por Santiago Joaquín García
Los camiones en la economía gualeya
El peso del transporte en el perfil de la ciudad no se pude discutir. En esta nota esbozamos algunos apuntes para dimensionar su magnitud y pensar de qué manera potenciarlo.
Si bien la agricultura y la ganadería, entre otras actividades, siempre estuvieron asociadas al transporte por vía terrestre, a partir de la privatización de los ferrocarriles los camiones cobraron mayor importancia en la economía argentina, ya que se dedicaron a recorrer el país de punta a punta. Gualeguay, a mitad de camino entre la capital provincial, Rosario y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene una ubicación estratégica y una producción agroindustrial local que requiere ser trasladada a los grandes centros comerciales. Eso hace que el oficio del camionero tenga una tradición y una importancia mayor al promedio de las ciudades argentinas. El Debate Pregón tomó el ejemplo de dos empresas de las más importantes para poder poner en números esta realidad conocida, pero que requiere de un estudio más profundo.
“Setenta viajes programados”
En primer lugar, dialogamos con una fuente de la empresa Soychú para que diera cuenta de la importancia del transporte en la logística de la empresa: “Nosotros para la faena nuestra para que vos te des una idea descargamos setenta camiones con pollos vivos, o sea, que se hacen setenta viajes programados desde las granjas que hay por todos lados hasta Soychú todos los días. Y eso es solamente para faenar. La empresa no tiene camiones, son todos tercerizados, Después se carga mucho todo lo que es térmico. Por semana se cargan hasta cuarenta camiones por día de lo que es ya el producto terminado que se distribuye”, resumió. Estos números pueden variar y no se reducen a la faena: “Hay fechas que se hacen más, como cerca de las fiestas, se refuerza en todos lados. También hay una gran digamos concurrencia de camiones de todos puntos del país con el tema de lo que es el maíz y la soja y todos los insumos que tenemos para las plantas. Llegan desde muchos puntos del país, descargan acá y, a su vez, hay transporte que parte desde acá y trae maíz desde todos lados. Todo el alimento y los insumos necesarios para preparar el alimento para el pollo se transporta también, así que tenés una concurrencia muy grande y más en los picos cuando hay cosecha”, explicó. Si bien no fue expresado en la nota, a esto hay que sumarle la planta de incubación que recibe camiones desde en forma permanente y envía su producción no sólo para la fanea local, sino también para otras plantas de Soychú como la de Salto. Entre alimentos e incubación no se mueven menos de quince camiones por día. Ya volveremos sobre los números al final de la nota.
“Son sesenta camiones”
Dialogamos también con un referente de la empresa El Rodeo para conocer algunos datos de esta empresa que está entre las líderes en transporte en la región: “Acá en la empresa son sesenta camiones, de los cuales hay siete trabajan exclusivamente para Soychú con la parte de aves vivas. Esos dependen todo el tiempo de Soychú, del trabajo que demanda y se manejan directamente con la empresa. Después está el servicio de transporte de hacienda, ganado en pie, y también camiones batea. Entre propias y tercerizadas se trasladan unas siete mil cabezas de ganado para la industria frigorífica. También tenemos transporte de cerdos, exclusivos de Litoral Cambá que son tres jaulas pro día que transportan siento sesenta animales por viaje. Esos tres viajes parten desde la fábrica en el Séptimo Distrito y se dirigen hacia distintos frigoríficos como Paladini, Pompeya y todos los líderes en fiambres de cerdo. Tenemos otra jaula que trabaja para otra granja de cerdo y por un tema sanitario no se permite que los camiones y los camioneros vayan a distintas granjas, así que siempre se tienen que mantener la misma. Todo esto se cumple la raja tabla por los estándares de calidad y la certificación que tienen las granjas”, comenzó. Además del transporte de la hacienda propia que comercializa El Rodeo la empresa realiza muchos servicios: “Trabajamos para la industria de los frigoríficos como el rioplatense, Swift, Frimsa, todos los frigoríficos que tienen como destino la faena de la Unión Europea, y también para frigoríficos de la industria local como es el Feedlot que mencionábamos, que en su mayoría se destina al mercado interno”, resumió. La totalidad de la empresa implica un gran número de personas: “Los camioneros son cerca de cincuenta y cinco, después está el taller, los administrativos, y sumadas las distintas unidades en El Rodeo somos cerca de ciento cincuenta personas”.
