Para compartir sus experiencias Claudia Zanette: “Relato de un sueño vivido”

“Seguimos nuestras caminatas y algunas situaciones llamaron nuestra atención: la presencia de cuervos, que creo yo, era la primera vez que los veía tan de cerca, y automáticamente me acordé de las fábulas de La Fontaine: le corbeau et le renard (el cuervo y el zorro). También mi memoria me llevó a dichos y proverbios nuestros que aluden a los cuervos: “cría cuervos y te sacarán los ojos…”, ya que estamos….Ellos se paseaban entre los turistas, volando de un edificio a otro…simpáticos y con ese grito tan particular que desde la ventana de nuestro hotel se escuchaba cada mañana y que los empleados confirmaron que se trataba de estos pájaros. Otra elemento fue la previsión para personas con alguna dificultad para desplazarse en las calles, paseos públicos, estaciones de tren…, no sólo en esta ciudad, sino que lo fuimos constatando en todas las ciudades y países. En Lyon están previstas las rampas; por ejemplo, en la costanera, se encuentran las escaleras y las rampas, alternadamente. Y un último detalle, que yo lo tenía en cuenta para chequear, es la utilización de bicicletas. Más aún, bicicletas públicas que se utilizan y luego se estacionan. También es muy utilizado el monopatín o “trotinette” por adultos más aún. Para transitar libremente existen las sendas bien establecidas.Y…además, el peatón, debe circular muy atento… ( me pasó en Sevilla, casi me atropelló una , por distracción mía…creo…)

Visitamos el ayuntamiento o municipalidad, comimos queso camembert, éclair que forman parte de la pastelería tradicional y crêpes de myrtilles= panqueques de arándanos. Los comercios: panaderías, bios, flores, cada uno con sus características particulares. Las panaderías venden los panes baguettes o tipo panes de casero en trozos, y la pastelería en pieza o unidad. Muchos comercios “bio”= saludables o dietéticas y las flores en mercados. Entramos también a los supermercados y nos maravillamos con la ya sabida variedad de quesos (más de 400 tipos de quesos) que descubrimos en las góndolas… ¡Deliciosos!!!

Seguimos nuestro recorrido y llegamos a la plaza de la República, con una inmensa fuente cuadrada, caminamos, caminamos y llegamos a la Gare de Part-Dieu, lugar de dónde partiríamos al otro día con destino a Tours. La palabra Gare significa estación de trenes, y la otra, es la Gare Perrache, las dos terminales férreas que posee  la ciudad. Y para ir terminando nuestra visita, los lugares emblemáticos, los que restaban conocer aún (según nuestra selección): La place des Jacobins, L’Opéra, L’Hôtel de Ville (la municipalidad) , la Place des Terraux y la Iglesia de la Inmaculada de la Inmaculada Concepción. Y este fue nuestro recorrido por Lyon. Al día siguiente tomaríamos un tren con destino a la ciudad de Tours.

Este recorrido por tres países y diez ciudades, fugaz, lo llamaría yo, porque se necesita mucho más tiempo para poder constatar lo que uno lleva dentro y lo que se ve en situ. Uno quiere verificar… o por lo menos eso me pasaba a mí. Y por supuesto, el “bilan” como dicen los franceses, el balance es más que positivo: se verifica y se acrecienta infinitamente. Lyon, particularmente, colmó ampliamente mis expectativas, es más, faltó tiempo para terminar de conocer y disfrutar de lugares y momentos. Hubo charlas compartidas con la gente del lugar,  genuina y muy simpática. Conocer el Ródano, río de montaña que deja un majestuoso valle a su paso, intrigante para mí, era uno de mis sueños. Felizmente lo cumplí.