Profanación de la palabra
Cuando yo era chico- cosa que sucedió hace ya mucho tiempo- mi primo el Ricardo tenía un amigo que todos los lunes decía: “en mi radio ganó River”. Como fanático que era hacía valer sus emociones, sus deseos por encima de la constatación de la los resultados de los partidos de esa fecha. Aquel gurí de pueblo prefería no hacer muchos esfuerzos para superar el duelo de una derrota, prefería auto engañase como una forma de defensa personal… “entre broma y broma la verdad se asoma” dice un intelectual actualmente radicado en Concepción del Uruguay.
Dice Arturo Torres en la "revista online" llamada "Psicología y Mente": "En el mito de la caverna de Platón (...) planteaba que la verdad es independiente de nuestras opiniones. Estará siempre ahí aunque nadie crea en ella. Es una visión muy idealista sobre lo que existe. Sin embargo, esta idea tan poderosa también tiene un lado oscuro: la mentira también puede subsistir y acaparar toda la atención porque, si bien no describe fielmente la realidad, no le hace falta; simplemente "funciona" en nuestras cabezas. Nos permite construir un relato sobre nuestras vidas. Por eso sobrevive".Desde hace algunos años se habla que el tiempo nuestro es de "la pos verdad": ¿Qué quiere decir esta expresión? continúa A Torres "Básicamente, la palabra sirve para señalar una tendencia en la creación de argumentos y discursos que se caracteriza por partir de la asunción de que la objetividad importa mucho menos que el modo en el que lo que se afirma encaja con el sistema de creencias que sentimos nuestro y que nos hace sentir bien. La pos verdad supone un emborronamiento (emborronar quiere decir algo así como garabatear) de la frontera entre la verdad y la mentira, y crea una tercera categoría distinta a las dos anteriores. Una en la que un hecho, ficticio o no, es aceptado de antemano por el simple hecho de encajar con nuestros esquemas mentales"...y para "sentirnos bien aunque sea por un instante breve e ilusorio. El amigo de mi primo negaba la realidad algunos lunes al año cuando no ganaba su equipo el domingo..., ¡cosa de muchachos! Pero ¡atención con lo que agrega el artículo antes citado!: "La jefa de la campaña de Donald Trump, justificó las barreras interpuestas a los ciudadanos provenientes de países de tradición musulmana que quieren entrar en los Estados unidos señalando que dos refugiados iraquíes habían estado involucrados en la matanza de Bowling Green. La matanza de Bowling Green no ha existido".Que un amigo de mi primo en la recóndita Galarza se engañe los lunes en el colegio vaya y pase, pero que un emperador juegue a la pos verdad de ese modo es muy grave. ¿Qué les parece a ustedes queridos lectores? El predominio de la subjetividad sobre el resultado de un partido de la AFA no tiene tanta importancia en un gracioso alumno de secundaria. Pero cuando un presidente decide sobre miles de personas en base a un hecho que en realidad no existió, la cosa es bastante más triste.Dice el catecismo: "La mentira es condenable por su misma naturaleza. Es una profanación de la palabra cuyo objeto es comunicar a otros la verdad conocida. La intención deliberada de inducir al prójimo a error mediante palabras contrarias a la verdad constituye una falta contra la justicia y la caridad. La culpabilidad es mayor cuando la intención de engañar corre el riesgo de tener consecuencias funestas para los que son desviados de la verdad". En nuestro tiempo se escuchas muchos errores y muchas mentiras. En las peñas folklóricas hemos cantado la idealización del entrerriano diciendo: "...cuando la palabra empeñada es documento..." La palabra empeñada para el poeta es un certificado en sí mismo, pero la mentira es profanación de la palabra, es decir es la quita de su sacralidad.Habrá que pedirle a Jesús de Nazaret que nos dé sentido de sacralidad para que nuestra palabra empiece a ser un documento; para nuestro tiempo tendremos entonces que ejercitarnos en considerar la sublimidad de un juramento hecho. Habrá que pedirle al viejo Platón que nos enseñe lo que es salir de la caverna para aproximarnos cada vez más a la verdad...y que podamos ayudar a las nuevas generaciones a acompañarlas en esa peregrinación. ¡Ah!, y para los creyentes existe la certeza que la percepción de la verdad es el encuentro con una Persona en el marco de una Comunidad, un encuentro que se da en lo más sacro y lo más cotidiano.Pbro. Jorge H. Leiva
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