Liebre de Marzo
Liebre de Marzo, festeja con espectáculos de elevada calidad
Una vez más LIEBRE de MARZO hizo gala del rol de polo artístico-cultural; sus autoridades no soslayan, en ningún momento, la responsabilidad de presentar espectáculos de la mejor calidad.
En este caso los espectadores “habitués”, que somos muchos, nos deleitamos y a la vez fuimos interpelados sensorialmente, en el mejor sentido, por una puesta de danza –teatro, digna de los centros culturales de las grandes ciudades.
En la medida en que participo de eventos de este nivel, siento lo que se perdieron quienes, por diferentes razones, no pudieron acudir a la convocatoria. En este caso la presencia de la bailarina-actriz Cecilia Colombero, proveniente de Rosario, y un equipo de alta eficacia en sonido, luminotecnia y dirección, nos distinguieron con su espectáculo: 𝗠𝗶 𝗮𝗻𝗶𝗺𝗮𝗹. 𝗘𝗻𝘁𝗿𝗲 𝗲𝗹 𝗴𝗿𝗶𝘁𝗼 𝘆 𝗲𝗹 𝗰𝗮𝗻𝘁𝗼. Como relata la gacetilla de difusión, “indaga la dicotomía animal/ humano como un territorio en donde el cuerpo se encuentra siempre al acecho”. Vimos un manejo del espacio magistral, con el significado del escenario como un lugar sagrado, donde los muy pocos elementos físicos, unas sillas plegadizas, las luces y el sonido, con las voces lograban un significado de intenso dramatismo, en la consustanciación con el cuerpo.
Al respecto, el nivel de exposición y compromiso corporal, sin límites, daban cuenta de la magnitud de la entrega y un apasionamiento, pocas veces visto. El nivel de entrega de los artistas es algo que el público valora sobremanera. Estos códigos estéticos, no tan habituales y/o nuevos para muchos/as, enriquecieron todos nuestros órganos de los sentidos. El clima generado en la sala, por los asistentes absortos y compenetrados con la representación, era de intensa comunión.
Gracias “Gastones”, Silvia, Actores, Actrices, y Equipo Técnico y ojalá puedan seguir construyendo la resiliencia, lo que en esta época no siempre es fácil… ¡Por muchísimos cumpleaños más!
Cacho Gandini