ATE, Agmer y Camioneros alzaron la voz
Las voces del Paro Nacional en Gualeguay
El paro nacional convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) para este jueves cuento con el acompañamiento de la CGT y las dos CTA en la ciudad de Gualeguay, donde sindicatos estatales, docentes y del transporte adhirieron activamente a la medida de fuerza. Las consignas comunes giraron en torno al rechazo a los despidos masivos, la pérdida del poder adquisitivo, el cierre de programas sociales, el debilitamiento del sistema público y la falta de diálogo del gobierno nacional con los trabajadores.
Desde la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), el dirigente Federico Gallardo confirmó que su gremio inició un paro de 36 horas que comenzó el miércoles al mediodía y se extendió durante toda la jornada del jueves. “El motivo del paro es por público conocimiento: 52 mil trabajadores estatales que quedaron sin laburo. Pero también tiene que ver con lo que pasa en la sociedad: el cierre de pymes, la falta de paritarias en el sector privado. Por eso también se sumó la CGT”, explicó. Gallardo recordó que ATE ha mantenido una postura activa desde el inicio de la actual gestión nacional, con “reclamos en asambleas, paros y movilizaciones”. A su entender, esta jornada “no solo es una protesta de los trabajadores, sino también del pueblo argentino”, y sirve para dejar en claro que “no estamos de acuerdo con los recortes en salud, en educación ni en medicamentos para jubilados”. Para Gallardo, el paro representa “el principio de una gran unidad del movimiento obrero”.
Por su parte, Claudio Buffoni, referente de Camioneros en Gualeguay, fue categórico en su respaldo a la huelga y en su diagnóstico sobre el presente social y político. “El gremio camionero está adherido al paro desde el primer momento. Yo pienso que va a ser un paro contundente. La gente con la que hablamos está de acuerdo. Hay mucha gente que lo votó a este señor (si se le puede decir señor al presidente Milei) y que se está dando vuelta”, sostuvo. Buffoni planteó que el malestar crece al ver que “la inflación no es la que te dicen, que cambiaron muchas cosas para mal, y que la libertad no existe”. También remarcó que “no tenemos más paritarias libres, te ponen un techo”, lo cual genera un clima “revuelto y convulsionado”.
En su análisis del escenario local, Buffoni advirtió que en Gualeguay hay un sector que aún duda en expresar su descontento públicamente. “Hay gente que tal vez no acompañe por miedo, porque tiene miedo de decir que se equivocó. Pero hay muchos que están cambiando la mirada sobre esta gente”, explicó. También apuntó contra referentes políticos locales y provinciales: “Hay mucho malestar con legisladores como Morchio, que dijo no estar al tanto de los despidos en Fademi. Que un legislador de Entre Ríos no sepa lo que pasa en Larroque causa mucho malestar, no solo en Camioneros, en toda la gente”. El dirigente también cuestionó a intendentes y senadores que “cambiaron de bando”, acusándolos de haber negociado sus bancas “por un cargo en Salto Grande”. Pese al malestar, Buffoni señaló que hay trabajadores que no se suman al paro por motivos económicos: “No es que no tengan convicciones, pero esa plata que se descuenta por parar les sirve para comer. Los sueldos del Estado no son gran cosa, y encima nos están despidiendo a todos los compañeros”.
Desde el sector docente, Amílcar Maye, dirigente de AGMER, también justificó la adhesión al paro nacional convocado por la CGT, señalando que la medida se da en el marco del pedido de CTERA para la reapertura de la paritaria nacional. “Están incumpliendo la ley paritaria. Eso perjudica no solo a Entre Ríos, sino a muchas provincias del interior”, explicó. Aunque en Entre Ríos ya se cerró un acuerdo salarial anual hasta diciembre, Maye subrayó que una paritaria nacional “proporciona una buena plataforma para las negociaciones provinciales”. Además, insistió en la restitución del FONID, fondo que fue eliminado “intempestiva e inconsultamente”, a pesar de ser una conquista histórica de la docencia. “Lo venimos cobrando desde los años 90, después de esa Carpa Blanca que duró tres años”, recordó.
Maye también expresó su solidaridad con los jubilados nacionales, cuyas condiciones calificó como alarmantes. “Tienen un ingreso bajísimo, un poder de compra ínfimo. Si no fuera por algún familiar, no podrían ni subsistir, ni hablar de pagar un alquiler”, advirtió. Por otra parte, denunció lo que considera prácticas de persecución por parte del gobierno entrerriano, encabezado por Rogelio Frigerio: “Se exige a la docencia cargar la asistencia en el sistema SAGE, algo que ya se registra desde la institución y con los libros correspondientes. Lo entendemos como una medida coercitiva, una persecución a la huelga”. Para Maye, esto se da en el marco de políticas de “achique” y “reducción”, donde todo lo que no genera ganancia “se elimina”. Y cerró: “Lamentablemente, son muchos los golpes que ha recibido la clase trabajadora. La docencia en particular ha sufrido innumerables recortes”.
A pesar de la incertidumbre y el temor por las represalias o los descuentos, los tres dirigentes coincidieron en la necesidad de seguir organizados. La jornada de paro pretende ser una demostración de fuerza a nivel nacional y un llamado a la unidad frente a un escenario político y económico que, aseguran, golpea con fuerza a los sectores más vulnerables del país.