Parroquia San Antonio: Situación del edificio
A continuación compartimos el informe del arquitecto Gervasio Pérez Zurdo acerca de la problemática de la estructura del edificio de la Parroquia San Antonio y su posible solución.
El edificio de la Parroquia San Antonio, de 130 años de antigüedad, es el más alto de la Ciudad de Gualeguay. Con sus 53 metros de altura sobre el nivel de vereda, su silueta se distingue en kilómetros a la redonda y es el ícono por excelencia de la Ciudad. En los últimos años, el conjunto de la fachada que comprende la torre del campanario y las dos torres laterales se ha inclinado levemente hacia la plaza, lo que ha provocado una fisura en el encuentro con las tres naves de la planta de la Iglesia. Esta situación se debe a varios factores: un rayo provocó un gran temblor en el templo ocasión en las que quemó las instalaciones de radio María y se vislumbraron las primeras fisuras; posteriormente un asentamiento del suelo colaboró con dicho movimiento, que aún persiste.
Desde que se detectaron las fisuras, se han iniciado varios monitoreos para determinar cuáles son las anomalías que las provocan, se han colocado testigos de yeso en forma continua, y se realizaron mediciones con teodolitos para evaluar si el movimiento continua, hasta encontrar un punto de equilibrio. Las patologías son evidentes y el diagnóstico es provisorio. Se han consultado profesionales, estructuralistas y prácticos para concluir en forma sintética lo que acontece. El asentamiento del suelo arcilloso provocado por descenso de la napa freática se debe a diversos motivos como: la sequía, la impermeabilización del suelo urbano, las bombas que abastecen de agua a la red de agua de la ciudad. Este sería el factor principal, según concluye el ingeniero estructuralista Uranga, luego de haber encargado cateos de 20 metros de profundidad en los alrededores de la iglesia, los que fueron comparados con cateos de la época de la construcción del edificio el Águila y se observa un gran descenso de las mismas.
Desde el punto de vista de la conservación del edificio, en primer lugar, hay que atender el aspecto estructural, que es fundamental: según se espera, el edificio encontrará su punto de equilibro muy pronto y cesarán los movimientos. En segundo lugar, es importante recuperar la impermeabilidad del conjunto, para lo cual es imprescindible evitar que el agua entre por las fisuras. En esta etapa se está trabajando desde la aparición de las primeras patologías. Hoy asumimos que debemos realizar una impermeabilización que impida el acceso del agua y que absorba posibles movimientos hasta que se asiente definitivamente.
El actor principal, detrás de este escenario, es el Consejo Económico de la Parroquia, formado conjuntamente por las autoridades de la Iglesia y los fieles, que vela constantemente por la conservación del Templo. La conservación de los edificios es una tarea constante, las vicisitudes que atraviesan hay que afrontarlas con naturalidad; es imprescindible en estos momentos estar a la altura de las circunstancias para actuar y conservar el patrimonio que nos legaron, como un compromiso con las generaciones futuras.
Arquitecto Gervasio Pérez Zurdo
Miembro del Consejo Económico de Parroquia San Antonio