Psicología y coaching
La psicología es una carrera universitaria justamente porque es un campo de estudio muy complejo.
En esta ciencia no hay nada que sea evidente en sí mismo, aunque juzgando cómo nos ha ido en nuestras vidas podamos creer lo contrario, que ser feliz y gozar de bienestar físico y mental consiste en seguir unas pautas que son "de sentido común".
A lo largo de las últimas décadas, las diferentes herramientas con las que cuenta la psicoterapia han ido mejorando y creciendo en número. Lo que al principio se planteaba como formas de abordar trastornos mentales hoy incluye también tipos de intervención en el bienestar general de las personas. Los psicólogos pueden ayudar a mejorar en habilidades sociales, aprender formas eficaces de liderazgo, gestionar la ansiedad en momentos estresantes, etc.
Esta clase de progresos existe porque se han formulado todo tipo de teorías, hipótesis e investigaciones complejas acerca de cómo pensamos, sentimos y actuamos los seres humanos. De este modo se ha llegado a desafiar creencias profundamente arraigadas y que parecían ser evidentes como por ejemplo de que tomamos decisiones de compra desde una lógica racional de coste beneficio. La realidad es mucho más complicada que lo que dicta el sentido común.
Sin embargo, recientemente está proliferando una tendencia a enseñar psicología y "formas de ayudar a los demás" simplemente a través de cursillos o de talleres de pocos meses. El mensaje es que la psicología humana puede resumirse en "hacer lo que realmente se desea" y en acercarnos a nuestras metas básicamente deseándolo muy fuerte y esforzándonos.
Si esta concepción de la mente humana causa problemas es porque da por supuestas una serie de ideas que no son ciertas. Por ejemplo, que la solución a problemas relacionados con la psicología está en dejar de ponerse excusas y en ir a por lo que realmente se desea.
Como si se supone que el malestar de muchas personas está producido por la presencia de inhibiciones y barreras autoimpuestas. Como si todos tendiésemos de forma natural hacia la felicidad y la ausencia de ésta se hubiese producido porque nos hemos desviado del camino correcto, poniendo toda la responsabilidad en el sujeto. Esta clase de propuestas no solo sirven para invisibilizar los problemas que forman parte del entorno en el que vive la persona; además, son totalmente inútiles por una razón muy sencilla: no aportan ninguna herramienta para ir avanzando, simplemente se señala que la persona tiene un problema que no ha solucionado. La psicología no es un arte ni se basa en entrenarse para conectar emocionalmente con el otro. Esas son características que podría reivindicar para sí mismo cualquiera, incluidos los chamanes o las personas que ofrecen soluciones pseudocientíficas como las constelaciones familiares.
La psicología es lo que es porque se preocupa por crear teorías, hipótesis y modelos teóricos que ni pueden ser aprendidos en un solo día ni utilizan lenguaje ambiguo que significa algo diferente para cada persona. La práctica es imprescindible en esta disciplina, pero la teoría también lo es.
El coach (es decir, el profesional del Coaching) es un experto en habilidades comunicativas que busca que su cliente o coachee sea capaz de descubrir sus objetivos en la vida. El coach se encarga de acompañar al cliente y hacer todo lo necesario para que estos compromisos y metas sean alcanzadas. Como vemos, el Coaching es una metodología técnica que aplica conceptos y bases teóricas de la psicología a casos concretos y adaptándolos a los requerimientos del cliente. Sin embargo, el concepto de Coaching ha logrado constituirse como una labor profesional no necesariamente vinculada con las personas que han estudiado a fondo la conducta y los procesos mentales; esto es, los psicólogos.
Esta desvinculación del Coaching respecto a la psicología ha permitido que personas que no tienen estudios fundamentales sobre la conducta y las técnicas propias de la psicología ofrezcan servicios de Coaching sin más validación que algunos cursos privados de formación.
Un psicólogo, por su parte, es alguien que ha estudiado durante años y de forma rigurosa y sistemática todas las cuestiones relacionadas con la psique humana, el desarrollo de aptitudes, y las técnicas y métodos que permiten que una persona mejore en su ámbito y pueda lograr sus objetivos personales y profesionales. Además de su formación universitaria reglada, el psicólogo posee consignas éticas y deontológicas comunes para todos los profesionales del sector, hecho que garantiza al cliente la seriedad y confianza en el servicio que se le prestará. Tiene una formación específica sobre las técnicas comunicativas y de entrevista, además de mayores conocimientos acerca de los procesos psicológicos. Los coaches no psicólogos siguen una metodología distinta que se basa en sugerir y posibilitar la vida del cliente a partir de la conversación y el método socrático, pero no puede intervenir directamente puesto que no está facultado ni dispone de los recursos para ello.
Muchos profesionales de la psicología se quejan de la manera cómo se promocionan los profesionales del Coaching sin estudios universitarios. El Coaching, al no regirse por ningún colegio profesional que garantice la buena praxis de sus colegiados, tiene absoluta libertad para usar cuestionables métodos de promoción y marketing, y pueden aplicar tarifas desmesuradas que no se corresponden con su saber científico.