Las mujeres de Afganistán...
El domingo pasado los militantes talibanes volvieron a tomar la capital de Afganistán, casi dos décadas después de que las tropas estadounidenses los expulsaran de Kabul.
Las mujeres afganas recomienzan a vivir la triste pesadilla de las privaciones y torturas.
En esta apretada síntesis después de recorrer distintos medios, lamentamos este dolor junto al poema de Verónica Toller.
¿Quiénes son los talibanes?
Formados en 1994, los talibanes estaban formados por ex combatientes de la resistencia afgana, conocidos colectivamente como muyahidines, que lucharon contra las fuerzas invasoras soviéticas en la década de 1980. Su objetivo era imponer su interpretación de la ley islámica en el país y eliminar cualquier influencia extranjera.
Después de que los talibanes capturaron Kabul en 1996, la organización islamista sunita estableció reglas estrictas. Las mujeres afganas se vieron obligadas a taparse de pies a cabeza, a usar el burka en todo momento en público, porque, según un portavoz talibán, "el rostro de una mujer es una fuente de corrupción" para los hombres que no están relacionados con ellas, no se les permitía estudiar después de los 8 años, ni trabajar y se les prohibía viajar solas. También se prohibieron la televisión, la música y las fiestas no islámicas. Sólo se les permitía estudiar el Corán. Se impusieron castigos brutales, incluidas ejecuciones públicas. No se les permitía ser tratadas por médicos varones a menos que estuvieran acompañados por un hombre, lo que provocó que muchas enfermedades permanecieran sin tratamiento. Se enfrentaron flagelación pública y ejecución por violaciones de las leyes talibanes. Los talibanes permitieron y en algunos casos alentaron el matrimonio forzado de niñas menores de 16 años.
Eso cambió después del 11 de septiembre de 2001, cuando 19 hombres secuestraron cuatro aviones comerciales en Estados Unidos, estrellando dos contra las torres del World Trade Center, uno contra el Pentágono y otro, con destino a Washington, en un campo en Pensilvania.
Este año, ante la retirada de Estados Unidos, en tres meses los talibán llegaron hasta la capital, Kabul. Hoy tratan de mostrar una mejor cara y prometen respetar los Derechos Humanos y de equidad de género, estos se mantendrían dentro de los márgenes de su religión. Pero nadie les cree porque ya han hecho alarde de su crueldad.
En su huida desesperada, la directora de cine afgana Sahraa Karimi expresó: "Puede ser cosas de días para que a las mujeres les prohíban incluso reír. Por favor, no se queden callados. Vienen a matarnos", suplicaba. "Estoy en peligro, (pero) ya no pienso en mí", pienso en nuestro país, pienso en nuestra generación. Hicimos mucho para tener estos cambios. Pienso en las niñas... Hay miles de mujeres hermosas y talentosas en este país", aseguró Karimi.
En Afganistán todo se volvió oscuro, y mucho más para las mujeres. Los talibanes que tomaron el poder son los mismos que entre 1996 y 2001 les prohibían reír. Freshta Karim, fundadora y directora de la biblioteca móvil Charmaghz en Kabul y defensora de los derechos de la niñez, opinó: "Los talibanes no cambiaron. Ellos nos consideran como un botín de guerra. Así que donde van, fuerzan a las mujeres a casarse y creo que esa es la peor venganza que tienen contra nosotras", aseguró a la BBC. "Esta es la mayor guerra en contra de las mujeres en estos tiempos. Y por desgracia el mundo la está mirando en silencio", lamentó.
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(Agradecemos la gentileza de la periodista Verónica Toller por permitirnos publicar este poema de su autoría)