Así que opté por instalarme en Concepción del Uruguay para seguir mis estudios. Y ahí me enamoré definitivamente de la disciplina y de la historia de mi provincia! Esa ciudad, al igual que la nuestra, tiene un aire de antaño tan mágico que es imposible no hacerlo. Tuve profesores también maravillosos y llegué a realizar mi práctica docente en el histórico Colegio Uruguay.
Pero más allá de la historia, tiene otras pasiones, entre ellas el tejido.
V. B.: -Después, siguiendo el hilo de los amores, viene mi segundo amor, que es el tejido. Tejo desde que recuerdo. Y eso al igual que lo anterior tiene una fuerte impronta familiar, pero en la rama femenina de mi familia. Resulta que tuve la maravillosa dicha de crecer al lado de la casa de mis abuelos paternos, unos abuelos muy presentes y cariñosos. Mi abuela Teresa era una mujer súper habilidosa y creativa que en largas horas de siesta bajo la galería de su casa supo transmitirme ese conocimiento. Luego también mi madre, Marina. Para mí, verlas tejer, siempre por la noche o luego de los quehaceres de la casa, era atrapante y hasta un poquito misterioso… porque: ¿quién les había enseñado a ellas? ¿Cómo podían hacer cosas tan bellas y no darle importancia? ¿Cómo hacían para no olvidarlo? Inclusive, ¿quién había inventado ese arte? ¿Una mujer? ¿Cómo habrán sido sus manos, a quienes abrigó por primera vez? Así mi infancia fue un ir y venir cargada con ovillos y tejidos a medio hacer entre mi casa y la de mi abuela.
Más adelante, Vanesa expresa:
V. B.: -Hoy puedo decir orgullosa que he aprendido bastante. Y claro, lo sigo haciendo. Luego de la pandemia, como le pasó a mucha gente, me decidí a iniciar mi emprendimiento: “Guaina Porá”, que en guaraní significa niña bonita. El nombre lo elegí porque soy una admiradora del folklore de nuestra región y porque además creo que el tejido tiene algo en común con nuestro folklore: forma parte de nuestra identidad, es un saber que se ha transmitido por generaciones… a pesar de no estar en los libros. Y que por supuesto, quiero rescatar.
-Tejo prendas para mujeres y amo hacerlo. Cada cuerpo es único y poder acceder a tener una prenda realizada a medida es hermoso. Todas sabemos lo difícil que es lograr “encajar” en los estándares de la moda y los talles, por eso me hace feliz hacer prendas que tengan nombre propio: el nombre de su dueña, con sus medidas, con sus colores favoritos, con su esencia.
-Además el trabajo artesanal se hace muy a consciencia, desde el diálogo con la clienta para conocer sus gustos, la elección del modelo y el color, la elaboración de los cálculos para que la prenda se adapte a ese cuerpo y finalmente el tejido final. Lleva muchos días. Y eso también me parece atractivo, porque nos aleja de lo efímero de la moda rápida, en serie y descartable. Todo un cambio de perspectiva. Pueden encontrarme en redes sociales como Guaina Porá Crochet.
Pero ahí no quedan sus amores. Hay más:
V. B.: -Para terminar, mi otro amor que es la danza folklórica. Llegó a mi vida en los últimos años y al principio fue simplemente una inquietud por aprender algo que veía y que me parecía hermoso y a la vez un desafío. La música folclórica siempre me acompaño, en mi casa de la infancia, en aquella de mis abuelos, desde pequeñita. Y digamos que la danza vino a complementar ese aspecto. Tuve la maravillosa suerte también de formarme dentro de un grupo que luego me contuvo como bailarina, el Ballet de nuestra ciudad al cual estaré siempre agradecida.
-Lo que más me enorgullece de haberme acercado a ese mundo de la danza folclórica es haber adquirido la posibilidad de transmitir nuestra identidad y raíces de una forma más completa en el ámbito de lo escolar. Darle un significado a cada danza y ubicarla en un contexto y en una época, eso lo hace relevante… no son los pasos o la destreza más o menos desarrollada lo que me conmueve, es la historia que esa danza me pueda contar. Tener, humildemente, algunas herramientas para enseñárselas a los chicos en cada preparación de cada acto escolar, creo que es lo más trascendente.
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