Nicolas Chimento
Nicolás Chimento. Biólogo, paleontólogo e investigador científico.
Como sociedad le damos poca importancia al estudio de las ciencias básicas. Creo que deberíamos darles más, sobre todo, porque interfieren en cuestiones humanas y cotidianas relacionadas a la conservación de la naturaleza hoy en día, el cambio climático y varias cosas más que nos atraviesan.
Me parece que hay un montón de cosas en la sociedad que tienen que ver con la crianza de los niños y que no se hablan y que yo me di cuenta desde que tengo a mis propios hijos.
Por ejemplo: yo no les quise inculcar a ellos que sean unos “locos” de la ciencia pero sí a
qué animales prestarle atención y a cuáles no. En otras palabras, a la gente en general
desde chicos nos educan que hay que matar a los bichos porque éstos te pican, la araña es mala, la cucaracha también. Lo malo y lo bueno es una arbitrariedad del ser humano, en la naturaleza no es así. El león no es malo porque come carne, es su naturaleza.Entonces,
ese tipo de cuestiones sobre lo que está bien y lo que está mal trato de inculcarsela a los nenes. Retomando lo del principio, si el bicho no te va a picar y no te está haciendo nada, no lo mates, no importa que sea una araña y que sea fea. Porque, además, otra cuestión que tenemos los humanos es que le damos una concepción estética a lo bueno y lo malo.
Decimos que la araña es mala, la cucaracha es mala cuando, en realidad, son feas según
nuestra mirada estética. Pero no son malas, cumplen su función en el ecosistema como lo hace un elefante, un león e, inclusive, nosotros los seres humanos Trato todos los días de inculcarle a mis hijos que no hay animales malos o buenos en la naturaleza, somos los humanos los que los vemos así. Con respecto a este tipo de cosas creo que como sociedad nos falta un montón. Para mi esto ocurre en el 99,9 por ciento de las veces por ignorancia.
Tenemos una educación de décadas o hasta de siglos en las cuestiones estéticas o
filosóficas pero tenemos una educación de muy pocas décadas en los que es la
conservación de la naturaleza.
Hablamos de cosas a partir de cuestiones estéticas desde hace siglos pero
conversamos sobre cuestiones de conservacionismo recién a partir de las décadas
de 1950 y 1960. Entonces, todavía nos falta una cantidad de educación impresionante
sobre conservar a los otros seres vivos.
Recién ejemplifiqué sobre los animales, pero lo que ocurre con las plantas es algo tremendo que no lo vemos.En Argentina actualmente tenemos una gran cantidad de animales exóticos. Con esto me refiero a aquellos animales que trajimos los seres humanos de forma intencional o accidental, que no eran de nuestra zona y hoy en día se liberaron y viven de forma silvestre en nuestro territorio argentino. Un ejemplo claro son los chanchos salvajes o jabalíes que, en realidad, son animales procedentes de Asia. A éstos animales los trajeron de forma alevosa para el mercado de la caza mayor. Existen otros que han venido de forma accidental como los mejillones, que en la actualidad invadieron toda la cuenca del Río Paraná y el Río Uruguay. Éstos llegaron a nuestras zonas de forma accidental ya que arribaron encastrados en los barcos que provenían del “viejo mundo”. Esto produjo que un montón de almejas, naturales de nuestro ecosistema, se extinguieran por la mencionada
invasión de este mejillón. Pero no sólo ésto. Este mejillón no forma parte de la dieta de un determinado pez que se alimentaba de aquella almeja, entonces esto desencadena que este pez también se esté extinguiendo. En síntesis, si vos traés un animal de otro lado, causás un despelote ecológico.