Lo que no se ve
Más allá de lo que significa transportar un determinado producto, uno de los objetivos de esta nota era reflejar todo el comercio que depende directa e indirectamente de los camiones: “Cada camión es una pequeña empresa. Gasta las cubiertas, aceite, filtros, combustible en la estación de servicio. En el caso de El Rodeo es otra unidad de negocio que también va de la mano, para uso nuestro y para terceros. También implica las metalúrgicas, los frenos. Nosotros tenemos desarrollado un taller propio en el que trabajan diez personas que son los mecánicos y se encargan de punta a punta del mantenimiento del camión”, explicó. Desde luego, estamos dejando afuera lo esencial. Cada camionero tiene una familia que consume dentro del mercado interno. Participa del movimiento de plata en la ciudad, va al almacén, compra ropa, etcétera.
Las demás empresas
Por razones de espacio no podemos hacer en una nota un informe igual de detallado de cada una de las empresas de nuestra ciudad. Sin embargo, es importante destacar que también contamos con la Planta de Alimentos de AveGuay; la logística de las distribuidoras de alimentos y del comercio minorista; el transporte de los materiales de construcción de los corralones de nuestra ciudad; la energía y los servicios brindados por el municipio; y toda la agroindustria que no es alcanzada por El Rodeo y Soychú y que es muy importante en nuestra región. Entre ambas empresas mueven cerca de ciento cincuenta camiones y si sumamos todo lo que mencionamos anteriormente ese número se puede duplicar. Si tomamos como número modelo el de trescientos camiones, si tenemos en cuenta las familias son miles de personas que dependen del transporte.
“No es para cualquiera”
Hay muchos mitos sobre el oficio de camionero y otro de los objetivos de la nota es destacar la labor que realizan: “Se gana un buen sueldo cuando tenés los camiones bien, y es un trabajo lindo cuando tenés la pasión por el camión. Hay muchos pibes que andan por lo que ganan y porque saben manejar, pero al final terminan sufriendo. Después hay trabajos y trabajos. El trabajo de la hacienda no es para cualquiera, no es que puede subir cualquiera porque se arma un recontra quilombo. Todos los camioneros que transportan hacienda están capacitados para transportar la hacienda. Sin menospreciar, si llevás cereal, lo cargás, te lo levantan en el puerto y te descargan. Pero tener que viajar controlando la hacienda es complicado, porque tenés que ver que no se caiga, que no se eche, porque si llegás con un animal muerto te lo cobran”, resumió un referente. Consultado sobre la forma de adquirir el oficio, explicó: “La mayoría de los pibes, sacando los más viejos, se han ido formando acá, con los compañeros, con la escuelita de camioneros. Los que sabemos trabajar con hacienda le hemos enseñado a los demás. Además, hacemos cursos, capacitaciones con el tema del manejo de la hacienda, del bienestar animal. Un novillo, por ejemplo, que va con destino a la Unión Europea, si está picaneado o golpeado, al productor, al dueño del novillo, el frigorífico te lo descuenta, y abrochan al transporte porque siempre el hilo se corta por el camionero”, indicó. Dicho esto, no debemos dejar de lado que es un oficio que implica pasar días lejos de casa, manejar muchísimas horas en horarios en los que la mayoría de las personas está descansando, sufrir muchas veces el estado precario de muchos caminos rurales que dificultan la tarea.
Cerramos este texto con una breve reflexión: ¿se tiene en cuenta esto a la hora de pensar en el perfil de ciudad que tenemos y que queremos? En materia de infraestructura, de servicios, de incentivos, de caminos rurales y de circulación urbana nos queda mucho por hacer. Una industria que implica directamente miles de personas e indirectamente miles más, merece un abordaje adecuado. Ahora que estamos en campaña puede que alguien le preste atención.