Retratos Íntimos
Patricia Tarruella, referente de salud de nuestra ciudad.
Con respecto a la salud pública, convengamos que yo estudié en una universidad de esa índole. Yo me recibí en la UBA, o sea, que desde ahí arrancamos a pesar de que la facultad no te da mucha formación en cuanto a salud pública, no tenés idea, es más una materia que cursas muy cortita en primer año qué pasa así, desapercibida, hay que pasarla, aprobarla y listo, después no se trata durante toda la carrera universitaria.
. La salud pública para mí fue todo el trabajo y el conocer lo que es el hospital público. Yo trabajé siempre en hospital público, me formé allí. También es donde vos ves realmente qué era lo que yo quería cuando estudié medicina, ayudar a otros, ayudar a través del conocimiento por supuesto. Allí uno ejerce donde te encontrás con la gente más vulnerable donde yo siempre digo que la combinación de pobreza y enfermedad es una combinación terrible. Y además en la parte pública es donde más aprendés: están los profesores, están los referentes para nosotros que estudiamos la parte de patología y es donde tenés todo tipo de patología porque la enfermedad no escapa a ninguna clase social ni a ningún tipo de persona. Salud pública, en este momento, es lo que estoy haciendo. Estoy en salud pública también ejerciendo ya desde un puesto más ejecutivo.
Es importante poder prevenir porque llegar a la enfermedad ya llegamos tarde. Es decir, que lo más importante en cuanto a salud pública son los planes de prevención, promoción de la salud, dar enseñanza, explicar y darle elementos al ciudadano para que pueda pedir, reclamar, saber a dónde dirigirse, qué debe hacer y bueno, son un montón de funciones. La salud pública es muy difícil, yo he pasado ya varios gobiernos donde en la provincia nunca hubo un plan de salud claro, fue todo siempre a la que te criaste. Siempre con pocos fondos, no había planificaciones claras. Yo no sé en este momento si las hay sinceramente, o las estarán haciendo dado que ahora cambió el Gobierno. Bueno, cada Gobierno se encuentra con lo que le deja el anterior y la realidad es que la salud es una cuestión que tendría que ser de Estado y todos tendríamos que darle valor. También nos pasa que nosotros como ciudadanos tampoco valoramos la salud en el sentido de que la gente no defiende estos lugares. Yo me acuerdo de haber pasado por situaciones muy terribles económicas en el hospital y donde vos decís: “bueno va a venir todo el mundo a apoyar porque más de la mitad de Gualeguay se atiende en el hospital”, y sin embargo ese apoyo no está. O cuando vos tenés que decir: “esto vale tanto”, te responden: “¡qué caro que cobra!”. O sea, vos gastas, suponete, 1 kg de morrones sale 10000 pesos en este momento pero si yo te digo la “consulta son 10000”, “¡Qué chorra!” me dicen. Es decir, ¿cuánto vale tu vida?, ¿cuánto vale tu salud?. Yo creo que está mal valorada en todo aspecto.
La salud es un derecho. Sin duda. Yo desde que entré a la facultad jamás pensé lo contrario. Por ejemplo, esto de las obras sociales, cómo se factura no lo pensás realmente cuando egresas de la universidad. Nunca lucre con mi profesión. De hecho, siempre trabajé en el hospital y después por una cuestión económica busqué otro tipo de trabajos que eran auditorías. Yo fui auditora de PAMI durante 8 años y auditora del Colegio Médico. Ambos no son trabajos que tienen que ver con la parte asistencial. Eso es lo que se puede decir que trabajé en privado, Pero después siempre trabajé en hospital público.
Con respecto a los ancianos y jubilados, yo creo que hay un montón de políticas de PAMI que son horribles. Son poco funcionales para los afiliados, algunas no conducen a nada, la cuestión burocrática es muy terrible. Sí tiene algunas cosas que son positivas como la entrega de medicamentos, entrega de elementos ortopédicos que, de todas maneras, tendrían que ser mucho más ágiles. Pero ahí hay cuestiones que todavía no se solucionan como, por ejemplo, pedir una prótesis en un paciente fracturado y que te tarde 30 días. Vos no podés tener un paciente añoso todo ese tiempo en la cama esperando una prótesis. No es lo mismo operar a las 48 horas que a los 30 días. Esos son problemas que tienen muchas obras porque atrás hay también negocio, no nos vamos a engañar. No depende de nosotros como médicos, al contrario, nosotros como médicos pretendemos las cosas mucho más rápidas. Ni hablar en personas como yo por ejemplo, que vengo de terapia en donde todo es ya, no mañana, ahí no puedo esperar. En realidad en todas las áreas tendría que ser una cosa ágil. Ésto sucede acá y en todo el país, no es un problema sólo de Gualeguay.