A los animales, dado que los tenemos más cercanos a nuestra visión, les prestamos mayor atención para desarrollar planes y proyectos ligados a estas cuestiones de las que venimos
hablando.Por ejemplo, controlar los animales exóticos que ingresan al país. Sin embargo,
estas cosas no suceden con las plantas. A estas las vemos con una visión estética para ver,
por ejemplo, si son lindas para decorar nuestro jardín. Así, otro ejemplo, cuando plantamos
un árbol en la vereda para que nos genere sombra no nos ponemos a ver su origen, si es
chino, sudamericano o europeo cuando considerar estos puntos es importante en términos
naturales. Lo que ocurre entonces, es que a las plantas no las respetamos como seres
vivos. Referido a ellas, nos faltan años luz para respetarlas a nivel de conservación. Acá en
Gualeguay sucede mucho. Vos vas caminando por la ciudad y el gran porcentaje de plantas
ubicadas en las calles no son de nuestro país, son de Eurasia. De vez en cuando encontrás
un Ceibo, cuando éste es nuestro símbolo nacional de las plantas y, valga la redundancia,
no lo plantamos pese a que la ciudad, por su ubicación geográfica debería tener una
abundancia de éste. Hay muchísima ignorancia con respecto a estas temáticas ligadas a las
plantas, el ecosistema y el conservacionismo.
Te diría que en los últimos años, con respecto a la intervención estatal en estos temas de
los cuales venimos hablando, ha habido varios proyectos. La mayor parte de ellos han sido
por iniciativa de alguna ONG o alguna organización privada que termina insistiendo tanto lo
cual logra que se tomen determinadas medidas. No obstante, siempre falta dado que, por
ejemplo, muchos de los proyectos o medidas que yo he visto son a nivel nacional o
provincial, entonces te falta implementarlos en los municipios. No sé si es por falta de
comunicación entre los distintos niveles o por falta de interés.
Debe quedar claro que cuando un ente gubernamental toma una decisión, no podés dejar a
todos conformes. Es decir, si vos tomás una decisión como gobierno y vas por el camino de
que tu territorio tenga una visión conservacionista y cuide la naturaleza, tomás esa decisión
y punto. No vas a dejar a todos conformes. No están en el mismo nivel cuidar los bosques y
plantar soja, por ejemplo. Son dos cosas que están en esquinas opuestas. Son decisiones,
no digo que una esté bien y otra esté mal. Vos tenes que decidir llegado el caso que seas la
cabeza de un ente gubernamental. Vos decidís y después bueno, las decisiones tienen sus
consecuencias y sus ventajas.
Yo creo que, desde el Estado, tenés que incentivar a todas las ciencias naturales.
Desde la lógica, si querés instalar una metalurgia, tenés que saber de minería. Necesitás
materia prima, por ende, tenés que saber dónde se encuentra Y ¿quiénes, por ejemplo, te
indican dónde están esos minerales? los geólogos, que son parte de las ciencias naturales.
Es decir, el conocimiento aplicado, no sale de la nada, sale del conocimiento básico. Y las
ciencias naturales, son casi todas ciencias básicas. Biología, geología, astronomía, por
ejemplo. Entonces, necesitás incentivar un montón las ciencias básicas para que después
las ciencias aplicadas tengan las bases para seguir avanzando.
A mi me ha tocado un montón de veces intercambiar opiniones con gente que me dice:
“¿Para qué sirve lo que vos hacés?”. Hace un rato hablábamos de cuestiones que tienen
que ver con el cambio climático.Éste está como un ítem principal en cualquier conferencia
de conservación de la naturaleza en el mundo. Casi toda la culpa de todo la tiene el cambio
climático. El principal acelerante de éste es el ser humano. Nosotros como sociedad
podríamos tener una visión mucho más completa del cambio climático si viéramos lo que
pasó en el pasado. La Tierra estuvo llena de cambios climáticos a lo largo de toda su
historia. Si conociéramos mejor cuáles son los procesos que llevan a esos cambios,
podríamos tomar mejores medidas hoy en la actualidad. ¿Y quién se encarga de estudiar
esos procesos del pasado a nivel biológico? nosotros, los paleontólogos.