6ª Entrega
Los millennials, personas entre 21 y 40 años,tratan a sus mascotas como si fueran sus hijos.
Editorial que escribe de manera semanal el Dr. Bernardo “Cacho” Gandini, para el diario "El Debate Pregón"
Se trata de una generación con marcados sentimientos de protección, cuidado y afecto hacia sus animales; los perros y los gatos se han convertido en los mejores aliados de las nuevas generaciones y no por casualidad en un mundo como el actual. Los perros y los humanos llevan unos 30.000 años de convivencia, al principio, en una relación sólo práctica; como auxiliares de cacería, alertadores de peligros y colaboraban en lograr las mejores presas.
Hoy nosotros los alimentamos a ellos y con alimentos especiales, apareciendo un cambio de roles; al mejorar la caza dejaron de necesitarse como los auxilios y con sus expresiones faciales y actitudes, pasaron a ser una parte integrante de las familias, en un papel de afecto y compañía en las soledades. Desde los años 40 se sabe que en los niños, al contactarse a seres vivos, se despierta el sentimiento de querer ocuparse y protegerlos, con cuidados y alimentación, a pesar de los miles de años de la relación con los perros, y reconocimiento de compañía y afecto, pero sin una adecuada celebración, hasta estos momentos.
En los años 1980 a 2000, aproximadamente, en que se convirtieron en los mejores aliados de estas generaciones, la incorporación de las mascotas en los hogares aumentó del 30 a 50%; en el aislamiento durante la pandemia; las mascotas fueron los más mimados por el permanente vínculo y en muchos hogares fueron los centros de la atención; ello generaba una de las mayores preocupaciones y las luchas por lograr sus paseos diarios. Con frecuencia cumplen roles, los perros y gatos, de protectores de angustias y depresiones; ellos parecen los cuidadores de las personas, especialmente de niños y adultos mayores.
Hay investigaciones que señalan que 1 de cada 5 integrantes de los millenials, deciden no tener hijos, pero sí tener perros en los momentos de empezar las relaciones afectivas. Este cambio de mentalidad repercute en la sociedad y cambian las tendencias, haciendo crecer la industria y el comercio de accesorios, alimentos, servicios y medicamentos para ellos, en muchas situaciones con variables niveles de sofisticación.
Llevar al trabajo presencial a un animal no es algo tan raro, hoy. Muchos aseguran que trabajar de este modo es más fácil. Hasta la ropa para las mascotas se ha popularizado, humanizándolos y sometiendo a nuestro arbitrio, sin protesta posible, a los compañeros de cuatro patas.
Los millennials son la generación de los padres de los animales de compañía y esta tendencia nos obliga a un profundo análisis, de los cambios de conductas generacionales en las sociedades, con la consecuente disminución del crecimiento demográfico y la pérdida de una parte de la trama social entre los humanos.