RAZÓN CRÍTICA
Otra vez contra los más débiles y afectados
El monotributo tendrá una importante suba en el comienzo de 2022 y sumará presión a los contribuyentes en medio de un fuerte contexto inflacionario.
Los aportes de los monotributistas subirán casi 53% a partir del 2022, lo que generará presión sobre ellos en un escenario de alta inflación. En la misma proporción se incrementarán los topes de facturación de cada categoría (Fuente: iProfesional www.iprofesional.com).
Una vez más, la mano de un Estado administrado por funcionarios sumidos en una realidad paralela impacta de lleno en uno de los sectores más afectados por lo que fue (y es) la pandemia del COVID-19. A la larga historia de cimbronazos y fluctuaciones negativas que han experimentado los monotributistas en el país, se le suma un nuevo episodio más de desidia para con ellos.
Un aumento del monotributo, en la condiciones macroeconómicas actuales de Argentina, es un golpe durísimo para el poder adquisitivo de las personas que se ven afectadas. Es imposible no observar cómo una medida de esta índole puede hacer mella de manera poco propicia en la calidad de vida de los ciudadanos que se ven alcanzados. Es inadmisible que los administradores del Estado no se percaten de estas realidades. Pareciera que gobiernan íntegramente desde sus despachos y no conocieran el día a día de sus representados.
A este nivel de ineficiencia impositiva en el cual se vive en nuestro país, cada actualización y normativa de este tenor debe ser aplicada de una manera que no presione aún más el bolsillo de múltiples sectores de la Argentina. No alcanza únicamente con recaudar. Las autoridades debieran saber que sus ineptitudes se agravan en un escenario de pandemia y pos pandemia.
Los contribuyentes están hartos y cansados de tolerar una constante presión impositiva que con el correr del tiempo aumenta continuamente. Son épocas complicadas donde el bolsillo de múltiples ciudadanos no soporta la voracidad impositiva de una administración estatal ineficiente.
Es clave que desde las gestiones de gobierno se cuide el bolsillo de la sociedad civil. Los tiempos son complejos y el poder adquisitivo de las personas se derrumba. Entre la inflación y la presión impositiva, no hay lugar para aumentar un impuesto que alcanza a uno de los sectores más débiles y afectados por la pandemia en Argentina.
En fin, otra vez la administración política va contra los más afectados e indefensos. La historia se repite y los platos rotos los pagan siempre los mismos.
Julián Lazo Stegeman