2ª Entrega
La neurociencia ayuda a superar crisis de ansiedad
Editorial escrita de manera semanal por el Dr. Bernardo “Cacho” Gandini, para El Debate Pregón
Existen técnicas para hacer creer al cerebro que las amenazas y los miedos no son tales. El estilo de vida, socialmente cambiante, obliga a un nivel de activación cerebral e hipervigilancia elevado.
Vivimos en una sociedad del miedo, con sensación de amenaza constante; no llegar a fin de mes con dinero, perder el trabajo, inseguridad en calles, corrida del dólar, inflación, perder la salud, etc., es la emoción detrás de la ansiedad.
El miedo nos coloca en actitud de supervivencia o defensiva ante la vida; la ansiedad produce tendencia a pensar en negativo, no en positivo, ver peligros, sentirse confuso y perdido; el tratamiento, nos enseña a manejar esta anticipación negativa, entendiendo como funciona. La ansiedad por algo puntual, es distinta a estar ansioso permanentemente por todo. Hemos visto en esta sección la diferencia entre estrés agudo, eutrés o sal de la vida, y estrés crónico o distrés, que lleva a ansiedad. Hay dos rutas, sistema circulatorio, a través del cortisol y sistema nervioso o vía rápida. La lucha, mediante medicamentos, cuando es excesiva lleva a medicalización de la vida y psiquiatrización de cotidianeidad; esto favorece negocios millonarios multi-nacionales; es necesario tener en cuenta otras interpretaciones e intervenciones, como epidemias emocionales, más contagiosas que COVID.
La pandemia, es claro ejemplo de este mecanismo; el equilibrio y el entrenamiento, en decisiones costo-eficaces, nos puede evitar las posturas extremas y los fundamentalismos.
La ansiedad nos torna reactivos ante lo que sucede; los hábitos pueden crear un cerebro ansioso; demasiada atención a pensamientos negativos desencadenados por ansiedad o que la ira tome el control, son formas para que la emoción prospere. La conciencia del problema permite una estrategia para solucionarlo. Somos equilibristas en un medio ambiente que se mueve. Las recomendaciones, a través del conocimiento de los mecanismos desencadenantes, permiten lograr que el cerebro deje de identificar el entorno como amenazante y recupere normalidad. Hay tres acciones para el cerebro en el control de la ansiedad: reírse, controlar la respiración y forma de alimentarse. La risa es buena, provoca cascada de reacciones anti estrés, activación de endorfinas, relajan, hacen feliz, reducen cortisol u hormona del estrés.
La respiración consciente o controlada, sirve para bajar la ansiedad, por reflejos sensitivos, lo mismo que 20 minutos de ejercicio al día, la práctica de yoga, controla estos dos aspectos. Alimentación positiva para el cerebro: las frutas tienen un papel protagónico, verduras y cereales, reemplazar los alimentos ultra-procesados por elaborados en la casa; los cereales integrales, legumbres y semillas, son alimentos ricos en fibras, necesarios para las bacterias intestinales, las vitaminas y minerales son potenciadores del sistema inmune; pescados azules ( Ver Lista, en Google), chocolate negro puro, los frutos secos y bananas, ricos en triptófano aumentan niveles de serotonina que mejoran el estado de ánimo.