La transición
Al igual que cualquier otro cambio, las transiciones de mandato político siempre generan incertidumbre, tensiones y hasta conflictos. Esto se ha visto en cada una de ellas, más aún cuando han sido de diferente signo político.
En este caso particular no habrá un cambio de signo político, Verónica Berisso pertenecía ya al Poder Ejecutivo como compañera de fórmula del fallecido intendente Federico Bogdan. Sin embargo, la situación que generó que hoy deba ocupar la intendencia se debió a un contexto totalmente atípico.
El fallecimiento de Bogdan se dio por y en el marco de una pandemia que continúa haciendo estragos desde el punto de vista de salud, económico y social. En Gualeguay, las cifras de contagios y las características en que se dan los mismos ubicó días atrás a nuestra ciudad en la zona de Trasmisión Comunitaria junto con Paraná y Gualeguaychú.
En ese marco de crecimiento exponencial de los contagios que amenaza con desbordar el sistema sanitario sumado al recambio institucional y la delicada situación económica general, pero, sobre todo, de actividades que aún no han podido retomar sus actividades con relativa normalidad, Berisso debe atender a contratiempo varios frentes, no siempre fáciles de conciliar.
Un ejemplo claro de ello sucedió este jueves por la mañana en la puerta del palacio municipal cuando, tras la decisión del Comité de Emergencia de habilitar sólo la vuelta al trabajo de algunas actividades laborales, una tallerista decidió encadenarse a la espera de poder retomar su actividad, la cual no fue incluida dentro de las habilitadas al igual que otros rubros. Conciliar los pedidos de las autoridades sanitarias para evitar el colapso del sistema de salud local con la imperiosa necesidad de trabajar de muchas actividades no es tarea fácil en la medida en que no se logre encontrar un punto intermedio que permita el desarrollo de estas actividades sin que eso suponga un riesgo del sistema sanitario, según lo han entendido desde el Comité de Crisis.
En este escenario atípico, la nueva jefa comunal deberá poder desarrollar su impronta de gestión, al igual que todos los anteriores intendentes.
Algunas de las pocas ventajas con las que cuenta Berisso en esta situación inédita, compleja y delicada que estamos viviendo es la agenda ya marcada junto a Bogdan al que la propia Berisso manifestó seguir en adelante. Claro que en un escenario de tanta incertidumbre como el que ha creado la pandemia, esa agenda de gestiones, obras y objetivos no pudo haber sido más que de corto a mediano plazo. Lo cierto es que, por un tiempo, hasta que la nueva intendenta pueda asentarse en sus funciones, servirá como mapa.
Así también serán de gran utilidad los contactos ya establecidos con dirigentes provinciales y nacionales. Algo de eso pudo verse en la jura que contó con la participación de legisladores nacionales como Benedetti, Hein y Lacoste. El gobernador Bordet también manifestó su voluntad de acompañamiento al igual que la diputada Paola Rubattino y, claro está, el senador Francisco Morchio.
Cuenta también con el apoyo explícito de la mano derecha del ex intendente, su hermana Dora Bogdan, como sí también del resto de su equipo de gestión.
Asimismo, la oposición ha actuado con respeto y acompañamiento a las circunstancias. Su apoyo durante los primeros meses de gestión serán clave hasta que la nueva intendente pueda adaptarse de manera adecuada a su nueva función y en ese sentido se manifestó también implícitamente en su discurso tras la jura.
No es tarea fácil la que tiene Berisso en estas circunstancias, y lograr los mejores resultados dependerá también en gran parte del apoyo con el que cuente de las instituciones, la oposición y su propio equipo de gestión.
"Vas a poder", le dijo Dora Bogdan tras recibir el diploma por parte de la junta electoral. Ese es también el deseo de la comunidad que busca una salida a la crisis desatada por la pandemia, que hoy ubicó a Berisso entre sus principales protagonistas.
Rodrigo Cassella