4ª Entrega
La salud mental, cuidados posibles…
Una editorial escrita semanalmente para El Debate Pregón, por el Dr. Bernardo “Cacho” Gandini
Hay programas de entrenamiento mental que prometen mejoras del bienestar subjetivo, psicológico y en felicidad; lo primero que esto despierta son dudas al respecto, por lo que es saludable informarse sobre lo que se conoce sobre este tema, en el que existen investigaciones en el área de la psicología.
La sensación de felicidad se ha definido como el bienestar experimentado por las personas, en pensamientos, como en sentimientos. El bienestar subjetivo es la forma en que las personas sienten la calidad de su vida en tres aspectos mentales diferentes, pero relacionados. Ellos son, el afecto negativo (nerviosismo, miedo, disgusto, culpa, ira, etc.) poco frecuente, el afecto positivo (motivación, energía, sentimientos de pertenencia, logro, éxito, etc.) frecuente y las evaluaciones de satisfacción con la vida en salud física, relaciones y trabajo.
En este tiempo, el concepto de felicidad se ha equiparado al hedonismo o el logro de placer inmediato, ausencia de afecto negativo y satisfacción con la vida. Varios investigadores sostienen que los niveles de bienestar subjetivo dependen de varios factores que abarca componentes tanto hedónicos como eude-mónicos (trabajar para dar significado a la vida o contribuir con alguna causa). Las personas se dedican al funcionamiento óptimo, vivir una vida satisfactoria, crecimiento personal y sentido de autonomía o independencia.
El programa mencionado para entrenar el bienestar subjetivo fue, esencialmente, un entrenamiento informado y suave de la mente, y en particular de las emociones; aceptando que el bienestar individual está ligado al desarrollo de las virtudes y fortalezas internas; como el equilibrio emocional, conciencia, una actitud abierta y solidaria hacia uno mismo y los demás: esto provee de una claridad mental que puede generar una comprensión profunda de la propia realidad y la de los demás.
La evidencia existente sugiere que la felicidad es modulable y entrenable; las estrategias que se eligen en la vida podrían mejorar la felicidad, más que las condiciones externas y ambientales que se proponen. Es importante conocer esto para evitar la sobre-estimulación del cerebro con el exceso de consejos para ser consumidos. El afecto negativo forma parte de nuestra cotidianeidad, no se puede evitar, pero hay que administrarlo. Lo que se busca es la intensidad, duración y frecuencia de lo placentero, para resistirnos a que eso cambie, aumentamos lo deleitable a cuotas incompatibles con los otros requerimientos.
En definitiva, para conseguir un mejor bienestar subjetivo o felicidad, no debemos poner la atención sólo en lo externo, sino entrenarnos para un mejor estado interno y nuestro cerebro puede adaptarse; Los beneficios de los programas para mejorar nuestro estado subjetivo de felicidad, son desconocidos en general, y ello hace que sean mirados con desconfianza e incredulidad. No olvidemos que la humanidad se compone de personas que no cesan, ni han cesado, de buscar la felicidad.