Germán "Chito" Díaz
"Las nuevas tecnologías hacen todo más fácil, pero me quedo con el ruido de las linotipos, con la impresora, con el olor a tinta"
Germán Díaz dejó el diario hace 3 años ya que recibió el beneficio de la jubilación. En esta nota, con un lenguaje sencillo, familiar, Chito nos comenta de esa larga etapa de más de 40 años en la empresa.
"Ingresé a la empresa fines del año 1975; el diario "Pregón" estaba ubicado en la esquina de 25 de Mayo e Islas Malvinas. Para ese entonces yo estaba sin trabajo, y se lo había comentado a Ubaldo "Pato" Arnaudín; entonces él se lo comentó al escribano Daniel "Mudo" Carbone, que era uno de los socios del diario, y Daniel me mandó a buscar para que ingresara. En ese entonces ya lo dirigía el Dr. Alberto "Bocha" Lagrenade, pero eran varios los dueños. Estaban en la sociedad Alberto Arnaudín, Pochochi López, Quico Elizalde, Alberto Casiano Otaegui, Daniel Carbone.
Más adelante, Chito comenta la tarea que cumplía: "Ingresé como practicante de linotipista; al principio no fue fácil, pero después le agarré la mano, y fue todo mejor. Fue fundamental el "Pato" Arnaudín en la enseñanza. Siempre fui linotipista, un tiempo muy corto también fui armador. Me gustaría contarles lo que era una linotipo, pero sería muy largo y complicado para explicar por aquí, quizá en otra nota lo haga".
Luego acude a los recuerdos y anécdotas: "Tengo recuerdos lindos y otros no tanto de ese largo camino en el diario. Por ejemplo, había ocasiones en que las piezas de la linotipo se rompían y uno mismo tenía que ir a buscar al mecánico para que solucionara el problema y así poder estar en la calle al día siguiente; y... casi siempre se rompían a la madrugada. Y un día fui tipo 10 de la mañana a sentarme a la linotipo y estaba apagada (llevaba casi dos horas para calentar el plomo); voy a preguntar qué había pasado y me dicen que a partir de ese día se trabajaba con la nueva tecnología. Y bueno..., me senté a trabajar, era el primer turno. Bocha me explicó lo básico; después todos viajamos a Buenos Aires para hacer un curso, pero lo principal ya lo habíamos aprendido, dándonos una mano entre todos. Este sistema es mucho más fácil, en el escritorio tenés la computadora, el teléfono, el termo y es mucho más limpio; pero yo me quedo con el sistema en caliente, con el ruido de las linotipos, la impresora, con el olor a tinta, ése es para mí el verdadero diario. Además de Arnaudín, me acuerdo los otros linotipistas de mi época: Titi Arrieta (C. del Uruguay), Daniel Cobre, Fabián González y Carlos Gómez Vuoto".
A la memoria de Germán "Chito" Díaz acuden personas que marcaron la historia del periodismo, de la cultura y de la política: "El diario me dio la satisfacción de ser compañero de periodistas de primer nivel como Mario Alarcón Muñiz, Miguel Curuchet, Mario Acuña y otros; de conocer y tipearles los trabajos a Emma Barrandeguy, al Dr. Beracochea, a Federico Matteucci. Mucha gente de la política pasaba por el diario, también escritores, deportistas; entre ellos nos visitó Don Raúl Alfonsín, Chacho Jarolavski, Parente y tantos otros".
"Mi trayectoria en "El Debate Pregón" duró 43 años (me jubilé a los 60). Casi una vida pasé en el diario, lugar donde viví muy buenos momentos, y lugar también donde recibí las peores noticias que uno no quiere escuchar y donde fui muy contenido por la patronal y compañeros de trabajo. Tuve dos directores: Alberto Mario Lagrenade y Silvia Lopetegui. Con Bocha tuve una muy buena relación, también algunos desencuentros, pero cuando lo necesité, él estuvo siempre, igual yo. Silvia se hizo cargo de diario con mucho amor por el mismo, y poniéndoselo al hombre fuerza y corazón. A ella le deseo mucha suerte en este momento tan difícil que están pasando los diarios. Y si me preguntan por alguien en especial en mi paso por la empresa, no dudo en nombrar a Lito Dalvano, muy buen compañero y excelente persona".
Chito estaba siempre sonriente y maquinando alguna picardía o apodo: "¡Ja, Ja! Eso dicen; bueno, siempre traté de dejar mis dramas en la puerta del diario, en el lado de afuera. Pasábamos muchas horas y yo trataba de que fueran un poco divertidas. Pero algunas veces a las bromas me las hacían a mí. Algunas perdidas tengo... ¡ja, ja!
Para cerrar las evocaciones expresa: "Me acuerdo de varios de mis compañeros que ya se han ido: Coco Retamar, Nélida Pereyra, Ñata Sanguinetti, Carlos Frías Antonio Leiva, Juan Antonio Monzón, Taky Almeida. Abrazo al cielo para todos ellos".