La novelista Alejandra Jonte presentará sus obras “Ojos de Fuego” y “Aura”

Alejandra Jonte es abogada, mediadora y escritora, nacida en la ciudad de San Andrés de Giles,  Pcia. de Buenos Aires y reside desde 1986 en CABA, casada con Fernando Petre, oriundo de nuestra ciudad de Gualeguay. Es autora de las novelas OJOS DE FUEGO (2020)  y AURA (2022) y cofundadora y parte del staff de “Trovairitz Magazine”, revista digital y mensual de literatura. Ha participado en diversas ferias de libros, entre ellos la más importante Feria Internacional del Libro de Buenos Aires (FILBA) en los años 2022 y 2024, y en encuentros literarios en CABA y en la Pcias. de Buenos Aires y Córdoba.
Conversamos con ella: 
¿En qué momento la literatura llega a tu vida?
-Tal como figura en la biografía de las solapas de mis novelas, los libros han estado en vida desde siempre. No recuerdo un momento de mi vida sin ellos. Recuerdo especialmente el primero libro que leí y que aún luce en mi biblioteca: “Alicia en el País de las Maravillas” tiene marcado con lápiz por mi mamá, el primer párrafo leído. Y nunca más paré, hasta que un día esa voracidad por la lectura, se transformó en necesidad de escribir mis propios textos. Fue en la adolescencia que comencé a publicar cuentos en una revista literaria de mi ciudad natal. Por unos cuantos años, solo despunté el vicio de la escritura haciendo crónicas de mis viajes, y las historias diarias en mi trabajo (los escritos de demanda) que siempre comenzaban con “Señor Juez” y terminaban con “Será Justicia” que siempre contaban historias en las que el tiempo, las pruebas y las sentencias ponían su fin.
¿De dónde nace tu gusto por contar?
Siempre digo que, más que escritora,  soy una contadora de historias, y los soy por ser la hija de mi papá, Aníbal Jonte, un ser extraordinario y emblemático en San Andrés de Giles. Crecí escuchando sus cuentos, anécdotas, el recuerdo del pasado familiar y del pueblo, con su decir tan propio, marcado por el humor y la emoción en cada uno de sus relatos. Y de allí resurgió mi necesidad de volver a escribir ficción para rescatar sucesos y  recuerdos del olvido y para aprovechar  la oportunidad que da la escritura y la lectura, de vivir otras vidas jugando con las palabras.  Y también por haber padecido cáncer en el año 2019, lo que me dio el empujón final para hacer realidad el sueño determinar mis novelas y publicarlas. Las crisis siempre vienen con oportunidades, y en mi caso, con una gran acogida y repercusión que superaron todas las expectativas. 
¿Qué vamos en encontrar en tus novelas?
Mis novelas cuentan una época que me contaron, que investigué y que me hubiera encantado vivir. “AURA” transcurre en los años 40 y “OJOS de FUEGO”, en los 50. Ambas basada en hechos reales, con el contexto político y religioso, la moda, el boom de la radio y la música, de la mano del tango especialmente, que dan color y ritmo a las historias. Pero sobre todo, rescato con ellas las dos actividades que dieron y dan identidad a mi ciudad natal: los hornos de ladrillos (el pueblo de Cucullú en donde transcurre Ojos de Fuego está declarado Pueblo Alfarero) y la fábrica de alfombras de la firma “Dándolo y Primi” de reconocimiento nacional y mundial, instalada en los años 30 con mano de obra en su mayoría de mujeres. Ambas actividades que los siglos no han logrado modificar, tornándolas únicas. En el caso de los ladrillos, con la mágica de sus tres elementos: tierra, agua y fuego y las alfombras: con lanas y nudos.
- ¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?
Estoy terminando mi tercera novela, que se llamará, en principio “Por treinta dineros”, ambientada en los años `60 que cuenta la cobertura periodística del asesinato de un hombre joven al que encontraron sobre un colchón de billetes, en un pueblo que murmura y que condena sin saber la verdad a una mujer señalada por los prejuicios y un pasado por el que nada debe res, a las 20 hs, con la compañía musical de Emilio Faiad en voz y Juan Martín Caraballo en guitarra, a la que están todos invitados. La entrada es libre y gratuita.
Es un honor para mí el espacio que me da este medio periodístico y el interés en mis obras que me brinda Gualeguay, ciudad que quiero profundamente no solo por mi marido, sino por aquí tengo mis  más queridos amigos.